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Me despido de la chica con un simple "adiós", se me olvidó por completo su nombre y se vería muy grosero de mi parte si le preguntaba, siendo que ella si recuerda el mío.

Entro a la casa y veo a Olivia de rodillas mientras limpia el rostro ensangrentado de mi padre.

-No puedo creer lo que provocas -dice Olivia refiriéndose a mi completamente molesta 

-Te vistes muy atrevida -dice mi padre mientras me mira de arriba a bajo -Por eso llamaste la atención de Rick

Miro mi ropa, llevaba un simple pantalón negro, un suéter enorme y mi cabello recogido como de costumbre.

-Hasta los vecinos tuvieron que intervenir, deben de pensar lo peor de nosotros

-¿Qué?

-Pues eso, estaban matándose, intervinieron los vecinos incluyendo a los nuevos, estaremos en la boca de todos -dice Olivia disgustada

-Lárgate a tu cuarto, espérame ahí -me dice mi padre

-Toño deberías descansar -le dice Olivia

Estoy de acuerdo con Olivia por primera vez en mi vida.

-Mañana te irá peor -me mira con unos ojos que provocan tanto miedo en mi ser que me cortan la respiración 

Agacho la mirada y me voy a mi cuarto casi corriendo, por lo menos hoy dormiría sin dolor, al menos no causado por el mismo día.


Desperté y comencé con mi rutina diaria de limpieza, mi padre ya no estaba y Olivia estaba exigiéndome su desayuno como todos los días sin falta, por fin cuando término con mis deberes puedo ir a mi cuarto a dibujar un poco, pero Olivia tiene sus propios planes para mí.

-Savanna, necesito que vayas al super mercado, para que compres la despensa

La miro, sin expresión alguna.

-MUÉVETE NECESITO LA COMIDA, FATIMA VENDRÁ Y PASAREMOS TODA LA NOCHE AQUÍ

Asiento resignada.

-Por cierto Toño no vendrá hoy

Sentí un gran alivio al escuchar esa frase, quizá pueda escaparme un ratito cuando Olivia este lo suficientemente drogada para perder la conciencia y se olvide por completo de mí.

Tomo el dinero suficiente para ir por las compras, salgo de la casa y comienzo a caminar, estaba algo retirado el super mercado pero no me importaba, había creado una buena condición física puesto que no tenía a nadie más, solo estaba yo misma. 

-Savanna, espera -alguien me llama a lo lejos 

Me giro y veo a la chica, la vecina nueva que está corriendo hacía mí.

-¿Puedo acompañarte? -pregunta con una sonrisa

-No sabes a donde voy -le digo frunciendo el ceño

-No importa, yo te acompaño

-Te lo agradezco pero prefiero ir sola

-Claro, entiendo

Le doy una media sonrisa forzada y me voy sin siquiera darle unas palabras de despedida. 

Después de varios minutos por fin llego, tomo un carrito de mandado y comienzo a caminar por los pasillos, surtiendo lo necesario de la despensa.

-¿Te parece si llevamos helado? -dice alguien a mis espaldas espantándome, haciendo que de un brinco y suelte un grito -Lo siento Savanna, no quería espantarte -dice mi vecina

Déjame SanarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora