𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾

━━ 𝟢𝟣𝟧: 𝙵𝙴𝙻𝙸𝚉

𝓜ai suspira y se deja caer al sofá de la sala de la casa de los Sano, ya que había sido invitada por Emma y, al no tener nada mejor que hacer porque Hina tenía clases por la tarde, ella aceptó porque no le venía mal eso de distraerse un poco. Si estaba a solas, aunque pareciera patético para otra persona, Mai recordaba la llamada que había tenido con Baji y su corazón dolía demasiado; confirmando así lo que su madre le había dicho tratando de consolarla.

No es que solamente le gustara Baji Keisuke, sino que también estaba enamorada de él. Y Mai no tenía ni la más remota idea de cuando había sucedido aquello, porque hasta que ese dolor en su pecho no apareció, ella no se dio cuenta de ese pequeño detalle. Sentía que Keisuke le había robado el corazón y que ahora se lo quería devolver porque pensaba que no lo iba a cuidar como se merecía.

—¿Y Mikey?— Preguntó Mai cuando Emma se unió a ella en la sala, entregándole un helado para que se lo comiera dado el calor que hacía.

—Ha salido con los de la Toman.— contestó la chica. —Sé que quizás no quieras hablar del tema, pero te lo tengo que decir.— carraspeó su garganta. —Cuando llamaste a Baji, yo también estaba delante. Y cuando colgó, todos le preguntaron que porqué te había dicho todo aquello. Ninguno se esperaba que te hablara así.— explicó. —Después de eso, mandó a todos a la mierda y se marchó a no sé dónde.

—Sé... Sé que lo ha hecho porque piensa mal de sí mismo.— comprendió Mai. —Pero, no entiendo el porqué. Es un chico fantástico, se preocupa por los demás, por sus amigos, por su madre... Siempre me hace reír, me ha hecho que no me sienta sola. Me ha dado un motivo para ir feliz a clase: y siempre es porque le voy a ver a él.— pestañeó intentando alejar las lágrimas que se acumulaban en sus ojos azules. —Me duele que se niegue a sí mismo su felicidad y que trate de apartarme de él.

—Creo que lo mejor será que él te cuente lo que pasó. Porque yo no suelo hablar de ello...— murmuró Emma, y la chica notó que parecía cohibida. —Pero, está relacionado con la familia Sano y con Kazutora. Creo que sabes quien es, ¿verdad?— Mai asintió. —Todos le perdonamos a él. Pero, al parecer, Baji todavía no se ha perdonado a sí mismo.

—Mi madre me dijo que esperara.— rememoró Mai. —Que tarde o temprano regresaremos juntos. Pero... No sé, es como si todo el peso del mundo estuviera sobre mis hombros ahora que Keisuke no está conmigo a mi lado.— se limpió una lágrima que se había escapado de sus ojos. —Y echo de menos a Meowy.

—Ay, mi pobre Mai...— con cariño, Emma abrazó a la nombrada por los hombros y se apegó a ella. —Todo acabará bien, te lo prometo. Ya te dije que conozco a Baji desde hace mucho, y tu madre tiene razón. El tiempo hará que esté contigo otra vez, porque sé que no aguantará demasiado sin ti.— prometió. —Además, creo que eres justamente lo que necesita para pasar página de una vez e intentar ser feliz y tener un buen futuro a tu lado.

—¿Se puede saber porqué Draken aún no está saliendo contigo?— rio Mai entre sus pequeñas lágrimas. —Eres maravillosa, Emma. Tengo que presentarte a Hina, las tres podemos ser muy buenas amigas.