Parte XXX: ¿De tres?

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El retrocedió sobre sus pasos dejando que pase a su lado. Ella camino lento pasando cerca de su pecho, el respiro pesado oliendo su aroma. El abrió la puerta de la habitación de la rubia dejándola pasar. Chris sonrió de lado y se lamio los labios nuevamente cuando ella paso por su lado. El cerro la puerta detrás de el y ella se acerco a el.

Ya no había vuelta atrás.

La rubia respiro pesado teniéndolo cerca, el acerco sus frentes, ella giro levemente la cabeza pegando su mejilla a su boca

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La rubia respiro pesado teniéndolo cerca, el acerco sus frentes, ella giro levemente la cabeza pegando su mejilla a su boca. El ojiazul bajo su boca a su cuello y comenzó a besar su piel mientras sus manos iban por su espalda cautelosamente buscando deshacer el sostén.

Cuando liberó sus pezones se relamió los míos viendo sus piercings

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Cuando liberó sus pezones se relamió los míos viendo sus piercings. Pasó su nariz por la mitad de sus pechos, delineando el tatuaje que ahí había. Luego atrapo uno de sus pechos en su boca y envolvió su lengua con la joya.

Las manos de la italiana subieron hasta los hombros de él y le quitó poco a poco la chaqueta mientras él seguía atendiendo sus pechos. Rodeando con su lengua la joya y succionando cada tanto mientras su mano masajeaba el otro.

Victoria lo alejó brevemente y le sacó la camiseta seguido desabrochó su pantalón sin dejar de verlo. Sus bocas estaba a centímetros pidiendo ser devoradas pero cuando él iba acercarse ella, lo arrojó a la cama para terminar de deshacer su pantalón. Se subió sobre sus talones sentándose en las piernas del castaño y acarició su miembro sobre la tela. Él jadeó viéndola, como con breves roces de sus dedos estaba haciéndolo poner duro.

Victoria bajo su bóxer exponiendo su erección y lo tomó en sus manos. No espero mucho y pasó su lengua por su longitud haciéndolo jadear.

Ella lo metió en su boca y comenzó a succionarlo ante los gemidos constates del morocho. Chris acarició su cabellera rubia dulcemente mientras sentía como crecía en su boca. La rubia lo sacó de su boca en un "pop" y lamió sus testículos haciendo delirar al morocho.

—Jesus, Victoria.—él gimió estirando una de sus manos hacia tras mientras su pelvis se movía involuntariamente contra la boca de su amiga.

La italiana volvió a tomar su miembro entre sus labios y esta vez comenzó a sacarlo y meterlo de su boca más rápido haciéndolo jadear cada vez más. Toco nuevamente sus testículos sin dejar de atender su punta y se corrió en su boca.

The Chaos (Spin off de The Moral of the Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora