Amber.
No sabía muy bien la razón exacta de por qué me estaba arreglando para cenar solo porque Ethen lo hubiera pedido, y tampoco sabía la razón de su petición, pero ahí estaba yo, delante del espejo retocándome el pintalabios mate rojo y con un vestido de lentejuelas, pegado al cuerpo y con la espalda descubierta.
Mamá entró a mi dormitorio mientras me echaba laca con las manos en el pelo para que a mi coleta alta de caballo no se le saliera ni un solo pelo. Al verme sonrió.
-Estás muy guapa.
-Gracias- le dije terminando de retocarme y girándome a mirarla.
-Gracias a ti por intentar llevarte bien con Ethen y por intentar llevar bien todo esto de la mudanza, sé que es difícil.
-¿Qué es difícil? ¿La mudanza o Ethen?- ella soltó una pequeña risa.
-Ambas.
-Creo que Ethen un poco más.
-Es un buen chico, te llevó al examen de ballet y se quedó contigo, y creo que se preocupa por ti, al menos así se ve desde fuera.
-Se preocupa porque si me pasa algo Kevin le prohibiría ir a fiestas y coger su coche, mamá- dije para después rodearla y salir para bajar a la mesa.
La mesa ya estaba puesta, más elegante que cualquier otro día del mes que llevaba en esa casa. Harvey ya estaba sentado, con el hueco de su lado, el mío, vacío. Fui hacia allí y me senté a su lado. Él giró la cabeza para mirarme.
-Que guapa- me dijo sonriendo.
-Gracias- le miré de arriba a abajo, llevaba un polo azul marino con unos vaqueros blancos y unas deportivas.- Tú también estás guapo.
Ambos nos quedamos en silencio durante unos segundos.
-¿Sabes por qué nos ha pedido que nos arreglemos?
-Creo que va a traer a Emily.
El corazón se me paró. ¿Iba a presentarla a su padre mientras le ponía los cuernos? Cualquier pequeño rastro de confianza que tuviera en que Ethen fuera alguien con quien pudiera llevarme bien desapareció en ese momento.
-¿Sabes si a tu padre le importaría que yo también trajera a alguien a cenar?
-No, avisa a papá, no te va a poner ningún impedimento.
Yo asentí y me levanté para ir a la cocina. Ahí estaba Kevin apoyado en la encimera mientras la cena terminaba de hacerse en el horno. Me acerqué a él y carraspeé para que notara mi presencia.
-Kevin, ¿puedo preguntarte algo?
-Claro, dime cariño.
Kevin era un hombre terriblemente amable y simpático. Desde el principio me había tratado genial y aunque no pudiera llegar a considerarlo mi padre porque aunque no estuviera en cuerpo, mi verdadero padre seguía presente para mi, le estaba cogiendo mucho cariño.
-Harvey me ha dicho que va a venir la novia de Ethen a cenar, ¿podría invitar yo a alguien? Sé que es muy repentino, pero me gustaría mucho que viniera.
-Claro, hay comida y sillas para todos, llama a alguien sin problema.
-Muchas gracias Kev- dije sonriéndole y dándole un pequeño abrazo antes de salir de la cocina para llamar a Bryce.
Lo cogió a los dos tonos.
-Hola nena.
-Buenas noches Bryce, esto es muy repentino pero, ¿quieres venir a cenar a casa?
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Ramé.
RomantikNo esperaba tener que mudarme a una ciudad soleada a mis 17 años, dejando atrás toda mi vida anterior en Portland, pero menos aún le esperaba a él, a Ethen. Ese era el nombre del chico alto y castaño con el que tendría que convivir ahora que mi madr...