Cambio temporal

27: Traidor

En las afueras de Konoha se realizaba la persecución de una persona, un ninja que ya había atacado anteriormente, a los hijos del líder del clan Uchiha.

— ¡Está a 10 metros! —Mencionó el equipo 8.

— ¡Bien, Ino prepárate!

Los chicos corrieron cada uno por separado, lograron visualizar al enemigo que estaba recargado en un árbol.

— ¡Nikudan Sensha no jutsu! —Choji rodó hacia el enemigo, pero este saltó provocando que él se estrellara contra el árbol.

— Muy lento. —Dijo el chico sonriendo.

— Veremos quién es el lento. —Mencionó Shikamaru al mismo tiempo que su sombra se extendía, la cuál terminó atando a aquél sujeto.

— ¡Sintenshi no jutsu! —Ino usó su técnica para entrar a la mente del enemigo.— ¡Lo logré!

— Aún no belleza. —Mencionó el chico apareciendo enfrente de Ino— Tu jutsu aún es débil.

Ino volvió a su cuerpo, el jutsu de shikamaru empezó a debilitarse.

— ¡Hinata! —Gritó Shikamaru— ¡Hazlo ahora!

Hinata se acercó velozmente a aquel chico, dándole un golpe en el estómago, el ninja cayó inconsciente, el equipo 10 llevó al enemigo a la aldea para ser interrogado, mientras el equipo 8 se quedó buscando por si tenía algún cómplice.

El equipo 10 dejó a aquel ninja con el encargado de interrogarlo, Ibiki Morino.

En el hospital Obito observaba por la ventana de la habitación, Itachi se había quedado dormido, Sasuke estaba sentado a un lado de la cama, en eso un ave se acercó a la ventana, Obito leyó el mensaje que esta traía.

— Bueno tengo que irme, cuida a Itachi.

— Ya era hora. —Dijo Sasuke, permaneciendo cruzado de brazos.

— Deja de ser tan amargado. —Mencionó Obito colocando su mano en la cabeza de Sasuke.— Si sigues así no conseguirás novia.

— Tú te la pasas riendo como idiota y no tienes novia. —Contestó Sasuke riendo de lado.

— ¡Oye! —Obito le dió un golpe en la cabeza— Si no tengo novia, es porque no quiero, hay muchas haciendo fila esperando por mí.

— En tu imaginación. —Contestó Sasuke, Obito no le contestó solo salió de la habitación.

Unos minutos después el azabache llegó a dónde estaba Ibiki, aquél chico ya había despertado.

— ¿Ya te dijo algo? —Preguntó Obito entrando a la habitación.

— Aún no quiere hablar, hasta ahora solo me ha dicho que se llama Sai. —Contestó Ibiki— Parece que Danzou los ha entrenado muy bien.

— ¡Pues yo lo haré hablar! —Mencionó Obito acercándose a aquel joven, que permanecía sentado atado a una silla.— ¡Escúchame bien Sai! ¡Ahora mismo me dirás, dónde se esconde la rata de Danzou! ¡¿Y porque atacaron a mi clan?!

— Quiero hablar con el Hokage. —Contestó Sai sonriendo tranquilamente.

— ¡No vas a acercarte al Hokage!

— Los Uchihas son tan temperamentales. —Mencionó sin dejar aún de sonreír.

— ¡¡Voy borrarte esa estúpida sonrisa!!

— Obito ya cálmate. —Mencionó Ibiki— Mira niño, dinos a todo a nosotros y luego se lo diremos al Hokage.

— No, sólo se lo diré a él, después de todo le traigo información sobre su querida esposa.