Déjame Sanarte

~ 37 ~

Sé que esta mal lo que estoy a punto de hacer, pero desbloqueo el celular y abro el mensaje. Lo leo nuevamente pero lo que me sorprende más es que dice que "Keira" fue quién lo mandó. 

Otro mensaje llega desde el mismo contacto. 

"EL TIEMPO CORRE MI QUERIDO OWEN, ENTRAGALA Y YO TE ENTREGO A TU HERMANITA"

En definitiva Keira no era la que estaba escribiendo. Llega otro mensaje. 

"¿SACRIFICARAS A TU HERMANA POR UN CHICA QUE NO VALE LA PENA?" 

<<¿Pero que rayos estaba pasando aquí?>>

"SOLO DIME DONDE LA ENCUENTRO" 

"SABES QUE ELLA ME PERTENECE, USA LA CABEZA O TU HERMANITA SUFRIRÁ LAS CONSECUENCIAS" 

"ENTRÉGAME A SAVANNA ANTES DE QUE LE HAGA A TU HERMANITA LO QUE LE HACÍA A MI HIJITA" 

Mi padre tenía a Keira ¿Por qué Owen no me lo dijo? Estoy segura de que él lo sabía, al que estaba maldiciendo Owen en la noche antes de que entrara a la habitación era mi padre. No voy a permitir que dañen a Keira cueste lo que me cueste. Me armo de valor y le respondo. 

"¿Dónde nos vemos?"

A los segundos responde. 

"EN MI CASA Y CUIDADO CON VENIR CON LA POLICÍA PORQUE LA VIDA DE TU HERMANA ESTA EN MIS MANOS" 

Está equivocado, la vida de Keira está en mis manos no en las de Owen. Borro los mensajes, me cambio de ropa, escribo una carta para Owen y dejo el anillo con la figura de la estrella que me regalo cuando fuimos a la casa de campo, ambas cosas las dejo sobre la mesa de noche que esta del lado en el que esta durmiendo y salgo con el pasos silenciosos. 

Bajo las escaleras decidida y salgo del edificio, por suerte no había policías que me impidieran el paso. Camino cuadras y cuadras hasta que por fin llego a la colonia en la que siempre he vivido. Las calles estaban vacías, no había absolutamente nadie. Llego a mi casa con mi corazón latiendo a mil por hora, las manos y las piernas me estaban temblando, pero decidida abro la puerta y entro. 

Todo esta completamente vacío, no hay nadie a simple vista. Voy al sótano y mis pisadas se escuchan al bajar cada escalón. 

-¿Quién eres? -pregunta la voz de mis pesadillas desde que tengo memoria 

-Soy... yo... soy... Savanna -la voz me temblaba 

-Mi pequeña niña hermosa 

Las luces se encienden y veo a Keira en una esquina atadas de pies y manos, con una cinta en la boca y sus ojos rojos de tanto llorar. 

-Es muy hermoso verte mi reina -dice mi padre mientras sale de un rincón

-Déjala ir, ya estoy aquí  

-¿Crees que soy estúpido?, ¿Tantos años y todavía no me conoces?

-Porque te conozco es que estoy aquí, no hay nadie, déjala ir 

-Tengo que asesorarme de que es verdad lo que me estás diciendo 

-Adelante -me quito de las escaleras y él sube 

Corro hasta Keira y comienzo a desatarla, le quito la cinta de la boca con cuidado de no lastimarla porque realmente esta bien ajustada. 

-¿Savanna que haces aquí? -dice mientras me mira con los ojos llorosos 

-Te vengo a sacar de aquí

-Tu padre es asqueroso -dice llorando 

-Lo sé, tienes que perdonarme por favor -le digo