Déjame Sanarte

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Llegamos a la oficina de Montoya, esta era mucho más espaciosa que la de Robles, además tenía un escritorio de cristal muy moderno, aunque siendo sincera todo lo era, un librero blanco y resplandeciente, el piso blanco impecable, los muebles negros y un gran ventanal de casi todo el tamaño de la pared que daba vista a la ciudad.

-Bienvenidos -dice Montoya -Me contaron del atentado que tuvieron mientras manejaban

-Si -le digo

-Es una gran noticia saber que están bien, para no entretenerlos mucho quiero decirles porque los cite aquí y es porque quiero mantenerlos al tanto de los avances conforme al caso

-De acuerdo

Todos nos sentamos en unos sillones que tenía Montoya en su oficina.

-Bueno, primero estoy seguro de que el oficial Robles les contó que no han atrapado a tu padre

Asentimos todos con la cabeza.

-Perfecto, entonces sabrán que se convirtió en un fugitivo de la justicia y eso lo perjudica aún más, porque lo hace ver culpable y se entiende que es por eso que huye de la justicia. El segundo punto es que, como no lo han capturado, no podemos empezar los análisis para saber si es tu padre biológico, por lo que nos llevará mas tiempo del esperado y no tendremos las pruebas para el día del juicio. Tercero tu orden de alejamiento está terminada y tu padre no puede acercarse a ti, tiene que estar a 100 metros de ti como mínimo o va preso.

-Muchas gracias -le digo

Aunque se que no servirá de mucho, pues mi padre no tiene limites al momento de conseguir lo que quiere.

-Cuarto, tenemos a oficiales que están rondando por el edificio donde te estás alojando, lo que significa que están protegidos y no tienen de que preocuparse

-Eso es un alivió -dice Keira

-Y por último les debo una disculpa, el día del incidente no pude contestar su llamada, ese día tenía un caso muy importante y mi celular se quedó en mi oficina mientras estaba cenando con mis clientes

-No importa, eso ya es pasado

-Bueno eso es todo lo que tengo por ahora

-Es más que suficiente -le digo

-Bueno si puedo ayudarlos en otra cosa estoy a sus ordenes

-Muchas gracias -le dice el señor Nick

Salimos y vamos de nuevo al departamento.

-¿Puedo ir a comprar cereal? -pregunta Keira

-No -dice su mamá

-Vamos mamá no va a pasarme nada, iré a la tienda que esta a dos calles

-Dile a Owen que te acompañe -dice la señora Dalia

-Se esta bañando y mi padre ya se fue a su trabajo

-¿Savanna puedes ir con ella?

-Claro que sí -le digo

-No, no es necesario, puedo ir sola a comprar un maldito cereal, mamá no va a pasarme nada, no hay que ser paranoicos, está a dos calles no va a ocurrir nada malo

-Keira te puedo acompañar no hay problema -insisto

-No es necesario, de verdad yo puedo ir, confíen en mí -dice algo desesperada -Traigo mi celular, si quieres te marco cuando llegue a la tienda, cuando me venga, cuando vaya a cruzar la calle...

-Está bien Keira ve, pero no te tardes

-Gracias -dice feliz y sale

-Ay esa niña no tiene remedio -dice su mamá suspirando -Ven Savanna ayúdame a preparar la cena