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De no haber sido por Kacchan, Yuji probablemente no habría sido capaz de cruzar por entre el montón de periodistas amontonados frente a la escuela a la hora de entrada esa mañana. No habían tenido tiempo de esquivarlos, siendo rodeados en un instante y bombardeados con preguntas, pero Kacchan la había arrastró con fuerza fuera del mar de personas que los apuntaban con sus cámaras, micrófonos y grabadoras que les gritaban una pregunta tras otra, impidiéndole mirar atrás y llevándola sin retraso al aula.
Es sorprendente como una sola noticia puede sacudir a una nación entera.
La noticia de que el Símbolo de la Paz es ahora un profesor de la Academia U.A. tomó por sorpresa a todo el país, y los medios fueron a la escuela y causaron conmoción y desorden. Hirai nota lo vacía que está el aula cuando llega, viendo a menos de la mitad de sus compañeros ya en el lugar. Kimura Nara está dibujando algo al fondo del salón y Todoroki simplemente está ahí, sin hacer nada, serio.
— ¡Yuji-chan, buenos días!
Maeda Hanae entra con una amplia sonrisa, saludándola, y Kirishima Eijiro se mueve a su lado y la saluda también. Les sonríe de regreso, viéndolos sentarse en sus puestos y sumirse en una conversación entre murmullos. Kaminari entra quejándose acerca del desorden de afuera, suspirando con cansancio por haber sido atrapado entre todo el montón de cámaras, y todos comienzan a llegar al aula poco a poco.
—Buen día —los saluda Aizawa-sensei, entrando al último al aula y cerrando la puerta detrás de sí. La clase responde un "buen día" al unísono—. Hicieron un buen trabajo en el entrenamiento de combate de ayer. Vi el vídeo y los resultados —informa una vez al frente del aula—. Bakugo, eres talentoso, así que no actúes como un niño.
—Lo sé —masculla el cenizo.
—Y Midoriya, te rompiste el brazo de nuevo, ¿eh? —pregunta. El peliverde agacha la cabeza por la vergüenza, observando su escritorio en silencio—. No puedes seguir diciendo que no puedes hacer nada porque no puedes controlar tu quirk. No me gusta decir lo mismo una y otra vez. Mientras no puedas controlar el asunto, hay mucho que debes hacer. Siente el sentido de urgencia, Midoriya.
— ¡Sí!
—Ahora, empecemos esto —le dice a toda la clase—. Lamento decirlo tarde, pero hoy, ustedes... —Silencio— escogerán al presidente de la clase —completa.
Los estudiantes que se habían puesto tensos al pensar que podría tratarse de algún tipo de prueba especial como la del primer día se relajan, contentos de que se trate de una actividad normal de escuela.
— ¡Yo quiero ser el presidente de la clase! ¡Elíjanme! —exclama Kirishima mientras que se levanta de su lugar.
