Capítulo 23.
Amber.
Estaba sentada en la mesa del comedor, con los apuntes de biología repartidos por toda la mesa, estudiando para el examen que tenía un par de días después, cuando la voz profunda de mi hermanastro me sacó de mi concentración.
- Preciosa, necesito tu ayuda.
- ¿Qué pasa niñato?
- Tu madre me ha dicho que tienes unas notas espectaculares en química y necesito que me ayudes a aprobar – me dijo sentándose en la silla junto a la mía.
- ¿Y qué gano yo ayudándote con química?
- Mi agradable compañía y... que me dejen ir a la excursión de navidad.
- Ajá, no me convences, ¿que más? - le pregunté mirándole.
- Que no le diga a tu madre que quieres ir solo porque va Bryce.
- ¿Y tú por qué quieres ir? Sorpréndeme.
- Joder, cuántas preguntas – yo solo asentí, esperando su respuesta -. Porque... porque va Joanne, espero que sepas quien es, está en mi curso y... es mi objetivo ahora.
- Ya, seguro... Yo me voy – declaré recogiendo los apuntes.
- Está bien, está bien – me dijo agarrándome de la muñeca para que no me moviese -. Quiere ir porque vas tú... y porque va Bryce.
- ¿Y por qué más? - le miré cruzando los brazos.
- Porque aunque a veces nos odiemos... eres mi hermanita, y tengo que cuidarte.
- Claro... - dije mirándole con media sonrisa.
- Vale, porque me jode que estés con el niñato de Cooper, te trata mal, es idiota. No te merece Amber, necesito que te des cuenta.
- ¿Y quién sí me merece, Ethen? - susurré.
La puerta se abrió y Kevin entró en el comedor, interrumpiendo nuestra conversación.
- Ethen, necesito que me ayudes con algo – le pidió a su hijo, a lo que él asintió.
- Yo ya me iba – dije mirando a Kevin, y después desvié mi vista a Ethen -. Ethen, me lo pensaré, hablamos esta noche.
Él me miró y asintió.
Subí a mi cuarto y saqué unos vaqueros largos y anchos, con rotos en las rodillas, y un top de tirantes rosa. Saqué también un pañuelo del mismo color que el top y me lo até a la cabeza apartándome el pelo de la cara a excepción de un par de mechones del flequillo. Iba a salir a comer con Maika, que vendría a recogerme en un rato, así que tenía que darme prisa en preparar la bolsa del ensayo, porque después de comer iríamos juntas a la academia.
Llevaba un par de semanas sin llamar a Ollie, nos habíamos mandado un par de mensajes pero no quería cabrear a Bryce a tan poco tiempo del viaje del instituto y sabía que eso lo cabrearía a más no poder.
Justo mientras metía un coletero en el bolsillo pequeño de mi bolsa, escuché el timbre, y para cuando terminé de bajar la escalera, vi que mi hermanastro ya había abierto la puerta y estaba charlando con mi mejor amiga. Prefería eso mil veces a verles discutir.
Me acerqué a ellos y pasé por debajo del brazo que Ethen tenía apoyado en la puerta, para abrazar a mi mejor amiga cortando la conversación.
- Gracias por avisar de que habías llegado eh, casi me matas del susto – se quejó él.
- Que exagerado – dije soltando una risa.
- Hablábamos de la excursión del instituto y de que igual Ethen puede acercarnos al restaurante y así nos ahorramos la caminata – aclaró mi mejor amiga, y yo volví a mirar a mi hermanastro.
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Ramé.
RomanceNo esperaba tener que mudarme a una ciudad soleada a mis 17 años, dejando atrás toda mi vida anterior en Portland, pero menos aún le esperaba a él, a Ethen. Ese era el nombre del chico alto y castaño con el que tendría que convivir ahora que mi madr...