CAPÍTULO 12

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—Vamos contesta —Sunghoon dijo moviendo su pie desesperado—. Ni siquiera es tan tarde Dios.

El télefono hizo dos timbres más, Sunghoon pensaba que ya no iba a tener caso y pensaba en colgar. Un huevo no podía importarle tanto, solo era eso, un huevo. Si algo le pasaba podían simplemente comprar otro ¿no es así?

— ¿Con quién hablo? —Una voz al otro lado de la línea fue escuchada por Sunghoon—. ¿Hola? ¿Quién es?

"¿Quién te mandó a hablar con gente del extranjero?"

"Te dije que hablar con ese tal Riki te iba a traer viejos ochenteros"

Eso fue lo que Sunghoon escuchó y rió por los comentarios de quienes aparentaban ser los amigos de Nayoung.

—Shh callense. —Nayoung volvió a decir—. ¿Con quién hablo? Responda ya por favor o cuelgo.

—Hola —Sunghoon respondió y escuchó resoplido por su télefono—. Si Bae, yo soy yo, y tampoco estoy muy feliz de hablar contigo.

Sunghoon escuchaba las voces de los amigos de Nayoung en el fondo. Rodó los ojos al saber que su charla no sería del todo privada como esperaba.

— ¿Cómo tienes mi número? —Nayoung le preguntó.

—Jake me lo pasó... —Sunghoon iba a seguir hablando, pero Nayoung lo cortó.

— ¿Como que Jake? —La chica exclamó—. ¿Por qué Jake tiene mi número? ¿Cómo lo consiguió? ¿Qué? No tiene sentido.

—Ya calmate, tu novio se lo dió a Jake por si algo te pasaba alguna vez... —Sunghoon dijo—, a no ser que los tengas a los dos de novio.

Sunghoon bromeó, pensando que el chiste sería gracioso, mala fue su suerte que no le dio gracia a nadie más que solo él. Hubo un silencio incomodo entre ellos dos y a él no se le ocurría otra manera de arreglarlo.

— ¿Me estás jodiendo Park? —Nayoung escupió enojada.

—No, no lo decía así...

—No claro, no querías. —La chica lo cortó—. ¿Apenas me conoces y ya me tachas de zorra? Obvio ¿que más iba a esperar de ti Park?

—No... —Sunghoon iba a hablar pero fue interrumpido de nuevo. El chico mordió su labio de nuevo, esta vez tenía miedo de haberse pasado.

Pero ella lo había empezado todo.

— ¿Qué quieres? —Cambia ella de tema bruscamente—. ¿Para qué llamas? ¿Para insultarme?

—No. —Sunghoon respondió—. ¿Tienes el huevo?

Sunghoon cruzó sus dedos esperando que la respuesta fuera la que él esperaba. Llevó su mano al rostro mordió una de sus uñas.

—No lo tengo Park. —La voz de Nayoung sonaba bastante seria. Sunghoon sintió un poco de culpa—. Te deje el huevo a ti. ¿Por qué preguntas?

—No, yo te lo pase a ti. —Sunghoon dijo—. Después de avergonzarme enfrente de todo el salón, pensé que tendrías un poco de empatía.

—Sunghoon yo no tengo el maldito huevo. Te lo repito, te lo dejé a ti. Si el huevo no esta mañana en la escuela será tu culpa Park Sunghoon. —Dijo y colgó.

—Auch. —Sunghoon dijo y bajó su teléfono. Comenzó a revisarlo de nuevo y vió al número de la chica en línea.

Iba a escribirle. Tenía la intención de terminar con la conversación, nadie deja a Park Sunghoon con la palabra en la boca ¿no es así? El no se podía dejar, tenía que defenderse, no podía ser avergonzado dos veces en un mismo día.

— ¿Por qué la cara larga? —Escuchó a su madre llamar—. ¿Peleaste con Heeseung?

Sunghoon negó con su cabeza. Ni siquiera había hablado con Heeseung.

— ¿Jake? ¿Jungwon? —Sunghoon negó de nuevo—. ¿Entonces qué pasa?

Su madre se sentó de nuevo en la cama de su hijo. Sunghoon rezaba porque se fuera pronto. Quería estar solo. Amaba a su madre, era la mujer que más quería —claro que le decía lo contrario a su hermana— pero ahora mismo no andaba con el mejor ánimo.

— ¿Recuerdas que te dije que me había tocado con Bae Nayoung? —Preguntó y su madre asintió—. Bueno, quizás ella dijo algo que me molesto hoy y ahorita que le hable pensé que devolverla iba a ser una buena idea, pero siento que me pase.

— ¿Qué le dijiste? —Sunghoon recogió sus hombros.

—Le dije que Jake me había pasado su número y ella me preguntó que como Jake lo iba a tener. Yo le dije que fue porque una vez su novio Jay se lo pasó por si le pasaba algo, pero estaba jugando y le dije que a no ser que estuviera con los dos. Ella se enojó y pensó que le dije que ella era una fácil. —Sunghoon sintió que su madre le pegó—. ¡Mamá ella fue la que se ofendió!

—Ni se te ocurra decirle fácil a una mujer. Nunca en tu vida. —Su madre le pegó de nuevo y Sunghoon hizo un puchero—. ¿Qué te dijo ella?

—Me dijo que me faltaban huevos para enfrentar mis responsabilidades.

— Pues tiene razón ¿cómo te va a ofender eso? —Su madre se burló de él—. Discúlpate con ella, yo no crié a un cobarde y menos a un patán.

— ¿Por donde? ¿Por chat? —La mujer asintió—. Pero ni siquiera nos llevamos bien para empezar.

—Y ahora no se van a llevar mejor Sunghoon. —Su madre dijo—. ¿Qué esperas? Discúlpate.

 ¿Qué esperas? Discúlpate

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