NOTA FINAL

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Nathaly: Me diste vida en tu cabeza, me acompañaste en esta carrera, me viste caer, quebrarme, llorar, y levantarme para seguir corriendo; ahora es tu turno de emprender la carrera, quiero ver que te pongas de pie cuando caigas, quiero verte sonreír cuando la tormenta llueva en tu corazón, quiero verte brillar, porque yo soy una estrella agonizante, pero tu eres un cometa. Yo creo en ti.

Mara: ¿Belleza? ¿Hay un concepto o ejemplo perfecto? Sí, mírate al espejo y verás la figura que define esa palabra. Eres tú mayor ejemplo a seguir, tienes talento, fuerza, resiliencia, valor, una personalidad imposible de copiar; eres fantástica (o); tu me viste llegar alto, ahora yo anhelo ver que la confianza en ti mismo escale hasta la cima, y que seas feliz. Porque mereces ser feliz.

Y descuida, yo estoy aquí, aun debo contarte cómo inició mi historia...

Danny: Hola, preciosa, y hola a ti también, precioso, ya sabes que soy un hombre de pocas palabras, así que resumiré mi mensaje en que: Haz lo que te gusta, estudia lo que te gusta, escribe sobre lo que te guste, canta la música que te guste, y que te importe un reverendo pepino lo que opine la sociedad o incluso tu familia, ya ellos vivieron, ahora te toca a ti.

Selena: No hay nada de malo en querer darte cariño, pintar tu cabello, ejercitarte, ponerte lentes de contacto azules. Si te hace feliz ¿Qué te detiene? Pero que tu impulso al cambio no sean las personas a tu alrededor, que sea por ti, porque tú no necesitas una piel sin acné para agradarles, tu necesitas agradarte a ti. Si tú te quieres, entonces todo estará bien, porque no hay nada que no pueda lograr el amor propio.

Víctor: ¿Ya es mi turno? Pues genial, así cerramos con broche de oro... Hola guapas y guapos, yo no soy muy bueno con las palabras, pero aquí voy. El perdón... No hay nada más complicado en esta jodida vida que perdonar; porque solo entran ganas de golpear y matar gente, pero te aseguro que no es la solución. Tómate el tiempo para sanar, para liberar, para hablar las cosas y para perdonar, y verás como empiezas a sentirte mucho mejor... Sé que en este momento estás negando con la cabeza y diciéndome que no perdonarás al desgraciado que te hizo daño, pero al menos lo intenté, ¿no? Ahora...Tu lo sostienes y yo lo golpeo.

MARE GARRIDO: ¡Ya Víctor, así no era! Que problema con este hombre... Bueno, motitas de algodón, ya los personajes les dijeron todo, y a mí solo me queda agradecerles por permanecer aquí y apoyarme desde el inicio, si en algún momento necesitan ser escuchados puede venir a mí, yo los oiré, no están solos.

Hasta luego, estrellas <3

Una estrella agonizante ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora