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A pesar de que su cuerpo es más pequeño que el del contrario, Hirai se aferra a Bakugo desde atrás luego de oír el comunicado telepático de Mandalay en el que Eraser Head les da el permiso de combatir, negándose a soltarlo, aunque él gruña furioso y sus palmas estén comenzando a humear, quemando la piel. Todoroki hace uso de su lado derecho para frenar las cuchillas en las que se convierten los dientes del villano frente a ellos, todavía cargando en su espalda a Tsubaraba de la clase B.
— ¡No hagas nada imprudente! —Crea con un movimiento rápido de su mano derecha un muro de hielo frente al par de rubios que forcejean entre sí, permitiéndole a Hirai tirar de Bakugo hacia atrás sin que ninguno salga herido—. ¿Escuchaste eso? Dijo que van por ustedes —repite, mirando al cenizo y la peli-lila, quien se mantiene detrás y a diferencia de él, no causa ningún problema.
Bakugo gruñe, todavía luchando por quitarse de encima a Hirai.
—Ese estúpido Deku hizo algo. ¡Primero dice que pelee y después que no! —espeta con cólera—. ¡Suéltame, maldita sea! —escupe hacia la chica detrás de él.
—Si te suelto, vas a hacer una estupidez —acusa ella.
— ¡Todoroki, a tu lado! —advierte Maeda.
Todoroki abanica con su mano derecha y aleja las cuchillas con el hielo, sintiendo como su corazón late con fuerza. El villano se mueve en el aire, sostenido con las extensiones filosas de sus dientes, escondiéndose en la oscuridad.
—Es bueno usando el terreno con su quirk.
— ¡Aunque se ve como un flacucho sin fuerza! —menosprecia Bakugo—. ¡Desgraciado! —insulta.
El villano vuelve a aparecer, columpiándose hacia ellos.
—Parece que tiene mucha experiencia —suelta Todoroki.
—Enséñenme su carne... —pide el villano.
—Todoroki, yo cargaré a Tsubaraba-kun —dice Hirai, deshaciendo finalmente su firme agarre en Bakugo y se acerca al bicolor con la intención de quitarle de encima el peso extra que carga y dejarlo moverse libremente. A un costado, nuevamente libre, Bakugo se prepara rápidamente para atacar—. Si usas llamas grandes y el fuego se propaga, va a rodearnos y todos van a morir —advierte hacia el cenizo, siendo ayudada por Maeda a colocar correctamente en su espalda al chico inconsciente.
— ¡Cállate! ¡Ya lo sé, carajo, no soy imbécil! —grita en respuesta.
—Quieren acorralarnos —declara Maeda—. Aunque nos retiremos, está el gas que dejó a Tsubaraba-kun inconsciente —señala—. ¿Qué hacemos? —pregunta.
—Carne... Denme un trozo de carne... —balbucea desde arriba el villano, hambriento, y las cuchillas vuelven a atacar—. ¡Carne!
Hirai salta hacia atrás, huyendo de la cuchilla que logra atravesar el hielo y Todoroki se apresura a apoyarla con una nueva capa frente a ella. Tsubaraba se mantiene quieto en su lugar sobre su espalda, aún inconsciente por el gas.
