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-Vamos a tu casa, recogemos tus cosas y te vas a vivir conmigo -me repite una vez más

-¿Cómo se te ocurre algo así?

-¿Si estas consciente de que no voy a permitir que tu padre te vuelva a poner una mano encima?

-Owen no puedes...

-Claro que puedo y lo voy a hacer, no vas a regresar o seguir viviendo bajo ese techo, no lo voy a permitir

-No voy a dejar que hagas eso

-¿Por qué no?

-Owen no voy a hacer otra carga para tus padres, suficiente tienen con dos hijos como para que también mantengan a la novia del hijo. Además en mi casa no me falta nada...

-¿Pero bajo que precio tienes todo? Con golpes, con abusos, no Savanna no voy a permitir eso. Además mis padres siempre quisieron tener tres hijos

-Eso lo acabas de inventar

-Claro que no, es verdad, te recibirán con los brazos abiertos, estoy seguro

-Owen no me voy a sentir cómoda, el muerto y el arrimado a los tres días apesta...

-En primera no estás muerta y en segunda no eres ninguna arrimada...

Lo interrumpo.

-Owen seamos realistas, mi padre jamás me dejará ir

-Quien te dijo que le pediremos permiso

-Owen tu casa sería el primer lugar donde me buscará

-Ya tengo eso solucionado

-No lo puedo creer

-Confía en mí, te daré la vida que mereces, una sin dolor, sin sufrimiento o angustia, te daré una llena de amor, de felicidad y de seguridad

-Eso suena como un sueño

-Y lo vamos a realizar juntos, solo déjame hacerlo realidad

Lo miro y suspiro.

-¿Por favor? -dice sin apartar su mirada de la mía

-Está... bien -digo resignada

Owen me da un fuerte abrazo y puedo sentir su gran sonrisa.

-Sólo no me dejes sola -le digo en susurro

-Nunca

Lo miro a los ojos y él me mira también.

-¿Puedo darte un beso? -me dice mientras mira mis labios

-Yo... no sé como hacerlo -bajo mi mirada

Owen pone su dedo en mi barbilla y me levanta el rostro para que pueda mirarlo.

-Sólo déjate llevar -dice mientras se acerca

Siento la respiración de Owen más cerca y cierro los ojos. Siento sus tiernos labios cerca de los míos, rozándose levemente hasta que los une para comenzar a moverlos muy lentamente y yo sigo su ritmo. Owen me toma de la cintura y me pega más a su cuerpo, paso mis manos a su nuca y toco con mis dedos su cabello.

La falta de respiración me invade y me separo de él. Owen junta su frente con la mía. Nuestras respiraciones estaban algo aceleradas.

-Eso fue mágico -le digo en susurro

-Ya lo creo -dice en susurro

Esta vez yo tomo la iniciativa y lo beso, Owen me responde el beso.

-¿Se puede? -tocan la puerta y me separo rápidamente de Owen

-Adelante -dice Owen

Miro por la puerta y entra Keira.

Déjame SanarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora