Existía una manera de saber que tan compatible eres con las personas. Nayoung creía ser perfectamente compatible con su pareja. Sunghoon estaba convencido de que no era compatible con nadie.
Lindo es el destino que une a las personas menos esperada...
— ¿Sunghoon? —Su entrenador lo llamó. Domingo, día de la competencia y decisión final. Sunghoon tenía los pelos de punta. Sentía náuseas de lo nervioso que estaba. Normalmente no estaría tan nervioso para una competencia. Pero su padre estaría viéndolo, era su oportunidad para probarle que estaba equivocado y que él sí podía—. Tú puedes, recuerda todo lo que te he enseñado y las clases. Imagina que estás solo. Siente la música, cierra y recuerda estar firme. Confío en ti muchacho.
El tiempo corría detrás de Sunghoon y eso solo hacía que su ansiedad subiera a niveles que él nunca imaginó.
Aunque todavía era un poco temprano y estaba en un pequeño descanso antes de la práctica. Saludó a sus amigos y a las personas que fueron a verlo.
Estaban todos, Jake, Heeseung, Jungwon, Sunoo (de quien se había hecho bastante amigo) y Nayoung. También había escuchado que Jay andaba por ahí porque su prima también competía. Claro que también había compañeros de clase.
— ¿Nervioso? —Jungwon le preguntó, mostrándole a ver si podía sacar una sonrisa por parte de Sunghoon. Que parecía una roca.
— ¿Tu crees? Siento que mi corazón se va a salir. —Y no mentía, parecía que recién había corrido una maratón. Sus manos también sudaban. Además, por primera vez se presentaría frente a la chica que le gustaba. Jungwon rodó sus ojos y Jake se rió junto a Heeseung—. No se rían malditos.
El tiempo fue muy corto, pues lo siguiente a la risa de sus amigos que escuchó fue un grito de su entrenador. Él miró a todos sus amigos quienes le desearon toda la suerte del mundo.
—Tú puedes Sunghoon. Confía en ti, y recuerda que no importa el puesto. Importa tu esfuerzo. —Nayoung lo abrazó y todos hicieron bulla atrás—. Ustedes los hombres son tan molestos.
Los participantes de su categoría fueron divididos en pequeños grupos mientras entrenaban los programas en la pista. Sunghoon alcanzó a ver a su madre y hermana, quienes le levantaron la mano para saludarlo. Él sonrió, sabía que las tenía siempre.
. . .
—Jay ¿dónde estás? —Jake preguntó por su teléfono. Nayoung escuchó el nombre y se puso un poco tensa, pero intento disimularlo—. Si, yo se que tu hermana ya se presentó pero tu madre te está buscando.
Las miradas de todos estaban sobre Jake, en especial la de Jungwon y Nayoung.
—Jake hyung ¿qué pasa con Jay hyung? ¿Está bien? —La preocupación crecía sobre el menor—. ¿Él está..?
—No sé, se escucha estresado. No se si esté bien Jungwon. —Jake mordió su labio inferior. Luego miró a Nayoung. Ella era la última opción—. Jay no ha estado bien últimamente. Sus niveles de ansiedad suben bastante, parece su última opción.
— ¿Jay volvió a...? —Nayoung preguntó y Jake asintió.
—Nayoung, eres la única que puede hacer algo. Jungwon y yo intentamos hablarle, pero no podemos hacer que entre en razón.
. . .
— ¡Park Sunghoon! —Sunghoon escuchó su nombre y entró a la pista. Dio unas vueltas e hizo pequeños saltos antes de acomodarse en su lugar.
Miró a la gradería. Estaban todos gritando por él, pero no la vio a ella. Cerró sus ojos y esperó a que la música comenzará a escucharse. No podía esperar más tiempo.
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