Harry Potter y el guardián de reliquias (tomarry) (tomxharry)

RAVENCLAW (cap 10)

Harry lleva toda la semana raro, desde la clase de defensa contra las artes oscuras parece estar confundido con algo. Llevo intentando sacarle el tema desde el viernes, pero no estás especialmente comunicativo. Me ha comentado el encontronazo que tuvieron él y Ron con los mayores, pero no se ha vuelto a repetir, no creo que sea por eso. Algo me dice que tiene que ver con Tom, no sé si lo conocerá de antes, me extrañaría. Salgo de la biblioteca con un par de ejemplares para los próximos tres días, ya me he acabado todos los que traje de casa. Al entrar en la sala común veo a Harry mirando al fuego ensimismado, ni rastro de Ron. Bien, es mi momento. Me acerco a su lado y me siento despacio.

-Harry.- Reacciona levemente y dirige su mirada hacia mí.

-Hermione.

-Sé que te preocupa algo... aparte de lo habitual.- Su mirada parece cansada, y en cierta manera sé que se siente avergonzado, quizás piensa que no se le nota cuando está mal. Ron tal vez no lo note, yo no soy Ron.-No es por el pársel.- Niega con la cabeza.-Ni por los chicos de último año.- Vuelve a negar.- ¿Es por Tom?- Sus ojos se abren con sorpresa y el color rojo decora sus mejillas.- Es por Tom.- Confirmo. Se revuelve el pelo incómodo y varias teorías comienzan a formarse en mi cabeza. Pruebo con la primera.- He de admitir que es atractivo, todas lo hemos comentados ya, no hay nada de lo que avergonzarse Harry.-Me divierto al ver cómo me mira horrorizado.

-Hermione, ¿Qué dices?- Se ve que mi primera hipótesis no es correcta. Aunque, bueno, ya se dará cuenta solo de sus intereses.

-Nada, nada, tranquilo, ¿te ha hecho algo?- Suspira olvidando su anterior reacción y niega con la cabeza.

-Hermione, no sé qué me pasa. Cuando estoy cerca de él siento que lo reconozco, su voz, su presencia, pero por alguna razón no llega a mi consciencia. No sé si me entiendes.- Lo miro impactada. No esperaba esa respuesta.

P.O.V Harry

Espero la respuesta de Hermione. Conociéndola ahora mismo estará buscando con sus amplios conocimientos una explicación lógica para esto.

-¿Y ese sentimiento de reconocimiento cómo lo describirías?- Reflexiono la respuesta, agradeciendo que Hermione se tome en serio el tema.

-Peligro, alerta, tensión. Es todo lo que logro retener de esa sensación antes de...-Me callo.

-Antes de qué, Harry.

- Antes de mirar su collar. Ese cristal calma cualquier preocupación que tenga en ese momento, cualquier confusión.- Hermione me mira sorprendida.

-A mí el collar no me ha llamado la atención, ni sabía que llevaba uno. Si fuera un hechizo que provocara confusión sería fácil de detectar si eres sensible a la magia.- Hermione comienza a pensar en voz alta.- No obstante, recuerdo haber leído algo sobre los glamours. Un buen glamour altera la apariencia, y si está bien realizado ni el mejor mago puede detectarlo.- Hace una pausa...- Tal vez, sea un hechizo de algún tipo, más complejo que el de confusión que es disimulado por un fuerte glamour. Es algo difícil de hacer, pero no imposible.- Admiro la forma de pensar de Hermione, sus conocimientos y su razonamiento.

-Debieron seleccionarte para Ravenclaw.- Hermione levanta la barbilla orgullosa. Me levanto de golpe y me despido de Hermione. Si algo tiene un hechizo es ese estúpido collar. Mañana tengo clase con Moody, como el viernes pasado, sin embargo la perdemos por el primer partido del curso. Decido averiguarlo ahora y descansar tranquilo. Eso o acabar en la enfermería rogando porque me alivien el dolor de cabeza. Con suerte Tom y Moody tendrán clase en quince minutos y estarán preparando las cosas en el aula. No pierdo nada por comprobarlo. Lo bueno de ir subiendo de cursos es que, aunque las asignaturas sean más duras, te dejan más tiempo de estudio libre para ti, como ahora. Supongo que los de último año tendrán aún más. Estoy a punto de llegar al aula cuando la cicatriz vuelve a dolerme, ¿Qué pasa últimamente? ¿Será el regreso de Voldemort? Ignoro el ardor y toco la puerta. Cuando escucho un seco 'adelante' me armo de mi valor Gryffindor para abrir la puerta y entrar lo más relajado posible. Moody se encuentra sentado en el escritorio. Tom está en un lateral del aula.

-¡Harry! Qué sorpresa.- Comenta Moody en un tono conciliador. Nunca me ha gustado su buen trato conmigo, aunque parezca paranoico. Aún menos desde lo de Cedric ('Fue él...')... sacudo esos pensamientos de mi cabeza y me centro en la situación actual.- ¿Qué puedo hacer por ti?- Lo miro pensando en la mejor respuesta. Adoptar una actitud valiente no creo que me sea útil ahora mismo. Debo acercarme a ese collar sin levantar sospechas. Algo en mí debió ver el sombrero para ofrecerme Slytherin, no puede ser tan difícil.

-Llevo dándole vueltas a lo que comentamos en la última clase...- Comienzo a hablar y observo que tengo en mí toda su atención. Los ojos de Tom me atraviesan con fuerza, pero me contengo para no mirarlo, si lo hago ahora me desconcentraré.- Lo que proponéis es que ningún hechizo debe ser clasificado estrictamente de una forma u otra, ¿no?

-Exacto, no debemos juzgar un hechizo sino su fin en ese momento.-Añade Tom con un tono neutro pero relajado. Sé que no sospecha de mí ahora. Me animo a mirarlo directamente a él. Sus ojos azules me observan con intensidad. Comienzo a andar hacia él, ignorando la confusión, el dolor de cabeza y mi cicatriz.

-Pero hay hechizos que no tienen doble finalidad, que o son bien, o son mal.- Me paro a unos pasos de Tom, sintiendo la adrenalina apaciguar todos mis malestares.

-¿Por ejemplo?- Me reta. Pienso unos segundos la respuesta y sonrío satisfecho.

-El patronus.- Sus ojos se abren con sorpresa antes de volver a su cara neutral y estoica. De haber parpadeado una sola vez me habría perdido su reacción.

-¿Conoces ese hechizo?- me pregunta interesado. En ese momento reconozco mi señal. Miro hacia Moody fingiendo estar nervioso y le indico con la mano que se acerque. Él, creyendo que busco confidencialidad, se agacha los centímetros que nos separan y espera a que hable. Lo miro a los ojos y, con un rápido y preciso movimiento, agarro el collar y lo arranco de su cuello. El efecto es inmediato. Me alejo dos pasos y observo al hombre frente a mí. Sus ojos ahora rojos, sus claros rasgos antes difusos, el reconocimiento de su persona. Parece no reaccionar durante unos segundos. Compruebo que hasta Moody tiene la boca parcialmente abierta. Mi mente funciona a mil por hora. Las palabras salir, ayuda, Dumbledore, se repiten en mi mente una y otra vez, pero no soy capaz de apartar mis ojos de esa mirada letal, de esa aura poderosa antes oculta por el collar que sostengo en mi mano. Voldemort está en el castillo, tengo que reaccionar. Nadie se mueve, nadie habla, ni siquiera se oyen nuestras respiraciones. Todo parece haberse detenido en el tiempo. La ilusión se rompe cuando escucho golpes en la puerta. Comprendo entonces lo que tengo que hacer. Le tiro el collar a Tom... Voldemort, quien lo agarra en el aire y me giro corriendo hacia la puerta. La abro antes de que me detengan y esquivo a los estudiantes que esperan para entrar. No dudo que cuando lo hagan Voldemort ya se habrá colocado de nuevo el colgante. Giro la esquina del pasillo y sigo corriendo, incapaz de parar. Si paro, tendré que pensar en lo que he visto, tendré que admitir que Voldemort está en el castillo y que sabe que lo he descubierto...