3.

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Ethen.

No tenía palabras para explicar la rabia que me dio verla con ese imbécil. Mi pasado con Bryce era algo que no solía sacar a relucir, pero el miedo que recorrió mi interior al ver como la cogía de la mano hizo que me separara de mi grupo y comenzara a caminar con paso fuerte siguiéndolos.

Y no es que lo que le pasara a esa niñata engreída fuera de vital importancia para mi, ni mucho menos, pero sí lo era para Emma, y Emma era importante para mi padre ahora, así que más me valía protegerla si no quería pasar hasta mis 30 años sin poder irme de casa.

-¿Dónde vas?- me preguntó Jack, uno de mis compañeros de fútbol americano y también compañero en fiestas y celebraciones al ver que me alejaba de ellos.

Yo señalé a Amber y a Bryce con la cabeza, que iban cogidos de la mano entre la multitud entrando en la casa.

-Tengo que salvar a la hija de la mujer de mi padre de las garras de un buitre- dije encogiéndome de hombros.

Seguí andando tras ellos hasta que les vi entrar por una puerta. Instintivamente caminé más rápido y abrí la puerta de golpe haciendo que esta chocara con la pared del interior de la habitación que ahora sabía que era el garaje y causara un ruido sordo. Amber estaba subida al coche en el asiento de copiloto mientras Bryce abría la puerta para subir al del conductor.

-¿Dónde vas con él?- pregunté rodeando el coche para llegar su puerta y abriéndola.

-Y a ti que más te da- me preguntó con voz sarcástica.

-¿Dónde te va a llevar Cooper?

-A casa- dijo con un tono serio y helado en su voz y cerró la puerta apartándome de ella.

Bryce abrió la puerta subiendo al coche ignorando por completo mi presencia y mi charla con su acompañante.

-Yo te llevo- dije alto para que me escucharan desde el interior del coche.

-Uy no, de eso nada, estás borracho y Bryce se ha ofrecido a llevarme y me va a llevar él- respondió abriendo un poco la puerta para evitar elevar la voz y que la escuchara igualmente.

-No estoy borracho. Y yo voy a volver a casa y, teniendo en cuenta que vivimos juntos, creo que es más fácil para todos que te acerque yo.

-¿Vas a volver a casa?

-Si, y ahora baja de ese coche y ven conmigo.

Bryce dirigió su mirada hacia ella negando levemente con su cabeza.

-¿Nos vemos mañana?- le pregutó mirándola con una sonrisa pequeña y forzada.

Yo sonreí con suficiencia y me alejé del coche para apoyarme en la pared a esperar a que Amber saliera del coche de ese imbécil y viniera en el mío. Me parecía insoportable e irritante, pero si mi padre se enterara de que le ha pasado algo en su primera fiesta aquí y de que yo podría haberlo evitado, me cortaría el chorro y podría despedirme directamente de mi alucinante final de verano.

Salío del coche después de sonreirle a Bryce y vino hacia mi. Yo me giré sin dirigirle la mirada y salí del garaje con intención de salir de la casa. No quería irme de la fiesta, pero más me valía hacerlo si no quería que ella se fuera con Bryce.

Amber me siguió sin decir ni una palabra hasta que llegamos a mi coche. Mi precioso Aston Martin DB11 blanco. Antes de abrir mi puerta, la vi tiritar frotándose los brazos con la intención de coger algo de calor y una parte de mi sintió lástima por ella, así que abrí la puerta y agarré una sudadera que tenía en los asientos traseros.

Ramé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora