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El significado de nuestras lágrimas se está borrando
Nuevos días vamos a escribir una y otra vez
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Segundo día del campamento.
5:30 am.
Los primeros rayos del sol apenas están iluminando el cielo cuando Kendo y Hamada guían a la clase al exterior del edificio en el bosque. Las chicas caminan cansadas a las espaldas de Kendo y los chicos van arrastrando los pies detrás de Hamada, exhaustos pues es muy temprano. Vlad King-sensei está ahí cuando salen, dándoles un saludo de buenos días y luego les explica en qué consistirá su entrenamiento de ese día.
— ¿Desarrollar nuestros quirks? —repite Kendo, sosteniendo por un brazo a Komori cuando se tambalea por el sueño.
—La clase A ya está haciéndolo. Vamos, rápido —apremia Vlad-sensei, comenzando a caminar hacia el interior del bosque—. El semestre pasado, la clase A captó todas las miradas, así que el próximo será de la clase B. ¿Entienden? Es nuestro turno de brillar —declara.
— ¡Nuestras más humilladas disculpas, sensei! ¡Lamentamos ser estudiantes inútiles! —se disculpa Tetsutetsu entre sus lágrimas.
—Dice que desarrollaremos nuestros quirks, pero los veinticuatro tenemos distintas habilidades, ¿cómo vamos a saber que desarrollar y cómo? —pregunta Tokage con curiosidad.
— ¿Podría ser más específico? —pide Kamakiri.
—Al usar mucho las fibras musculares, se rompen, fortalecen y endurecen. Los quirks son iguales. Si los usan, se hacen más fuertes; y si no, se marchitan. ¡En otras palabras, solo hay una cosa por hacer! ¡Vayan más allá de sus límites! —exclama.
Cuando salen de la espesura del bosque, la imagen que los recibe es casi aterradora. La clase A ya está entrenando duramente y todo es un mar de alaridos a los que pronto se une la asustada clase B. Bakugo Katsuki, el ganador del festival deportivo, sumerge sus manos en agua antes de crear una enorme explosión y repetir el proceso en medio de alaridos de molestia. Cerca de él, Todoroki Shoto, el ganador del segundo lugar e hijo del héroe número dos, está sumergido en un contenedor con agua y congela todo a su alrededor para luego descongelarlo con sus flamas.
