Déjame Sanarte

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Cenamos todos en familia, esto era más que increíble, mucho mejor de lo que pude llegar a imaginar, todos eran tan unidos y bromeaban mientras contaban anécdotas graciosas.

-Recuerdas Nick cuando Owen y Keira se vistieron de gatitos para Halloween -dice la señora Dalia 

-MAMÁ -dice Owen y Keira al mismo tiempo en reclamo 

Todos comenzamos a reír.

-Eran tan tiernos -dice el señor Nick

-PAPÁ -dicen Owen y Keira

-Tienes que ver las fotos, si o si -me dice la señora Dalia

-Sería genial -le digo con una sonrisa

-Perfecto, llegando del viaje las verás

-De acuerdo

Seguimos hablando de cosas sin importancia para ellos pero para mi era todo lo contrario.

-¿Papá los vecinos aún tienen caballos? -le pregunta Owen a su padre

-Sí, creo que si, ¿Por qué?

-¿Mañana podemos ir a montar?

-Claro que si -dice el papá emocionado

-Hace años que no monto -dice la señora Dalia

-Si, montaremos como nunca -dice Keira feliz

-Tranquila yo te enseño -me dice Owen en susurro

Lo miro y me guiña un ojo.

-Creo que es tiempo de ir a dormir -dice Keira

-Yo ayudo a limpiar la mesa -le digo mientras me paro y comienzo a recoger

-No Savanna, de eso me encargo yo -dice la señora Dalia

-De verdad no hay problema -le digo -Yo puedo ayudarla y así usted se va a descansar 

-Nick y yo lo hacemos, ustedes tres a dormir -nos señala

-¿Segura? -le pregunto no muy convencida

-Completamente segura

Keira me lleva hasta la habitación tomando mi mano con gentileza. 

-¿Keira podemos hablar? -le dice Owen a Keira

-Yo los dejo solos -les digo y me meto a la habitación

Busco mi mochila pero no encuentro nada, veo un ropero y me atrevo a abrirlo, pero no es mi ropa es la de Keira. Ella entra y me mira.

-Lo siento, es que estaba buscando mi ropa

-Esta en el cajón de arriba -me dice con una sonrisa -¿Sabes qué me dijo mi hermano?

Niego con la cabeza.

-Me dijo que cada día le gustas más -dice con media sonrisa -¿Qué le diste para que este tan clavado contigo?

-Nada -le digo riendo

-Me dijo que lo ayude a conquistarte -dice levantando ambas cejas de arriba a abajo varias veces, completamente emocionada y conteniendo un grito de alegría 

-Keira, necesito que tu me ayudes a alejarlo

-Creo que eso ya es tarde

-¿Por qué lo dices?

-De verdad esta enamorado de ti, ya no solo le gustas, ya está enamorado de ti

-Pero Keira tu sabes que eso no puede pasar, ni siquiera tolero que me toque una mano