Existía una manera de saber que tan compatible eres con las personas. Nayoung creía ser perfectamente compatible con su pareja. Sunghoon estaba convencido de que no era compatible con nadie.
Lindo es el destino que une a las personas menos esperada...
La mañana siguiente fue un martirio para Nayoung, sus ojos parecían haber sido inyectados con sangre y estaban hinchados ¿qué esperaba después de haber llorado tanto? Así que una vez terminó de alistarse, usó un poco más de maquillaje de lo normal, así quizás intentaba disimular un poco.
Claro que eso no solucionaría sus problemas, y menos como ahora no se podría librar de ver a Jay, o a Sunghoon. Ella esperaba que los rumores no hubieran volado tan rápido.
Sunoo le había mandado un mensaje temprano diciéndole que la recogería diez minutos antes de lo habitual, porque tenía cosas que hacer y entregar luego de haber faltado. Mal momento para no saber conducir.
Nayoung se sintió mal por haber rechazado los mensajes de Riki la noche anterior. Se sentía mal por haber ignorado a su familia en la tarde, se sentía mal de haber terminado con su novio. Desde un inicio supo lo estúpido que sería romper por un número, realmente no esperaba que todo terminaría de esa manera.
— ¿Estás bien? —Sunoo le preguntó. Nayoung asintió—. Vamos Na, te conozco bien ¿qué pasó?
—Jay y yo... terminamos. —Nayoung tomó un suspiro y desvió su mirada, Sunoo abrió la boca, no salió ni una sola palabra—. Pero bueno, en algún punto tendría que pasar ¿no es así? Las relaciones largas no son infinitas, todo siempre debe llegar a su fin.
Era más que obvio que todavía le dolía. Pero ella tenía que ser fuerte ¿no es así? Bae Nayoung no podía mostrarse débil frente a nadie, a ella no le gustaba eso.
—Mira, no se que decirte... —Sunoo dijo por lo bajo y comenzó a conducir yendo al colegio—. Te juro que no pensé que pasaría esto. ¿Por qué no llamaste? Pude haber venido.
—No te preocupes por eso, alguien me llevó a casa.
— ¿Alguien? —Sunoo preguntó alzando una ceja—. Ese alguien es ¿Park Sunghoon? ¿Se llevan bien ahora?
—Sí, igual supongo que solo estaba siendo amable. —Nayoung no le dio importancia.
El día no fue el mejor. Por donde sea que pasaba, siempre había alguien que la miraba. Cuando llegó a su aula de clases ¿la gente sabía? Quizás, y eso era incómodo.
—Sunghoon... gracias. —Nayoung habló. Sunghoon se volteó y sonrió—. No tenías que quedarte, no quise ser una molestia de nuevo.
—No fuiste ninguna molestia ¿estás bien?
— ¿Por qué todo el mundo me pregunta eso? —Nayoung preguntó y sacó su teléfono de su bolsillo—. ¿Tan mal me veo?
—No, no te ves mal. Solo preguntaba.
—Demasiado cortés Park Sunghoon —Nayoung rió, Sunghoon sonrió y siguió escribiendo en su cuaderno—. Me alegra que ya nos llevemos bien Park, gracias.
—No agradezcas nada.
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Amo cualquier cosa que haga Jake. La existencia de Jaeyun es mi alegría.
