A los segundos aparece aquel hombre que tanto daño me ha hecho. Está claramente más viejo, su cabello negro se ha esfumado ya que está completamente rapado. Las arrugas de su rostro son más marcadas, además sus facciones están mucho más demacradas. Esta más delgado y en su mano derecha tiene una enorme cicatriz, seguramente ocupo puntadas quirúrgicas.
Se sienta frente a mi con solo una mesa poniendo distancia entre nosotros. Su mirada sigue siendo igual de terrorífica, pero me obligo a mantener mi mentón alto porque estoy decidida a no mostrarle ni una pizca de miedo.
Él ladea la cabeza analizándome detenidamente.
-Te has dejado el cabello suelto -dice con la voz ronca
Pero yo simplemente permanezco callada.
-También te lo has teñido, está más claro -suspira -¿No piensas responderle a tu padre? -dice amenazante
-No creo que me hayas amenazado obligándome a venir hasta aquí para hablar de mi cabello
Sonríe satisfecho.
-Anhelaba escuchar tu voz
-Lamento decirte que el sentimiento no es mutuo
-Mira en que valiente gallito te has convertido -dice riendo -Recuerdo cuando eras como un conejo asustadizo, al que manipulaba a mi antojo
-¿Qué es lo que quieres?
-Dinero, debo mucho dinero a personas peligrosas aquí en prisión y tu tienes que ayudarme
-No voy a darte ni un solo peso
-Es tu obligación, soy tu padre
-Tú no eres mi padre, eres un viejo abusivo y descarado, ¿Cómo puedes si quiera imaginar que voy a ayudarte después del infierno que me hacías pasar cada día de mi existencia?
-No me hables en ese tono -dice amenazante
-Te hablo como se me da la gana, no vas a manipularme ni voy a acobardarme frente a ti, esa Savanna asustadiza, temerosa a la que podías someter y abusar de ella sin contemplaciones se ha convertido en una mujer fuerte que no se deja manipular por nada ni nadie -lo miro -Ni siquiera por ti
La furia con la que este hombre estaba mirándome era evidente, en otros tiempos ya estaría sobre mí, abusando de mi o golpeándome hasta dejarme tirada en el piso.
-Necesito tu ayuda malagradecida -dice lentamente, con ese acento amenazante que lo caracteriza tanto en mis recuerdos oscuros -Debo mucho dinero, se que tú y tu esposo son ricos y tienen mucha plata, puedes ayudarme si lo quieres
-Pero no quiero, esa es la cuestión
-Dame dinero maldita perra
-No tendrás ni un solo centavo de mi parte maldito enfermo
Golpea con gran estruendo la mesa y hace que mi corazón de un vuelco y que mi sangre se ponga como hielo. Las piernas comienzan a temblarme pero me obligo a no bajar la mirada.
-Dame dinero y a cambio te doy información
-¿Información?
-Sobre todas las dudas que tienes en esa cabeza... que solo yo puedo responder
-No voy a entrar en tu juego perverso
-No es ningún juego, estamos negociando estúpida, dinero por información
-Vuelve a llamarme estúpida o cualquier otro insulto y te juro que no vuelves a verme en tu miserable y asquerosa vida -le digo en tono amenazador también
Puedo notar que ha creído mi tono de voz y por primera vez en nuestras vidas es él quien baja la mirada.
-Eres mi hija biológica, tu creciste de mis entrañas y de las de tu madre
La piel se me eriza cuando menciona a mi madre, porque prácticamente no se nada de ella, solo tengo de vez en cuando un sueño con una mujer tierna y cariñosa, pero estoy convencida de que es mi imaginación tratando de ocupar un vacío que hay dentro de mí.
-Ella era una mujer hermosa como en la que te estas convirtiendo -dice mientras aprieta la quijada con fuerza -Pero me fue infiel la maldita perra, la encontré en brazos de otro hombre -me mira -Maté a ese hombre con mis propias manos y a ella la golpee hasta dejarla inconsciente
Un nudo se forma en mi garganta.
-Escondí el maldito cadáver y amenacé a tu madre, la deje amarrada en el sótano con unas gruesas cadenas -dice como si fuera un gran orgullo haber hecho eso -Mientras ella pensaba en todo lo malo que había perdido por su calentura, yo te cuidaba, eras apenas una niña -suspira -Se me olvidó bajarle de comer en cinco días estaba muy débil y cuando baje verla la tome del cabello con fuerza y le dije que cada día eras más bella, que serías mi mujer cuando llegara tu primera menstruación y que te gozaría como jamás había gozado a una mujer
Su lenguaje tan crudo hace que mis ojos se llenen de lágrimas.
-La muy perra se arrastró mientras gritaba, pero no me alcanzó porque las cadenas se lo impedían -dice riendo -Me alejé y al día siguiente ella estaba muerta, se había matado ella misma
Un golpe en mi pecho crece y me sofoca. Mi madre se suicido.
-No soportó la idea de no poder salvarte de mí
-Eres un monstruo asqueroso, eres tan despiadado, tan miserable
-Ella fue quién me engañó, si hubiera sido fiel y una buena esposa, obediente como tú lo eras o al menos hasta que conociste a ese par de idiotas que se mudaron enfrente de nuestra casa -me mira con seriedad -Nada de eso habría pasado
-¿En donde la enterraste? -le digo con odio
-No lo recuerdo, la tiré en un bosque desolado y lleno de fieras hambrientas
Limpio mis lágrimas con brusquedad y trato de controlar mi respiración.
-¿Qué fue lo que hiciste con Olivia?
-Esa perra resultó ser más lista que yo -dice furioso -Después de golpearla por la rabia que sentía cuando te largaste con los Anderson ese fin de semana, salió corriendo a media noche dejando sus cosas, mientras yo dormía
-¿Sabes donde está?
-Seguramente en un prostíbulo, no sirve para otra cosa o quizá muerta... sinceramente no lo sé y no me importa
La cruda realidad era más fuerte de lo que creía... todo esto me estaba superando, mi espíritu inquebrantable con el que me había presentado frente a él, comenzaba a flaquear.
-Desde que que empezaste a desarrollarte empezaste a atraer mi atención -dice asquerosamente mientras muerde sus labios -Tenía que controlarte y el miedo fue mi mejor aliado, no hacías nada sin que yo no lo permitiera, eras tan vulnerable... tan tiernita
-Cállate -le digo firme y con odio -Ya escuche lo que me interesaba saber
-Falta un detalle
-¿Y cuál es? -le digo completamente repudiada
-Porque nunca quedaste embaraza de papi
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Déjame Sanarte
Teen FictionUna chica con un pasado y un presente de lo peor. Vive prácticamente en la oscuridad y la desgracia se ha convertido en su mejor amiga. Sin amigos, sin vida social, al cuidado de su padre borracho y su madrastra drogadicta. Sin hermanos ni en nadie...