3ª NOCHE (cap 23)

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P.O.V. Harry

La imagen de esa señora no sale de mi cabeza. ¿Quién es? ¿Y por qué ocupa el sitio del director? Los sentimientos de Riddle aún parecen estar dentro de mí. Me siento en mi cama e intento analizar la visión que he tenido hace un rato. Riddle parecía estar de acuerdo con la posición de ella, aunque, por supuesto, él sentía que sigue teniendo el control completo de la situación y de la propia señora. El disgusto que le despierta es también claro, ¿Por qué entonces le permite ocupar la silla del director? Sabiendo que lo que acabo de ver es real, al igual que como con la librería, me levanto, me visto y, varita en mano, salgo hacia el despacho de Dumbledore. Cuando estoy lo suficientemente cerca escucho unas voces procedentes de la entrada al despacho. Me asomo con discreción y veo a la mujer con la que acabo de soñar quien, por desgracia, lleva todas y cada una de sus prendas de color rosa a cada tono más chillón, hablando con Alastor Moody. Relajo mi respiración y trato de escuchar la conversación.

-El ministerio está absolutamente de acuerdo, con Dumbledore desaparecido alguien tiene que tomar el mando.- Su voz dulce y chillona a la vez me dan ganas de lanzarle un Desmaius aquí mismo, pero el contenido de sus palabras me hace olvidar cualquier sentimiento negativo hacia su persona.

-Las condiciones ya las sabes, él no se repite dos veces. Intenta que no se te suba el "poder" a la cabeza.- Supongo que ahora se refiere a Voldemort. Es imposible que le haya pasado algo a Dumbledore, es casi invencible ¿No? Y si el ministerio ha enviado a una seguidora de Voldemort a dirigir la escuela o está también de su parte, o está manipulada desde dentro por alguien de gran influencia. La figura de Lucius Malfoy me viene a la mente, quién sabe lo que es capaz de lograr ese hombre si la riqueza de la que tanto presume es cierta. Valorando mis opciones me decanto por buscar al único adulto que está al tanto de la situación. Me alejo sigilosamente de allí maldiciendo el haberme olvidado la capa de invisibilidad. Hace tiempo que no la utilizo, por alguna razón no me siento cómodo usándola, me recuerda la experiencia de mi primer año y la ausencia de mis padres... No, definitivamente prefiero no utilizarla si no es estrictamente necesario. Llego al laboratorio del profesor Snape rezando porque siga despierto a pesar de que es bastante tarde. Toco lo más flojo que puedo esperando que dentro se me escuche. En menos de un segundo la puerta se abre mostrándome a un Snape bastante malhumorado, nada fuera de lo normal. Sin que me invite a entrar paso por su lado y cierro la puerta tras de mí.

-¿Se puede saber qué narices hace Potter?

-Necesito ayuda.- Sus facciones se relajan para pasar de estar molesto a una máscara de indiferencia.- Dumbledore ha desaparecido, y han mandado a una seguidora de quien-tú-ya-sabes en su lugar.- La falta de reacción me hace pensar que o ya lo sabía o que sabe esconder muy bien sus sentimientos. Ambas opciones son posibles con este hombre.

-No hay nada que se pueda hacer, no se preocupe más y váyase a dormir.- Lo miro con la boca abierta, ¿y espera que me quede sin hacer nada?

-¿Dumbledore está bien?- Nada, su cara no me muestra nada. Normalmente logro que se enfade conmigo, por el simple hecho de ser yo, pero parece no estar dispuesto a darme ningún tipo de reacción en absoluto.- Profesor Snape, ¿qué está pasando?- No puedo evitar que cierto temor se refleje en mi voz. Parece que mi estado le hace dudar y está apunto de hablar cuando la sensación de mi frente hace que me tense. Le señalo con mi dedo índice que guarde silencio y me mira sin comprender. De repente la puerta se abre y por ella entra Riddle. La reacción de Snape me deja de piedra. En un movimiento elegante y directo hinca la rodilla en señal de respeto hacia Voldemort... no puede ser, esto no puede estar pasando. Miro a Riddle con rencor, tanto por lo ocurrido en nuestro último encuentro como por todo lo que está tramando a mi alrededor.

-Harry, qué agradable sorpresa.- Snape se reincorpora y parece estar lo más tenso que le he visto en todos mis años en la escuela. El sentimiento de traición me inunda con fuerza, y mi enfado se reparte entre las dos personas presentes.- Tú y tu amigo os habéis saltado mi clase hoy, supongo que los remordimientos no te dejan dormir.- Comenta con un tono peligroso. Es cierto que Ron y yo nos hemos saltado su clase hoy, entre el estado de pánico de Ron y mi enfado vimos más productivo quedarnos en la sala común. Hermione, por supuesto, no se saltaría una clase ni aunque el profesor fuera el mismo satán. Primero los estudios, luego todo lo demás... no hay quien la entienda a veces.

-Lo cierto es...- Estoy a punto de responderle algo poco agradable cuando el profesor Snape me interrumpe.

-Que no es del todo mentira. El señor Potter tiene ciertas... dificultades para dormir últimamente. Me disponía a ofrecerle una poción para no soñar.- Comenta arrastrando las palabras como de costumbre. Oculto la sorpresa que su respuesta me produce. ¿Por qué miente? ¿Está realmente de mi parte? ¿Y cómo logra parecer tan compuesto ante el mismísimo Voldemort? Igualmente una parte de mí sigue sintiéndose traicionada, todo apunta a que es un maldito mortífago más, y encima lleva años bajo la protección de Dumbledore. Un nudo comienza a formarse en mi pecho al darme cuenta de que no tengo a absolutamente ningún adulto apoyándome, no tengo manera de parar a Riddle. Vuelvo a la realidad cuando veo una mano frente a mí con un bote de cristal en ella. Supongo que la poción. Durante unos segundos me siento tentado de rechazarla, podría estar envenenada. Sin embargo parece algo improbable, y una poción que me ayude a dormir es demasiado tentadora. La cojo de mala manera y me dispongo a salir de la estancia esquivando a Riddle. Antes de que salga me sujeta por la manga de mi túnica haciendo que me detenga.

-Más te vale estar en la próxima clase, no os gustaría un castigo conmigo.- Su advertencia me provoca escalofríos y, de un golpe, aparto el brazo para que me suelte. En el fondo de mí siento esa amenaza de manera real, más aún ahora que no está la figura de Dumbledore para protegernos dentro de lo posible. Oculto mi nerviosismo lo mejor que puedo y salgo a toda velocidad hacia la torre de Gryffindor. Estamos bien jodidos...


Harry Potter y el guardián de reliquias (tomarry) (tomxharry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora