Déjame Sanarte

~ 9 ~

*** Narra Savanna ***

Llego a mi casa después de la escuela pero al entrar y dirigirme a la cocina veo a Olivia frente a la estufa.

-¿Estás cocinando? -le pregunto realmente sorprendida

-Si, así es, no te preocupes por hoy de la comida ni de la cena

-¿Te sientes bien? -le pregunto confundida

-Si, es solo que vi unas recetas en internet y quise prepararlas yo misma

-¿Sabes a que hora va a llegar mi padre?

-Llega hasta las ocho, me lo confirmó esta mañana 

-¿Crees que podría ir a hacer un trabajo para la escuela?

-Por supuesto ¿Dónde será? ¿Necesitas que te lleve?

-Es en la casa de los vecinos Anderson, en frente

-¿Con los nuevos?

Asiento con la cabeza.

-Si, vete yo me encargo de todo en la casa

-Okey, nos vemos

Subo a mi habitación, tomo hojas blancas y de colores, mis marcadores, cinta y otras cositas que podemos llegar a utilizar.

Salgo de la casa y cruzo la calle para llegar a la casa de la familia Anderson. Respiro hondo y toco el timbre con nerviosismo.

En segundos habré la puerta Keira con una gran sonrisa.

-Hola -le digo

-Hola Savanna, pasa, mi hermano está en la sala esperándote

-Gracias

-Nos vemos pronto

Sale de la casa con su mochila, supongo que iría a hacer su trabajo en equipo, entro a la casa y camino hasta la sala

-Hola -le digo a Owen

-Hola Savanna, pasa, siéntate estás en tu casa

<<¿Por qué este chico me trata tan bien?>> 

Y luego con lo que me dijo en la escuela, su simple mirada o que me preste atención me pone a temblar, pero no de miedo, sino de nervios.

Me siento en el sillón contrario al que él esta sentado.

-¿Quieres que empecemos o esperamos a Esmeralda?

-Creo que podríamos empezar nosotros

-Veo que tienes prisa en irte -me dice con una sonrisa

-No es eso -le digo mientras lo miro

-¿Entonces?

-No pedí permiso de venir

-¿Por qué? -me pregunta confundido

-Porque mi papá no esta en la casa

-Esta bien, en ese caso empecemos

Owen prende su laptop y se sienta a mi lado y percibo enseguida su perfume tan varonil y realmente delicioso.

Saco esas ideas de mi torpe cabeza y me concentro en el trabajo.

Abrimos miles de paginas en internet, nuestra investigación era bastante buena, ya llevábamos 3 horas y teníamos el trabajo a la mitad. Pero Esmeralda no llegaba. 

-Que raro que Esmeralda no haya llegado aún

-Apuesto a que preferirías más su presencia que la mía -le digo sin mirarlo