— ¡Nayoung unnie más rápido que mi hermano ya va a llegar! —la hermanita de Sunghoon estaba casi corriendo mientras le hablaba la mano a Nayoung.—Minyoung por favor ve más despacio que vas a lastimar a Nayoung. —La niña miró a su madre con un puchero en su boca e hizo caso. No podía causar ningún problema antes de que su hermano llegara.
Nayoung estaba nerviosa y feliz al mismo tiempo. Quería ver a Sunghoon en vida real, se había cansado de solo verlo en la pantalla de su teléfono cuando hacían videollamadas o solo escuchar su voz al otro lado de la línea. Sin embargo, ella no era la única que esperaba con ansias a Sunghoon. La madre del chico estaba muy emocionada por ver a su hijo, lo mismo pasaba con la hermanita de Hoon.
Antes de llegar al aeropuerto, Nayoung recibió una llamada por parte de Heeseung, anunciándole que este se iba a demorar porque estaba haciendo cosas importantes en la universidad. Afortunadamente, Heeseung le dijo que llegaría antes que el avión de Sunghoon aterrizara y estaría ahí con ellos en ese momento.
El tiempo pasaba lento mientras que el sol caía detrás de ellos. No falta mucho, no falta mucho tranquila. Era lo que Nayoung se repetía una y otra vez. A veces ella se odiaba por sobre pensar tanto las cosas y más cuando pensaba en horribles situaciones posibles. ¿Y si se cayó el avión de regreso? ¿Lo habrán retrasado? ¿Y si Sunghoon nunca vuelve y decide tener una vida en Canadá?
Fue en ese preciso momento en el cual una cabellera negra y algo despeinada se vio entre la multitud. Luego, el mismo rostro de niño recién levantado que vio la primera vez que se quedó a dormir donde él se acercaba cada vez más. Era Sunghoon, se veía sano y salvo... y algo encartado con las miles de maletas que llevaba.
— ¡Sunghoon! —Minyoung corrió hacia su hermano mayor y se abrazó a él como un koala. Sunghoon palmeó suavemente la cabeza de su hermana y le regresó el abrazo. Nayoung siempre había sido fan de la tierna relación que Sunghoon y Minyoung tenían.
Una vez la niña soltó a su hermano, él pasó a saludar a los demás. Empezando por su madre, la cual soltó varias lágrimas mientras veía a su hijo de nuevo, le había hecho tanta falta y estaba feliz de saber que estaba de vuelta. Después, saludó a Heeseung. El mayor envolvió a Sunghoon en un abrazo y le palmeó la espalda un par de veces.
La última fue Nayoung, quien se había escondido detrás de las personas pensando que hacer. Se sentía muy nerviosa, siempre se sentía nerviosa cuando veía a Sunghoon. El año en el que ellos se conocieron los dos cumplieron 18, e incluso dos años después cuando ella tenía 20 y Sunghoon próximo a cumplirlos también, se seguía sintiendo nerviosa.
Pero su corazón comenzó a latir más rápido cuando sus ojos se juntaron con los de él. No se había dado cuenta de lo mucho que lo había extrañado hasta que sintió el calor de su abrazo.
. . .
Sunghoon y Nayoung salieron a la semana siguiente. Era diciembre y la nieve comenzaba a caer devorando cada techo de los lugares. Villancicos se escuchaban en cada tienda y el olor a jengibre de las galletas era el más cautivador.
Hace un año Sunghoon le había regalado la cadena del corazón. Durante todo el tiempo que él no estuvo, Nayoung nunca se la quitó. Se sentía todavía más vacío recordarlo.
Los dos caminaron en silencio bajo la nieve. Nayoung se prendió de gancho a Sunghoon porque el frío comenzaba a congelarla. El chico acarició su cabeza y esperó para el momento perfecto.
Sunghoon venía planeando algo desde que habló con Mark. Se confesaría. Había pasado más de un año y el seguía sintiendo algo más que un simple cariño de amistad hacia Nayoung. Claro que el miedo era una voz que le decía que no lo hiciera, que arruinaría todo. Pero Sunghoon decidió no hacerle caso, sabía que su vida era una, y si no lo hacía en ese momento, a lo mejor se arrepentiría después.
Suspiró y recordó el mensaje de Mark "Good luck bro. Everything is going to be alright, I'm sure she likes you back👍👍" A lo mejor y esta esta sería su oportunidad, no la única. Pero la oportunidad donde no había nadie más y se sentiría menos nervioso.
—Oye Na ¿puedo decirte algo? —preguntó.
—Si claro. Dime ¿algo malo pasó? ¿Estás bien? —Sunghoon asintió y sonrió. Nayoung suavizó su rostro y lo miró con la cabeza inclinada y una sonrisa.
Tu puedes...
Se dijo a sí mismo y se armó de valor.— ¿Has oído la expresión con la que Andrew Garfield describió a Emma Stone? —Sunghoon tomó las manos de Nayoung y unió la mirada de la chica con la suya—. Tú eres mi shot de expreso, eres la persona que me hace feliz Bae Nayoung. Eres un ángel que cayó del cielo, eres preciosa y amorosa. Nunca pensé que conocería a alguien como tú en mi vida. De verdad ya no me imagino una vida sin ti, sin tu sonrisa o tu risa, sin tus abrazos y palabras. Sabes que soy pésimo con las palabras, pero realmente me gustas.
Sunghoon iba a seguir hablando, pero unas manos se soltaron de las suyas y llegaron a su rostro. En un solo parpadeo sintió algo suave en sus labios, eran los de Nayoung. Los dos chicos se dejaron envolver en aquel beso, sin importar lo que pasaba alrededor de ellos se concentraron en el otro. Sunghoon luego llevó sus manos a la cintura de la chica y dejaron que el amor hiciera lo suyo. Se sentía como si fuegos artificiales explotaran en su pecho y entorno, la felicidad llenó su ser y deseaba que ese momento no se acabara nunca.
Finalmente el beso terminó y los dejó a los fijos mirándose el uno al otro. Nayoung sonrió.
—Tu también me gustas Park Sunghoon. Me gustas más de lo que crees.
Fin.
Gente ahora si puedo decir que se acabó el libro.
Espero les haya gustado bastante.
De nuevo, gracias por leer.
ESTÁS LEYENDO
𝟭𝟬𝟬 | SUNGHOON ✔️
FanfictionExistía una manera de saber que tan compatible eres con las personas. Nayoung creía ser perfectamente compatible con su pareja. Sunghoon estaba convencido de que no era compatible con nadie. Lindo es el destino que une a las personas menos esperada...