Parte XXIX: Oops I Did it Again

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—Eres el peor hombre qué hay.—Genevieve le grito entrando de nuevo a la habitación de su hija.

Chris y Victoria se quedaron en shock por sus palabras.

Chris tomó asiento lentamente en el sofá de la sala. Victoria lo regreso a ver, quería estar de lado de su amiga, lo quería en serio pero esta vez no había un pero. Genevive se había ido a  extremos con su reacción y había herido a Chris de una manera que ella jamás había visto. Se sentó a lado del morocho y puso su mano en su hombro. 

—Estoy segura no lo digo en serio.—ella le dijo en un susurro y el negó. 

—Puede no haberlo dicho en serio, pero la ofensa si lo es.—el morocho le dijo serio mirando a un punto fijo al frente. Victoria se acerco lentamente y lo abrazo. El le devolvió el abrazo hundiéndose en su cuello.  

Chris lentamente comenzó a llorar, sin hacer mucho ruido, solo el movimiento pequeño de su espalda. La italiana acaricio su nuca sin decir nada. El envolvió sus brazos en su cintura pegándose a ella. La rubia trago en seco sintiendo su cuerpo sobre ella. El estaba sensible y ella no podía derretirse a la versión mas vulnerable de Chris, pero negó con su cabeza enderezando su cuerpo  e intentando evitar que el se acueste en su cuello. 

—Perdón, es solo que...—el se alejo de ella ante su reacción y se limpio las lagrimas. La italiana negó. 

—Tranquilo, lo se.—ella le dijo acariciando su barbilla.—Solo debes de dormir, mañana será otro día. 

El bufo recostándose en el sofá. 

—Ve a tu cama grandulón, te romperás el cuello si duerme aquí.—la rubia le dijo palmeando su muslo. El negó. 

—No quiero dormir con ella.—el le dijo sorprendiéndola. Chris jamás había llegado a ese punto, incluso cuando Genevive lo botaba el siempre buscaba la manera de poder acabar la noche abrazados, incluso cuando afirmaba que ella no lo quería ahí. Ahora era el que no quería buscarla. 

—¿Puedo dormir contigo?—el le pregunto regresándola a ver de reojo. 

Victoria se quedo fría por su petición. Ella ya estaba olvidando el constante encanto por el que siempre caía al tenerlo frente, pero esa petición no entraba en sus planes de distanciamiento emocional. 

—Solo dormir, no...—el le dijo negando para si mismo.

Ella asintió levemente. El se levanto y fue hasta la  habitación de la rubia, solo se tumbo en la cama y se acomodo a un costado, con toda la ropa puesta, ni siquiera se saco la chaqueta. 

—Debes de comer algo, no es tan tarde.—ella le dijo entrando a buscar su pijama y viendo la hora que marcaban las nueve. El negó. 

—No tengo hambre, gracias.—el castaño se acomodo con la almohada  y se quedo dormido en minutos. 

Victoria salió a la cocina y pidió una pizza. Espero afuera para que el repartidor no tocara la puerta. Guardo dos pedazos en el horno por si Chris se despertaba y puso otros dos en otro plato, toco la puerta de la habitación de Ashley. Espero varios segundos hasta que una pelinegra con los ojos llorosos le abrió. 

—¿Esta ahí?—ella le cuestiono en un susurro a su rubia amiga. La italiana negó.  Genevive salió de la habitación comiendo un trozo de pizza y camino hasta el sofá sentándose sobre sus rodillas. 

—Esta dormido en mi cuarto.—Victoria le dijo y su amiga asintió despreocupada.

—Que se quede ahí, distráelo.—la pelinegra le dijo encogiéndose de hombros.  Su amiga abrió los ojos sorprendida por su reacción. 

The Chaos (Spin off de The Moral of the Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora