𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 ━━ 𝖡𝖺𝗃𝗂 𝖪𝖾𝗂𝗌𝗎𝗄𝖾

━━ 𝟢𝟤𝟢: 𝚂𝙴𝙽𝚃𝙸𝚁 𝙱𝙸𝙴𝙽

Este capítulo contiene escenas eróticas, y lo he hecho así de corto a propósito para que si tú no te sientes cómodo/a al leer este tipo de narración, saltes directamente hasta el capítulo veintiuno sin que te pierdas la gran cosa.

Asimismo, no toleraré malos comentarios ni nada por el estilo. Si decides leer el capítulo: ¡espero que te guste!

𝓜ai abrió la puerta de su hogar, siendo recibida así por el silencio y la penumbra de éste. La chica encendió las luces, caminando lentamente mientras sentía como los recuerdos de lo que había sucedido se volvían borrosos en su mente. Su padre le había dicho en alguna ocasión que las víctimas de agresiones a veces no podían recordar todo con exactitud después de lo sucedido, porque la cabeza bloqueaba todo aquello para ahorrar traumas o algo por el estilo. En aquel momento solamente podía recordar los golpes, ni siquiera las caras de esos chicos. Y, de cierta manera, lo agradecía.

Keisuke cerró la puerta principal de la casa de los Ikari, y se aproximó a Mai con preocupación tratando de ayudarla a caminar porque, aunque ella decía que estaba bien y que no le dolía nada, él podía intuir que estaba mintiendo. Mai sonrió como si nada hubiera pasado, aunque su corazón siguiera latiendo igual de fuerte que en aquel momento porque los gritos de Mana y Luna seguían frescos, como si estuviera escuchándolos justo ahora. Quería borrar todo aquello de una forma u otra, porque sino, sabría que no podría dormir tranquila ni una sola noche al pensar que podría volver a ser atacada.

Mai y Keisuke en ese sentido, se parecían demasiado. Ambos escondían bien lo que sentían, incluso su propio dolor, si así lograban no preocupar a los demás. Mai odiaba que la gente se preocupara por ella, porque de vez en cuando, no se consideraba lo suficientemente especial como para tener la atención de tales personas. Pero, sabía que Baji no la dejaría en paz ni aunque ella se lo pidiera de rodillas, lo que de cierta manera, agradecía. Solamente, Mai esperaba que ese incidente no hiciera que Keisuke se alejara de ella por la estúpida idea de que así podría protegerla de posibles futuros altercados.

La pareja fue directa hasta el cuarto de la chica, prendiendo la luz por el camino para poder verse bien. Antes de que Mai pudiera hablar, el teléfono del chico comenzó a sonar en una llamada que tuvo que contestar.

—Chifuyu,— saludó con la voz seria que llevaba teniendo desde que regresaron del parque. —¿pasa algo?

—Parece que todas las putas farmacias se han puesto de acuerdo para cerrar o algo así. Joder.— suspiró. —Creo que sé cual está de guardia, pero está muy lejos. En la otra punta de la ciudad.— explicó. —Tardaré en llegar y más en volver. ¿Mai... Mai está bien?— Preguntó lo último sumamente preocupado.

—No...

Mai tomó cartas en el asunto, y sonriendo, le arrebató el teléfono a Baji para hablar ahora ella directamente con Chifuyu.