EL TRIO DE ORO (cap 11)

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-Sal de Harry, tienes tres segundos.- Tom se ha vuelto completamente loco. Intento apartarle, pero las manos bloqueadas en mi espalda me recuerdan que no puedo usar mis brazos ahora mismo. Siento un tirón en mi interior y, de repente, un humo blanco sale de mi pecho juntándose en una forma cada vez más nítida a mi derecha. Tom se aleja molesto y yo observo perplejo a Dobby mirándome con la más absoluta admiración.

-¿¡Dobby?!- Intento abrazarlo, pero las esposas me lo impiden. Me agacho a su altura y apoyo la cabeza en su hombro.

- Te agradezco la ayuda a Harry, pero vuelve a estar dentro de él sin previo aviso o permiso y será lo último que hagas.- Me levanto de golpe y miro enfadado a Tom.

-No le hables así.

-No no, Lord Voldemort lleva razón, Dobby ha sobrepasado sus límites. Dobby debe castigarse.- En un segundo está dándose golpes en la cabeza con demasiada fuerza con la puerta.

-¡Para!- Grito varias veces. Miro a Tom que parece disimular una sonrisa mientras mira más allá de la puerta. Como si tuviera rayos X. - ¡Tom! Haz algo.- Rueda los ojos y con un giro de muñeca Dobby está levitando en el aire.- Me has salvado la vida Dobby, prométeme que jamás te volverás a autolesionar.- Dobby me mira con sus grandes ojos llorosos y asiente emocionado justo antes de desaparecer.

-"Eso explica tu magia con el dementor..."- Le miro sonrojado. Sí que me aproveché de la magia dentro de mí de Dobby.- "Los elfos realmente se limitan a sí mismos..."- Su mirada vuelve a detenerse en mí.- "Bueno, ¿por dónde íbamos?"

P.O.V Remus

Toco por tercera vez la puerta principal, y por arte de magia se abre. Entro extrañado al no ver a nadie detrás de ella. Miro el regalo perfectamente envuelto en mis manos, sé que viene con retraso, pero algunos aurores querían presentar a Harry sus respetos con un regalo conjunto, seguro que lo anima. Subo las escaleras tras revisar toda la planta baja y no ver a nadie. Me acerco a la puerta de su dormitorio y me pregunto si seguirá durmiendo. No parecía dispuesto a despertar la última vez que lo he visto. De repente escucho golpes fuertes contra la puerta y a Harry ordenándole a alguien que pare. El regalo se me cae de las manos y me doy la vuelta notando mi cara ardiendo. Dios mío qué le diré a Sirius cuando pregunte qué le ha parecido... Salgo por la puerta principal cerrándola con cuidado. Cuán difícil será hacerse un obliviate a uno mismo...

P.O.V Harry

-"Decías que me ibas a quitar estas cosas"- Digo ladeándome para que vea las esposas. Su sonrisa posterior no me da buena espina.

-"Vaya, no te han dicho nunca que no se deben decir mentiras..."- Es frase no sé por qué me causa cierto picor en mi mano... Serán imaginaciones mías, Tom suele causarme sensaciones extrañas. Sonrío inocentemente, pero mi sonrisa desaparece cuando una especie de mordaza es forzada en mi boca. ¿CÓMO? Intento decirle que me lo quite ahora mismo, pero ni yo mismo entiendo lo que digo desde fuera.- "Perdona, no comprendo bien lo que dices"- Le voy a matar, en cuanto me quite estas cosas. Si me tapa la boca cómo cojones pretende que le avise si se pasa de la raya. Espantado comprendo que no tiene intención de escucharme. Intento de nuevo mover el manillar de la puerta de espaldas, y sus ojos parecen tintinear de emoción. Decido concentrarme en nuestra conexión para intentar que me escuche, al menos, en su mente, pero sin ningún cuidado me veo rechazado una y otra vez. Gruño enfadado.- "Oh, vamos, en serio no creíste que sería suave después de todo"- La frase de Nagini cobra sentido por fin, y me arrepiento de no haberme ido de la casa con ella en ese momento. Intento usar otra vez magia pársel en la puerta, lo que tiene una dificultad extra al no poder ni hablar. Nada, no consigo que se abra. Me empiezo a poner nervioso de verdad. Cuando Tom está alterado tiende a intentar ampliar nuestros límites... bueno, los míos más bien.- "Hoy vas a llorar para mí..."- Busco en mi mente algo de la información del libro de Salazar que sea útil, pero claro, la información viene cuando le da la gana a ella. Bueno, pues tendré que usar lo poco que sé. Con un movimiento de cabeza le lanzo una oleada de magia de ese verde característico. Reacciona rápido, pero no tanto como de costumbre: le he pillado desprevenido. Noto la respiración forzada, joder, sí que cansa este tipo de magia.- "Veo que tienes energía extra... habrá que invertirla en algo más productivo."- Entrecierro los ojos amenazándole con volver a atacar si se acerca más. –"Harry, puedes seguir atacando, la única diferencia va a ser que acabarás inconsciente antes de lo previsto."- ¿Cómo que antes de lo previsto? Termina de acercarse por completo a mí, y lentamente introduce su mano dentro de mis pantalones y ropa interior. Bueno, tampoco me voy a resistir a algo así... Sigo mirándole desconfiado, pero redirijo mi mirada hacia abajo cuando saca su mano como si nada, pero yo sigo notando que algo me presiona. De repente ese algo empieza a vibrar o moverse, no lo sé del todo, yo me caigo de rodillas por la sensación placentera repentina.- "Si hubiera sabido que esto era lo que necesitaba para que te arrodillaras ante mí lo hubiera llevado conmigo al cementerio"- Intento protestar por su comentario, pero el movimiento aumenta y lo único que consigo emitir es un gemido ahogado. Tom me sujeta de la barbilla con fuerza y me obliga a mirarle hacia arriba. A pesar de llevar mis gafas, le veo borroso y difuso, me cuesta concentrarme. Él por su parte no parece tener problema en analizar cada detalle de mi cara ahora mismo. Esforzándome me fijo en que tiene una especie de mando en su mano libre, y lo miro confuso.- "Oh, sí, se me olvidaba"- pulsando algo la vibración aumenta casi al doble de lo que estaba y yo me doblo sentándome sobre mis propias piernas. Cómo me quito esta cosa... Mis músculos comienzan a tensarse y comprendo que no voy a durar mucho así. Entre gemidos intento decírselo, pero esta estúpida mordaza no me deja articular cosas con sentido. –"Tranquilo, hoy te voy a enseñar un nuevo hechizo"- Su voz está ronca, y sé que se está resistiendo para no participar conmigo en nada. Murmura una palabra en latín que no reconozco y sé que ha realizado algún conjuro. No me siento diferente, pero su sonrisa expectante no me da buen presentimiento. –"Subamos un poco más..."- El movimiento y vibración parecen duplicarse y me estiro curvando la espalda al notar que estoy a punto de terminar... Sin embargo, la tensión, el placer, no disminuye... Se mantiene justo en el punto antes de... No, qué cojones es esto. Gimo sin poder controlarme en el punto más alto de sensaciones. Noto un par de lágrimas por mis mejillas, pero mis nervios están centrados en otra zona del cuerpo. De repente todo se detiene. Y yo miro confundido a Tom... Su sonrisa satisfecha me dice que no ha pasado nada fuera de lo esperado. Con la respiración acelerada protesto e intento levantarme para que me quite esta cosa. En cuanto estoy de pie, temblando, la dichosa máquina se vuelve a activar con la misma fuerza que antes, y yo me encuentro en el mismo punto de placer que antes. Gimo sin poder controlarme y caigo al suelo, esta vez por completo, retorciéndome intentando liberar toda la tensión que no parece dejarme. De nuevo la máquina se detiene. No intento levantarme, siendo consciente de que mis piernas ni siquiera podrían responder correctamente. Tom me levanta en brazos del suelo y me coloca sobre la cama boca arriba. COSTUMBRE TOM COSTUMBRE, trato de vocalizar una y otra vez. Su estúpida sonrisa de lado me dice que me ha entendido hace rato. Mi camiseta desaparece, y sus labios se acercan a mi pecho, mordiendo sin cuidado allá donde quiere. Mi corazón parece que se me va a salir del pecho, e intento frotar mis caderas contra él para terminar de una vez. Escucho su risa y sé que nada de esto va a servir, es el estúpido hechizo del que hablaba. En un arrebato de impulsividad levanto la rodilla con rapidez y le doy de golpe en su entrepierna. Escucho cómo contiene el aire y se quita de encima mía de inmediato. Sonrío como puedo victorioso. Pero unos segundos después, en cuanto se recupera, todo mi coraje se desvanece en un microsegundo. Niego con la cabeza para que entienda que me arrepiento.- "Dónde quedó tu valor Gryffindor..."- Lejos, muy lejos, por merlín aléjate. Retrocedo hasta chocar con el cabecero de la cama. Un tarro de una especie de crema aparece en sus manos, lo miro curioso, no tiene ningún tipo de etiqueta. Tomando un poco con sus dedos, se acerca a mí, me pego lo más que puedo al cabecero, pero eso no evita nada. Me pone lentamente un poco de crema en un pezón, masajeando con lentitud. El efecto es casi inmediato. Gimo revolviéndome intentando quitarme los restos de crema con las manos, pero no puedo sacarlas de la espalda. Dios mío, creo que el roce con el aire en esa zona me duele ahora mismo. Se dispone a hacer lo mismo con el otro, intento apartarle con las piernas pero se coloca entre ellas imposibilitando que le empuje. Observo impotente cómo coloca la misma cantidad de crema en el otro y yo encojo los hombros para tratar de proteger la zona. –"Tú eras el que se reía de las técnicas muggle..."- Dios, lo siento, de verdad. Intento disculparme, cuando el tarro desaparece de mi vista suspiro de alivio. De repente la máquina vuelve a vibrar de nuevo, a mayor potencia que antes. Apoyo la cabeza y miro hacia arriba, rápidamente llegando al placentero e insatisfactorio punto constante sin llegar al orgasmo. Joder... Gimo con fuerza, más para que me libere del hechizo que otra cosa, pero tras unos minutos igual me empiezo a revolver desesperado. Sus manos, de repente, pellizcan las dos zonas que ya han absorbido por completo la crema a la vez. Lloro sin poder evitarlo ante la mezcla de dolor y placer constante. Remueve sus dedos y yo trato de resistirme, pero cuando me muevo tira más por lo que acabo quedándome completamente quieto temblando y gimiendo. Me maldigo al darme cuenta de que, efectivamente, mis ojos tienen voluntad propia y liberan lágrimas abrumados.- "Harry, esto es solo el calentamiento"-Voy a morir.


Harry Potter y el guardián de reliquias (tomarry) (tomxharry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora