¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las cosas se calman durante los siguientes días, con la barrera destruida —que fue lo que les permitió a los medios entrar a los terrenos de la escuela— ya reemplazada y las clases avanzando sin problemas, con clases normales por las mañanas y por las tardes las clases de heroísmo toman lugar.
—Para el entrenamiento básico de héroes de hoy, será una clase con tres instructores: All Might, yo, y una persona más —dice Aizawa-sensei, barajeando el mazo de tarjetas que sostiene en sus manos.
— ¡Disculpe! ¿Qué haremos? —pregunta Sero.
—Desastres, catástrofes y todo eso. Es entrenamiento de rescate —responde y gira la tarjeta con la palabra "rescate" en el medio de ella.
—Rescate —repite Kaminari—. Parece que habrá mucho trabajo.
— ¡Idiota, ese es el deber de un héroe! —dice Kirishima—. ¡Mis brazos ya están listos! —exclama entusiasmado.
—Nadie puede derrotarme en el agua, kero —asegura Asui.
—Oigan, aún no término —masculla Aizawa-sensei y todos guardan silencio para que pueda continuar—. Esta vez pueden decidir si quieren vestir sus trajes o no, porque es muy probable que limiten sus habilidades —advierte—. El entrenamiento será fuera del campus, así que iremos en bus. Es todo. Prepárense.
Todos se levantan de sus lugares para tomar sus trajes de la estantería que sale de una de las paredes del aula, dirigiéndose inmediatamente a los vestidores.
✨
Yune es la primera de las chicas en terminar de vestirse, saliendo de los vestidores sin llamar la atención porque todas están sumergidas en conversaciones de las que ella no forma parte. Se dirige a la entrada de la escuela en silencio, esperando a recibir nuevas indicaciones. Algunos de los chicos se encuentran ahí también, pero ninguno es Sero y no puede evitar sentirse nerviosa y ansiosa ante su ausencia, buscándolo sin éxito con la mirada.
—Oi, ¿buscas al de las cintas, no? —Su mirada cae en Bakugo cuando lo escucha y sus ojos observan su traje rápidamente mientras asiente, sorprendida por lo llamativo de este; lo vio usarlo el día de su enfrentamiento con Midoriya, pero de cerca es posible apreciar mejor los detalles—. Sigue cambiándose, pero ya viene, así que quita esa tonta cara que tienes. No eres una niña, maldición.
A pesar de sus bruscas palabras y actitud hostil, Yune no se inmuta. Desde el primer día había podido deducir que él era bastante rudo, pero no puede ser tan malo si evitó que fuera aplastada en la evacuación el otro día sin motivo aparente.
—Voy a golpearte si estás molestándola —amenaza Hirai con seriedad, acercándose a ellos.
Sero camina detrás de ella, terminando de abrochar correctamente su traje y le sonríe cuando la ve. Yune le devuelve la sonrisa tímidamente.
