Existía una manera de saber que tan compatible eres con las personas. Nayoung creía ser perfectamente compatible con su pareja. Sunghoon estaba convencido de que no era compatible con nadie.
Lindo es el destino que une a las personas menos esperada...
El lunes se pasó volando. A lo mejor fue porque Sunghoon estaba cansado, o porque simplemente tuvieron un día bastante ocupado. Pero fue como si en un solo parpadeo la mañana se convirtiera en la tarde.
Esa mañana entregaron el reporte y sólo tenían que esperar hasta el miércoles para hacer la exposición final. Cosa que Nayoung y Sunghoon no habían terminado.
— ¿Terminamos hoy o mañana? —Sunghoon detuvo a Nayoung en la hora de la salida. La chica se quedó pensando unos segundos.
— ¿Te parece mañana? No nos falta mucho y debes descansar, pareces cansado. —Dijo sonriendo y Sunghoon asintió—. Además, estoy ocupada esta tarde.
. . .
— ¿Cuánto tiempo hemos estado en este proyecto? —Nayoung preguntó mirando al huevo que se encontraba dentro de lana.
— ¿Tres semanas quizás? —Sunghoon no estaba seguro de la respuesta—. No creo que haya pasado más de un mes.
Ambos escribían en sus computadoras. La exposición era oral, sí, pero siempre era bueno tener un borrador donde organizar las ideas.
—Fue divertido. Por un momento creí que no nos íbamos a llevar bien. —Nayoung volvió a romper el silencio—. Me alegra que las cosas no hayan terminado mal.
—Pienso igual. Si todavía nos odiáramos, creo que ese huevo estaría roto. —Sunghoon rió. Nayoung se quedó callada por un momento—. ¿Pasa algo?
— ¿Crees que realmente nos odiábamos? —Preguntó—. ¿No es una palabra muy... fuerte?
—Nunca la había pensado así. —Sunghoon dijo. Luego su mirada se volvió a la caja sobre la mesa del comedor—. ¿Quieres probarla?
— ¿Qué cosa? —Sunghoon señaló sobre la mesa y Nayoung abrió los ojos.
Ella sabía que era, y sabía los miles de problemas que esa cosa le había traído.
—Solo es por curiosidad. Nos hicimos amigos sin eso, nos odiábamos. Y pase lo que pase, es solo un número, no la realidad. —Sunghoon levantó los hombros—. Pero si no quieres no hay problema.
Sunghoon tenía un punto. Pero las mismas palabras fueron dichas por Jay, y lo mismo Sunoo. Solo que en una de esas dos ocasiones, uno se quedó y el otro se fue.
Nayoung asintió y sacó de su maleta su manilla. Ambos se la colocaron y la prendieron. Nayoung cruzaba sus dedos para que las cosas salieran bien.
10%... 20%... 30%...
El número siguió subiendo. Las palabras de Heeseung regresaron a su mente. A lo mejor ellos dos si tenían cosas en común, más de lo que ambos creían.
... 98%... 99%... 100%
Nayoung levantó su mirada a Sunghoon y sonrió. Él sabía que ese número sólo sería eso, un número. Luego la mirada de Nayoung se volteó agresivamente al huevo.
— ¿Eso es un pollito? —Preguntó y Sunghoon asintió. Nayoung se quedó mirando el nacimiento del animalito como si fuera la octava maravilla del mundo.
Sunghoon lo supo, se había enamorado de la chica correcta en el tiempo equivocado.
Fin.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y esta historia llega oficialmente a su fin. Muchas gracias a todas las personas votando y gracias por leerme. Nunca pensé en superar 1K en votos.
Les debo todo. Gracias de nuevo <3
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
