A mis lectores, las cosas que me hacéis escribir...
Antes de que Tom coja la tarjeta para leerla esta desaparece. Hermione y el resto sintiendo el cambio en el ambiente se colocan a mi alrededor, creo que están hablando pero no puedo dejar de mirar el lugar que ocupaba la tarjeta. Lentamente desvío la mirada hacia el paquete que está a poca distancia frente a mí. Está abierto lo suficiente como para distinguir la caja de madera que contiene.
-¡Harry!- La sacudida en mis hombros me hace parpadear y mirar a Hermione confundido. ¿Debería decírselo a todos? Hace tan solo unos segundos estaban felices y tranquilos, y por mi culpa, otra vez, la normalidad se va a ir a la mierda. –Harry, qué ponía en la tarjeta...- Su voz es casi maternal, y su amabilidad solo hace que me sienta aún peor. Noto un tirón en la conexión con Tom, no quiero mirarle, no quiero pensar en nada ahora mismo, no quiero más problemas... Rápidamente cierro mi mente y mis emociones a él. Me pongo en pie y cojo el paquete, que sé que ha enviado Dumbledore, sacando la caja por completo. Noto que Tom está de pie a mi izquierda, no ha dicho ni una palabra, no sé cómo se siente ahora mismo, no pienso averiguarlo en este momento.
-Bro, me estás asustando.- Escucho decir a Ron. Joder, estoy actuando como un completo imbécil inmaduro, supongo que tenía demasiadas ilusiones puestas en esta navidad. No aprendo nunca, ser un niño ya no es una opción. Tomando una respiración profunda forzada me dispongo a abrir la caja. Sé que si ha podido entrar a la mansión es porque no contiene nada peligroso, confío en las habilidades de protección de Tom. La abro y mis ojos se llenan de lágrimas al ver el contenido...
P.O.V Hermione
Estoy a punto de preguntar a Harry otra vez qué está pasando cuando noto cómo de su cabeza agachada hacia la caja caen gotas al suelo. Está llorando. Tom se acerca el paso que los separa antes de que me dé tiempo a reaccionar y le arranca la caja de las manos, pero en el momento en el que la roza, desaparece sin hacer ni el más mínimo ruido. Alarga su mano ahora vacía hacia Harry, pero este se gira bruscamente y sube corriendo en dirección a su cuarto. Todos nos miramos sorprendidos. Sirius está siendo sujetado por Remus intentando ir tras Harry, Ron me mira preocupado, y Draco está mirando aún más preocupado a Tom. Sigo su ejemplo y miro a Riddle. No se ha movido ni un ápice y mira sin parpadear la dirección en la que ha desaparecido Harry. Sus puños están cerrados y no es difícil notar cómo el aire es más denso a su alrededor. El ruido de pasos en el piso superior corriendo me hacen entender que Harry está buscando algo arriba, no me imagino lo que se tiene que estar conteniendo Tom para no haber subido ya, no entiendo por qué se contiene justo ahora.
-Tom...- Comienzo. Me callo cuando su mirada se fija en mí. Nunca había visto sus ojos tan brillantes y tan oscuros a la vez. Me trago mi miedo y me acerco un poco.- ¿Por qué no subes con él?- Noto cómo los cascabeles del árbol vuelven a temblar y retrocedo el paso que he dado antes. Algo le retiene aquí, lo sabía. El qué, no tengo ni idea. Comprendiendo que él no va a subir, y antes de que se me adelante Sirius, sigo la trayectoria de Harry hasta encontrarlo abriendo la última de las habitaciones del piso superior. Entro tras de él y me extraño al verle asomarse a la ventana y mirar a todos lados.- Harry...- Pega un bote al escucharme y se gira con la cara llena de lágrimas. Mi pecho se encoge al verle así, creo que jamás había visto esa mirada en sus ojos. Quizás aquella vez cuando se desahogó conmigo tras obligarle a alejarse del espejo de Oesed. Sin embargo, ahora era mucho peor.- Harry, por favor, ¿qué te pasa?- Sus ojos me recorren de arriba abajo, y su mirada, de repente, se endurece, es como si la confianza y las puertas que había abierto para permitirme comprenderle las acabara de cerrar de golpe. Y entonces lo entiendo, entiendo la reacción de Tom. Seguramente haya hecho lo mismo con él, no me imagino lo que tiene que ser en comparación, esa sensación de rechazo con la conexión que tienen ellos, cuando tan solo su cambio conmigo casi me corta la respiración.- ¿Harry?- Una fuerza, de repente, me lanza hacia atrás, tirándome al suelo en el pasillo, y la puerta se cierra tras de mí. Tardo unos segundos en procesar lo que acaba de pasar. ¿Harry me ha atacado? ¿Me ha lanzado un hechizo solo para sacarme de esa habitación? Me levanto lo más rápido que puedo y bajo las escaleras. Todos siguen en la misma posición, solo que ahora me miran expectantes. Niego con la cabeza y desviando mi mirada a Tom dejo que entre en mi mente para ver lo que necesite.
-Voldemort, si esto tiene algo que ver contigo te juro que...- Empieza Sirius, pero en menos de un chasquido está inconsciente. Remus lo sujeta antes de caer y es lo suficientemente inteligente como para no hacer una acusación similar.
-¿Quién se ha muerto?
-A qué vienen esas caras largas...
-¿y Harry?- Terminan coreando a la vez los gemelos. Los miro suspirando, siempre en mal momento. Antes de que acaben en el suelo como Sirius Ron los coge a cada uno por una muñeca y los saca fuera, supongo que para ponerles al día. Estoy orgullosa de ti Ron.
-Riddle, ¿Has llegado a ver algo de lo que había en la caja?- Pregunta con un tono neutro Remus. Tom gira su cuerpo hacia él y parece obligarse a relajarse. Niega con la cabeza y suspiro derrotada. No vamos a conseguir nada si Harry no habla...
-Puedo intentar hablar con él.- Comenta Draco con voz débil, sé que tiene miedo de Tom, sobretodo cuando se altera. Supongo que sus recuerdos y lo vivido antes de su renacimiento no debieron ser lindos cuentos antes de ir a dormir. Me acerco y le doy la mano, no va a servir de nada. De hecho, si Tom no ha podido acercarse a él todavía, dudo que alguno de nosotros podamos. Escucho la voz de Tom decir algo en voz baja, pero no logro entenderlo, el hecho de que haya sido en pársel no facilita la tarea. Con movimientos decididos sé que va en busca de Harry. Espero que tenga más éxito que yo.
ESTÁS LEYENDO
Harry Potter y el guardián de reliquias (tomarry) (tomxharry)
FanficHarry se prepara para la última prueba del torneo de los tres magos. Sería una gran suerte que ningún otro problema surgiera, que los muertos siguieran muertos y que su vida dejara de ser un cambio constante. Por desgracia, la suerte no suele acompa...