XXXII: Las salvajes Pussycats.

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XXXII

Las salvajes Pussycats

Primer día del campamento

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Primer día del campamento.

8:30 am.

Hirai está emocionada por el campamento de verano a pesar de que la ubicación que la escuela les proporcionó antes será cambiada y no se les dará la nueva con la intención de ser precavidos ante un posible nuevo encuentro con villanos. Cuando el día por fin llega, está hablando sin parar de camino al estacionamiento y Bakugo tiene deseos de explotarle la cara, pero lo evita porque sabe que eso no la callará de todos modos.

— ¿Qué? ¿La clase A necesita clases extra? ¿Eso quiere decir que alguien reprobó el examen final? ¡¿No es extraño?! ¡¿No se suponía que la clase A era mejor que la clase B?! ¡¿Huh?! —pregunta Monoma a gritos, demente.

Se calla en el momento en que Kendo —la delegada de la clase B— lo golpea en la parte posterior del cuello y lo deja inconsciente. Hamada —el vicepresidente de la clase— se acerca rápidamente, tomando al rubio por la camiseta y después lo arrastra hacia el interior del autobús de su clase.

—Lo sentimos —se disculpa Kendo, siguiéndolos.

—No le hagan caso a Monoma —dice una chica de cabello corto y de color plata.

—Ah, la clase B —nota Midoriya.

—Los conocimos en el festival deportivo —dice la peliverde junto a ella—. Qué bueno verlos de nuevo, clase A.

—Chicas, suban al autobús —apremia la pelinaranja desde la entrada.

Sus compañeras no tardan en obedecer, subiendo al autobús bajo la morbosa mirada de Mineta, quien luce maravillado por su presencia en el campamento además de la de sus compañeras de clases. Dándose cuenta de su expresión enfermiza, Hirai le propina un golpe que lo obliga a apartar la mirada de ellas.

— ¡¿Qué te sucede, Hirai?! —le grita.

—Vuelve a mirar a cualquier chica así, y la próxima vez no seré tan amable —advierte con un tono sombrío.

Mineta busca rápidamente a Midoriya con la mirada, planeando correr hacia donde se encuentre y usarlo como un escudo humano porque Hirai no le hará nada si él está en la cercanía. Es algo que descubrió hace unos días, después de que las chicas supieran de la existencia del agujero en la pared que divide los vestidores —el cual ya fue arreglado— y lo hayan descubierto intentando espiarlas a través de este: cuando iban de regreso al aula, Hirai de pronto estaba frente a él y aunque esperó ser pateado por ella por su actuar, Midoriya de pronto apareció en su campo de visión, sonriendo con amabilidad, y fue como si mágicamente todo lo demás a su alrededor desapareció para ella y la vio sonreírle, calmada, extrañamente suave a su alrededor como todos al menos una vez han notado que es mientras que junto a Bakugo, es relajada pero ruda y algo salvaje.

heroes | vol. I | my hero academiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora