Cambio temporal

12. No volveré a Perderlos

El equipo Minato seguía al ninja que llevaba a Kushina, ellos corrían por por los techos de los edificios, mientras aquella ave de arcilla volaba cada vez más rápido.

— ¡No podemos permitir que escape! —Mencionó Kakashi.

— ¡Yo me encargo! —Dijo Obito saltando aún más rápido, por aquellos edificios, hasta que llegó a uno alto, estando a la par del sujeto— ¡Oye rubia desquiciada! ¡libera a Kushina-san!

— ¡¡Soy hombre!! —gritó aquel joven molesto.

— ¿Enserio? pues mucho mejor. —mencionó Obito desapareciendo.

— ¿Dónde está? —Aquel sujeto rubio volteó a ver hacia todos lados.

— ¡Atrás de ti! —Dijo Obito un tanto divertido— si fueras mujer, tal vez no me atrevería a golpearte, pero cómo eres hombre... —El pelinegro le dio un golpe en la cara tirando al rubio de aquella ave.

— ¡Maldito! ¡¡katsu!! —El ave de arcilla explotó, quedando intacta solo la cola dónde iba envuelta Kushina, la cuál cayó en una calle.

— ¡Rin vamos! —Kakashi y Rin se dirigieron hacia donde había caído Kushina, pero el rubio llegó antes que ellos— ¡Detente, no tienes escapatoria!

— ¡Así es! ¡Estás rodeado! —Mencionó Obito apareciendo detrás de aquel sujeto.

— Jajaja, Eso es lo que ustedes creen. —El rubio metió sus manos en las riñoneras que traía en su cintura— Prepárense para lo que viene. —Un montón de pequeños insectos hechos de arcilla, se esparcieron por la calle hacia los civiles que estaban cerca de los edificios.— Tendrán que decidir si seguirme, oh ayudar a los civiles. ¡¡katsu!!

— ¡Hay que proteger a los civiles! —Kakashi usó un jutsu estilo tierra para proteger a varios niños, Rin un jutsu estilo agua para apagar algunas llamas debido a las fuertes explosiones, Obito usó kamui para alejar algunos escombros.— ¡maldición! ¡Escapó y se llevó a Kushina-san!

— ¡Hay que seguirlo! —Dijo Obito subiendo a un edificio alto miró hacia todos lados, sus compañeros subieron también— ¿Tú lo ves bakashi?

— No, pero podemos rastrearlo. ¡jutsu de invocación!

— Genial, tantos perros y tenías que llamar a la miniatura. —Dijo Obito mirando al pequeño cachorro.

— ¿Miniatura? Pero aún así te puedo arrancar un brazo, si me vuelves a ver de esa manera. —Contestó el pequeño perro.

— ¡Uyy sí, mira cómo tiemblo!

— ¡¡Ya basta los dos!! —Regañó Rin Kakashi solo suspiró— ¡Estamos en una situación de emergencia!

— Pakkun, ¿puedes rastrear a Kushina-san?

— ¡Si, ahora mismo! —contestó el perro empezando a olfatear.

Mientras tanto en el estadio, Hinata había llevado a Neji a una de las habitaciones, preparada para los que resultaron heridos por las batallas de los exámenes.

— Debo irme, aquí estarás seguro. —Mencionó la ojiperla.

— Esperé... ¿no pensara ir tras ellos?

— ¡Claro que sí! Es mi deber como ninja.

— Pues espereme. —Neji intentó sentarse en la camilla, pero aún le dolía su cuerpo, Hinata se acercó.

— ¡No, debes quedarte a descansar Neji-san!

— No puedo, aunque no me guste, mi destino como miembro de la rama secundaria es protegerla, así que, Hinata-sama, no puedo permitir que vaya sola debo cumplir con mi destino.