━━ 𝟢𝟣𝟥: 𝙲𝚄𝙼𝙿𝙻𝙴𝙰𝙽̃𝙾𝚂

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𝓜ai no es que fuera muy fan de cumplir años, porque eso suponía que se estaba haciendo mayor y detestaba esa sensación de saber que por cada año que pasaba, se volvía una adulta

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𝓜ai no es que fuera muy fan de cumplir años, porque eso suponía que se estaba haciendo mayor y detestaba esa sensación de saber que por cada año que pasaba, se volvía una adulta. Y la verdad, es que a Mai le daba algo de pánico pensar que se iba a volver mayor. Sentía que su adolescencia se le estaba escurriendo entre sus dedos y que no había hecho nada para disfrutarla; aunque desde que apareció Baji en su vida, sintió que estaba invirtiendo bien su tiempo junto a él. Sus días comenzaron a ser divertidos junto a aquel chico y Meowy, y lo fueron aún más cuando Chifuyu se sumó al barco. También cuando conoció a Draken y Emma, y sobretodo, porque Hinata seguía a su lado después de tanto tiempo.

En su cumpleaños número quince, sintió que era un día normal y corriente más. Si bien Hina había tratado de que fuera un día sumamente especial para ella, Mai seguía sintiendo que no era para nada importante. Solamente recibió la felicitación de su mejor amiga, su familia y la familia Tachibana. Sopló una única vela en un pastel que Seina había preparado y después de eso se marchó a su habitación y se encerró en ésta para escuchar algo de música mientras terminaba de hacer sus deberes. A veces se deprimía por pensar aquello, pero por otra parte, a Mai le daba bastante igual porque los cumpleaños para ella no eran especiales.

Hasta que cumplió dieciséis años aquel veintiuno de julio del año dos mil cinco.

—¡Felicidades, cariño!— exclamó Seina a su hija cuando se despertó aquella mañana y salió de su cuarto hacia la cocina vistiendo ya el uniforme de la escuela. —¿Cuándo te has hecho tan mayor tú?— abrió sus brazos para buscar a Mai en un abrazo que ella no dudó en aceptar con cariño. —¡Ya tienes dieciséis años ni más ni menos!

—No me digas eso, mamá.— pidió Mai riendo suavemente. —Sabes que no me gusta hacerme mayor. En mi mente, yo sigo teniendo diez años.

—Cielo,— la joven soltó a su madre del abrazo cuando su padre la llamó y ahora fue su turno de ser abrazado. Mai se puso de puntillas para envolver sus brazos alrededor del cuello de Hiro y éste comenzó a acariciar de forma cariñosa su espalda. —estoy muy orgulloso de ti. Me hace muy feliz ver como cada año creces. Felices dieciséis, Mai.

A Mai tampoco le gustaba el paso del tiempo porque se llevaba sus recuerdos más preciados. Repetiría mil veces ciertos momentos de su vida: como cuando tenía ocho años y aprendió a montar en bici con Hina, o cuando tenían doce y ellas dos fueron a la playa juntas y se terminaron quemando la piel a causa del sol y pareciendo un cangrejo. Repetiría también todas aquellas noches donde sus padres y ella se quedaban en el salón viendo alguna película de miedo y su padre reía a carcajadas cuando las dos mujeres Ikari gritaban a la vez del susto. Y, por supuesto, repetiría el momento en el cual conoció a Baji bajo una tormenta.

Ahora lo sabía: que encontrara a Meowy aquella tarde en una carretera había sido una jugarreta del destino que había terminado bien porque eso conllevó a que Mai y Keisuke se conocieran y forjaran unos bonitos lazos afectivos que ni ellos mismos comprendían al cien por cien.

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora