RISA (cap 4)

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-Feliz año, chico.- La voz de Dumbledore retumba en todas las paredes, y me levanto adoptando una posición defensiva. Mis músculos protestan ante la brusquedad, pero lo ignoro. Busco en todas partes, pero no hay nadie, y desde luego no hay ningún sitio en el que pueda esconderse. Decido permanecer en silencio, y tras unos minutos llego a cuestionarme si estar esta semana aquí no ha hecho que empiece a imaginarme cosas. - ¿Quieres salir de ahí? – Ignoro la tentadora pregunta y maldigo en todos los idiomas que se me ocurren a Tom. En serio, no puede ni siquiera mantenerme escondido en contra de mi voluntad de forma eficaz. Estoy a punto de buscar a Tom mentalmente cuando su risa me detiene.- Harry, ¿no quieres volver a verla?- Me tenso al momento.

-¿Hedwig?- Mi pecho se oprime al recordar la pluma dentro de la caja.

-Sigue viva.- Las lágrimas se acumulan en mis ojos. El alivio me inunda y es la primera vez desde navidad que mi tristeza de fondo desaparece. Recuerdo mis pensamientos cuando pensé que la había perdido, cuando miré en todas las habitaciones y en cada zona del cielo visible sabiendo que no la iba a encontrar. No pensé que Dumbledore la usaría para chantajearme aún viva, debí haberlo hecho. Para mi tenía más sentido que la había matado, solo para demostrarme lo fácil que es llegar a algo preciado para mí y destruirlo. Por eso decidí alejarlos a todos, todo lo que amo acaba en peligro. Sabía que Dumbledore trataría de contactar conmigo, contaba con ello. Seco con mi mano una de las lágrimas que se ha escapado. Mi plan es sencillo, y, por primera vez en mucho tiempo, solo mío.

-Quiero hacer un trato.- Noto que tengo toda su atención.- Me explicas el ritual, y la motivación que tienes para realizarlo.- Su silencio me anima a continuar.- Si eres completamente sincero y lo veo conveniente, me entregaré a ti a cambio de inmunidad y protección absoluta de todos los que amo.- Un silencio aún más profundo me hace temer que se haya ido, o peor, que en realidad pueda sacarme de aquí sin mi consentimiento y hará lo que quiera sin necesidad de mi colaboración.

-De acuerdo.- Vuelvo al respirar al darme cuenta de que me estaba conteniendo. Bendito seas Tom, al menos aunque pueda contactar conmigo tu magia no permite que me vaya solo por sus medios. Si consigo hablar con Tom antes de todo, o si por algún casual sobrevivo, me gustaría que me enseñara sobre la magia. Le exigiré muchas cosas, entre ellas que no vuelva a tomar decisiones sin consultarme. De repente, la silueta de Dumbledore aparece frente a mí, no me altero, pues parece más bien una especie de holograma o fantasma. Así que, efectivamente, no puede entrar realmente aquí. – El ritual, aparte de los libros y el conocimiento de un cántico no tiene nada de especial, salvo el ejecutor. Como comenté lo debe llevar a cabo la muerte. Por eso te necesito.- Su tono calmado y casual casi me hace olvidar los malos recuerdos comunes, casi me hace verle como al abuelo y guía que veía antes. – Creo que comprendiste esa dinámica.- Asiento con la cabeza, dudando que algún día olvide algún detalle de aquel momento en el que casi muero, otra vez. – Cuando se lleve a cabo el ritual, la muerte activará el comodín del espacio. O al menos así lo llamaba mi libro.- Hace una pausa como reflexionando.- El comodín permite la resurrección de vidas, sin ningún tipo de consecuencia.- Lo miro incrédulo.

-Eso es...

-¿Imposible?- Trago saliva asimilándolo todo.- Y por tanto, te preguntarás, para qué quiero eso. No estamos en una guerra irreversible, y por tanto no hay que revertir muertes injustas.- Asiento.- Yo solo quiero usarlo en una persona.

- Supongo que no será en mí...- Su risa vuelve a resonar en las paredes.

- Bueno, quizás, dos vidas. –Le miro con sospecha, ¿Realmente planeaba revivirme en todo momento? ¿No es tan malo como pensaba?

-¿Cómo es eso posible? Ni la mismísima muerte puede traer a alguien de vuelta a la vida sin consecuencias en el comportamiento de la persona. Como en el cuento de los hermanos.

- Bueno, quizás no es como te lo he contado específicamente. Más bien el ritual concede una cantidad de magia inigualable. Pensada inicialmente para restaurar la paz de forma natural.

-Tú piensas redirigir esa magia a otro propósito, pero, ¿Sabes acaso si es posible?- Su sonrisa torcida me transmite esa locura que antes era incapaz de reconocer.

-No pierdo nada por intentarlo.- Salvo mi vida, claro, pero eso a quién le importa. Malgastar un ritual como ese en revivir a alguien es estúpido, y aún más estúpido sería por mi parte cederle el poder del que habla. A saber qué hace con él cuando compruebe que es imposible revivir a alguien ya muerto. Esto me recuerda al espejo de Oesed, el porqué estaba en el colegio y me encontraba a Dumbledore en ocasiones visitándolo. Un sentimiento de comprensión me inunda, sé lo que es la pérdida, pero yo nunca llegaría tan lejos por un imposible.

- Por qué no simplemente aceptas que no va a volver.- Su mirada se crispa y retrocedo a pesar de saber que no puede hacerme nada aquí dentro.

- Tengo otra opción.- Aparto la mirada, tomando una decisión interna.

-De acuerdo, digamos que acepto, cómo salgo de aquí y voy a tu encuentro.- Me analiza durante unos segundos, y estoy bastante seguro de que ahora ve lo que quiere ver, a todos nos pasa.

- Puedo contactar con ese elfo tuyo.- El corazón se me encoge al saber que posee conocimiento de tantas cosas de mi vida... Dobby.- Cuando venga, simplemente indícale que te lleve conmigo. A ningún otro sitio, si no, créeme, lo sabré, y el trato de no dañar a tus amigos o a ti, desaparecerá.- Su silueta se desvanece sin darme tiempo a protestar.- Feliz año nuevo Harry...- Su voz me hace estremecerme por última vez antes de darme cuenta de que se ha ido por completo.


Harry Potter y el guardián de reliquias (tomarry) (tomxharry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora