Harry Potter y el guardián de reliquias (tomarry) (tomxharry)

CLASE (cap 9)

-Y-y si-si-si tenéis a-alguna duda...- El pobre estudiante de último año seleccionado en Hufflepuff tartamudea tanto o casi más que al principio de la clase. Los slytherins ríen complaciendo al profesor Snape, quien ha logado asustar tanto a su alumno de prácticas que lo ha convertido en el nuevo Quirrel. Pociones los viernes, qué pesadilla. Al menos la segunda clase es defensa contra las artes oscuras. Es cierto que no defiendo todos los métodos de enseñanza de Moody, pero admito que no es el peor profesor que podríamos tener. Tengo curiosidad por conocer su programa de este año. Solo tenemos clase con él los viernes, todas las horas seguidas, es muy mal horario. Conseguir que la clase no se aburra es casi imposible, pero por experiencia sé que sus clases no suelen ser aburridas. La hora acaba y el estudiante, que creo que se llamaba Jon, parece a punto de desfallecer. Salgo junto a Ron y Hermione con la misma preocupación desde el lunes; volver a encontrarme al grupito problemático. Por suerte no hemos vuelto a cruzarnos por diferencia de clases y horarios. No necesito a otro grupo Malfoy en mi vida.

-Puede que pociones no vaya a ser la peor clase después de todo.- Comenta Ron.

-Ronald, no seas cruel.- Le regaña Hermione, pero es poco creíble mientras se aguanta la risa. Llegamos antes que el profesor al aula y cogemos sitio en la tercera fila. Hermione ya ha sacado su pergamino y su pluma, parece que no recuerda que en estas clases de eso hace falta poco. Un dolor punzante en mi cicatriz me saca de mis pensamientos.

-Silencio.- Exclama Moody mientras se pone al frente de la clase. Todos callan, no solo por su orden, sino por la sorpresa de verlo acompañado. El chico del collar ocupa su lugar al lado izquierdo del profesor.- Vuestro curso contará con dos de los seis nuevos estudiantes. Al primero ya lo habéis conocido.- Risas de parte del grupito Malfoy. No entiendo por qué los viernes tenemos que compartir todas las clases con ellos.- Silencio.- Todos callan.- Os presento al segundo, me ayudará durante este curso.

-Tom, un placer.- La misma confusión de cuando lo conocí me abruma. Su nombre no hace más que despertar mi intuición. Sin embargo, al mirar el cristal que cuelga sobre su corbata verde la tranquilidad me inunda. El dolor en mi frente permanece.

-Este curso no seré tan blando como el anterior.- Todos abrimos los ojos con sorpresa. Si por blando entiendes enseñar los efectos de los tres imperdonables e incluso lanzarnos el imperious, uy sí, fue blandísimo.- Muchos habéis madurado lo suficiente como para seguir mis clases. El resto puede abandonar ya mi aula.-Nadie se levanta de su sitio.-Muy bien, empecemos. El año pasado os enseñé los tres hechizos considerados como imperdonables. Este año los realizaréis vosotros.-Murmullos llenan la sala. Mi sorpresa es tal que por un momento el dolo de cabeza pasa a un segundo plano. Varios alumnos comienzan a levantarse y a abandonar la clase. Yo sigo aún procesando lo que acaba de decir. Miro a Hermione, tiene la boca abierta, parece que su velocidad mental no le sirve mucho ahora. Ron, por su parte, parece que ha perdido todo el color de la cara.- ¿Alguien más quiere salir?- Nadie se atreve a moverse de su silla. Como no me dé una buena explicación pienso levantarme para ir a hablar con Dumbledore.

-¿Por qué son imperdonables?- Nos pregunta esta vez Tom, mirándome directamente a mí. Abro la boca para responder pero Hermione se me adelanta.

-Sus efectos son terribles para el que lo sufre. Provoca tanto daño que no están permitidos.

-Cualquier otro hechizo puede provocar el mismo daño usado con una determinada intención.- Explica Tom. Moody se aparta detrás del escritorio y deja que el estudiante dé la clase, ¿en serio? Miro a Hermione, que parece bastante contrariada.- Os han enseñado que hay hechizos buenos y malos; maldiciones. Sin embargo ¿Estáis seguros de que la magia es buena o mala?- Se ve que espera en silencio una respuesta por parte de los alumnos. Su voz hipnotiza lo suficiente como para tener la atención absoluta de todos mis compañeros. Sus ojos se posan una vez más en mí.