Spin off de The Moral of the Story (MARGOT ROBBIE Y SEBASTIAN STAN (MULTIVERSO DE SEBASTIAN STAN)
Victoria, una oficial del FBI, tiene en sus manos quizá el caso más difícil de su profesión. Mientras descifra quien esta detrás de todo, tendrá su co...
—No tienes que ayudarme.—Frank negó para sí mismo apartando la mirada del hombre frente a el.
—No, lo sé. Pero lo haré.—él se cruzó de brazos acercándose a la camilla del menor.—Vas a entrar a rehabilitación, te la pagaré yo. Pero cuando salgas me devolverás cada centavo con tu trabajo, uno honrado. Es tu última oportunidad de vivir Frank, pero solo si tú estás dispuesto a hacerlo. Aprovéchala, porque nadie más te la va a dar.—el moreno se cruzó de brazos viéndolo fijamente mientras él castaño levemente adormitado procesaba sus palabras.
Diciembre 14, 2020
Frank trago en seco bajándose del auto del moreno enfrentándose al edificio en donde debía iniciar su recuperación. Anthony palmeó su espalda.
—Vendré cada semana a verte y preguntar por tus avances.—él le dijo cruzándose de brazos y dándole su maleta.—Estarás bien, solo debes de poner de tu parte.
Frank asintió tomando su maleta y entro al edificio mostrando sus papeles para recibir su número de habitación.
Cuando entró maldijo mentalmente al ver que eran con cama compartida. No tenía ganas de hablar con alguien obligadamente y el compartir habitación era quizá la peor manera de evitar eso.
Escucho el retrete sonar y maldijo sabiendo que su roomate ya estaba ahí. Puso su maleta en la cama y se sentó con pesadez viendo a un castaño mucho más joven salir de ahí.
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El le extendió la mano con pesadez
—TJ—el otro se presentó y Frank asintió.
—Frank.—el mayor le dijo intentando comenzar a sacar sus cosas de su maleta.
—¿Roncas?—él le cuestionó y Frank negó.—Que bueno porque yo no. Y odio que lo hagan ¿algo más que deba saber de ti? ¿Ataques de epilepsia? ¿Me mataras? ¿Eres gay?
—No a todas.—Frank se limitó a decir sacando la ropa de su maleta y acomodándole en la mitad del closet.
—¿Juzgón?—TJ le dijo suspicaz viéndolo en el umbral de la puerta. Frank lo regreso a ver y negó.
—No soy nadie para juzgar nada de otra persona.—él se encogió de hombros.
TJ asintió y se sentó en el borde de su cama.—¿Porqué estás aquí Frank?—él le pegunto haciendo bufar al mayor con pesadez, quien intentaba ser cordial pero su mal humor no se lo permitía en su totalidad.
—Por lo mismo que todos asumo... y para que sepas no soy juzgón, pero tampoco hablador.—el morocho originario de New York le dijo rodando los ojos haciéndole entender que no quería hablar.
—Y yo que te iba a invitar un helado.—el menor le dijo ladeando su cabeza y saliendo de ahí.
Frank terminó de poner su ropa y se acostó en la cama viendo a la nada. No era como que el lugar fuera una cárcel. Tenia un patio y podía estar en cualquier lugar del edificio. Pero las paredes blancas verdosas siempre lo entristecían. Le recordaban a las paredes de su casa. Su sucia, agrietada y desgastada casa. Pero era donde había vivido con su mamá, así que era su hogar. Le era tan extraño pero las paredes verdosas y grisáceas siempre habían sido parte de su vida, pero odiaba verlas.