Llego a la escuela y voy directo a mi asiento en la silla del fondo, donde prácticamente soy invisible para los demás.
Entra el profesor de Historia con dos minutos de retraso y comienza con su clase directamente sin molestarse si quiera en dar los buenos días, pero es interrumpido por un chico de otro salón.
-Disculpe maestro pero la directora solicita la presencia de una de sus alumnas
-Por supuesto ¿De quien se trata? -pregunta mi profesor
-Savanna Gómez
Levanto la mirada, esa soy yo.
-Señorita Savanna -me dice el profesor señalándome la salida del salón
Me levanto y camino por los pasillos de la escuela hasta la dirección que estaba hasta el fondo de la planta baja del primer edificio.
-Buenos días -le digo a la secretaria -La directora me mando llamar
-Claro te esta esperando, entra sin tocar
Asiento y entro sin tocar tal como me dijo la secretaria que lo hiciera.
-¿Me mando llamar? -preguntó una vez dentro
-Si Savanna, toma asiento
Me siento en la silla que esta enfrente de ella.
-¿Cómo has estado? -me pregunta
-Bien
-¿Y tu padre?
-Supongo que bien
-¿Supones? ¿Pasa algo?
-Casi no lo veo
-¿Estás con Olivia la mayoría de tu tiempo?
Asiento con la cabeza sin ninguna expresión sobre el rostro.
-¿Y cómo te la llevas con ella?
-Bien -mentí
-¿Te estarás preguntando por qué te mande llamar?
-Si -le digo sincera
-Son dos motivos, el primero es que tu padre no ha asistido a ninguna junta para padres de familia
-Tiene mucho trabajo
-Estás mintiendo Savanna, puedo verlo en tus ojos, de todas maneras tendrás tus motivos para no platicarme la verdadera razón
Simplemente dirijo mi mirada al escritorio.
-Y el segundo motivo es porque me gustaría que me ayudaras con dos chicos que se integran a nuestra escuela, sus padres fueron transferidos, por lo tanto, necesito a alguien que les de un recorrido por la escuela y además a alguien para que los ayude a incorporarse
-¿Y yo por qué? Soy la menos indicada para eso
-Savanna, es momento de que hagas amigos
-Estoy bien sola
-No es bueno estar sola, necesitas convivir
Suspiré, siempre me decía lo mismo, pero ella no entendía absolutamente nada.
-Te lo pido como un favor
La mire y asentí, más por obligación que por ganas sinceramente.
-Perfecto -dijo con una enorme sonrisa y comenzó a marcar un número en el teléfono sobre su escritorio -Diles que pasen -dice emocionada por el teléfono y después cuelga
Me mira sonriendo, finjo una sonrisa que más bien parece mueca. A los segundos se escucha que abren la puerta y unos pasos detrás de mi. La directora se pone de pie y yo hago exactamente lo mismo. Camina hasta dos chicos que parecen gemelos, pero versión hombre y mujer.
ESTÁS LEYENDO
Déjame Sanarte
Teen FictionUna chica con un pasado y un presente de lo peor. Vive prácticamente en la oscuridad y la desgracia se ha convertido en su mejor amiga. Sin amigos, sin vida social, al cuidado de su padre borracho y su madrastra drogadicta. Sin hermanos ni en nadie...