━━ 𝟢𝟤𝟣: 𝙳𝙴𝙲𝙻𝙰𝚁𝙰𝙲𝙸𝙾́𝙽 𝙳𝙴 𝙶𝚄𝙴𝚁𝚁𝙰

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𝓛os recuerdos de lo sucedido con Moebius atacan a Mai una vez más en forma de pesadilla

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𝓛os recuerdos de lo sucedido con Moebius atacan a Mai una vez más en forma de pesadilla. La joven rubia abre sus ojos de par en par, después de haber rememorado a esos chicos pegándola sin piedad mientras trataba de proteger a las hermanas de Mitsuya, Mana y Luna. Quizás sería porque era la primera vez que vivía algo como aquello, pero incluso podía rememorar el como se sentía el bate que habían utilizado para golpearla en sus carnes, el como dolía y la sensación de ardor que dejaba tras golpear.

Entonces también recuerda a aquel chico rubio con mascarilla negra. Aquel al que se había encontrado de casualidad un día que iba a comprar peyoung yakisoba para Keisuke, y que resultaba ser el mismo que le había golpeado después de decirle que no quería hacerle aquello a una chica tan guapa como ella, pero también que aquello iba de parte de Kisaki. Ese Kisaki al que Mai había conocido desde que era pequeña gracias a Hina, y quien siempre le había transmitido una sensación sumamente extraña a Mai.

A Hiro le gustaba decir que su única hija había heredado de él su intuición, y que por eso Mai era capaz de alejarse de ciertas personas que parecían no tener malas intenciones, pero que de verdad las tenían. Siempre había pensado que Kisaki era extraño; y en el mal sentido de la palabra. Mai tenía la ligera sospecha de que aquel chico siempre había estado enamorado de su mejor amiga, y que parecía ser alguien que se obsesionaba con aquello que le podía hacer feliz. Kisaki Tetta, para Mai, era de esas típicas personas que resultaban ser peligrosas y no porque te pudieran golpear y hacer daño, sino porque convencía a los demás para que hicieran el trabajo sucio por él.

—Mai,— Keisuke se incorporó en la cama y regaló a la chica un pequeño besito en su hombro desnudo gracias a la camiseta de tirantes que llevaba aquella noche a la par que la abrazaba. —¿estás bien? ¿Pasa algo?

—Esto...— Mai tragó saliva, sintiendo como su corazón latía desbocado por haber recordado justamente aquello y no haberle dado importancia a la mención de Kisaki antes. —¿Había un chico con mascarilla negra cuando llegasteis Chifuyu, Mitsuya y tú?

—No,— contestó. —no que yo recuerde. ¿Por qué?— frunció el ceño. —¿Te hizo mucho daño?

—Es que...— la joven pensó que decir, porque sentía que las palabras se le agolpaban en la lengua. —Creo que le vi antes. Y él dijo que aquello era de parte de Kisaki.— sintió un escalofrío y nuevas ganas de llorar. —Su-Supongo que se marchó antes de que llegarais vosotros.

—¿Quién coño es Kisaki y por qué querría hacerte daño a ti?— Cuestionó de nuevo Baji, con el ceño fruncido mientras asimilaba las palabras de su pareja.

—Le... Le conocí cuando era niña— empezó relatando. —gracias a mi mejor amiga. Y casi siempre estábamos juntos los tres. Pero, no sé... No sé, siempre he pensado que era extraño y puede que le tratara algo mal cuando aún era pequeña. Pero... Pero...— se echó a llorar sin poderlo evitar, presa del pánico. —¡Pero me disculpé! ¡Quise ser su amiga cuando crecimos! ¿Por qué me haría algo así? ¿Me podría hacer daño otra vez?

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora