Cambio temporal

30: Victoria y derrota.

Hola, volví con esta historia, no sabrías decirles cuando publicaré el siguiente capítulo...

Bueno disfruten este.

En los alrededores de Konoha el equipo 10 se encontró con tres miembros de los Akatsukis.

- Prepárense. -Mencionó Asuma.- Estos tipos son muy peligrosos así que hay que tener cuidado.

- Yo me encargare de ellos. -Dijo el peliblanco.- Serán unos excelentes sacrificios para Jashin-sama.

- Shikamaru, encarguense de los otros dos. -Ordenó Asuma.

El sensei empezo a luchar contra el peliblanco, mientras sus alumnos luchaban contra los otros dos, se escucharon una serie de explosiones, Choji expandió su cuerpo para proteger a sus compañeros, Shikamaru aprovechó para atrapar con su sombra a Kizame.

Asuma retrocedió, después de ser herido levemente por la guadaña de Hidan.

- ¡Ja! Llegó tu hora. -El Akatsuki lamió la sangre que quedó embarrada en la guadaña, formó una figura en el suelo, la apariencia de su cuerpo cambió.

Asuma lo quedó viendo sin entender nada, solo hizo unos sellos y le lanzo una técnica Katon, pero no le hizo daño alguno al contrario en su propio cuerpo aparecieron algunas quemaduras.

- ¿Qué-que significa esto? -El Akatsuki solo se carcajeo.

Kizame había logrado liberarse del jutsu de sombras, gracias a una explosión que lanzó Deidara, distrayendo al inoshikacho.

- Son demasiado fuertes... -Mencionó Shikamaru.

Mientras tanto, los guardias que estaban en la puerta de entrada de Konoha, observaron sorprendidos a aquéllas dos personas que venían llegando, corrieron a ayudarles.

- ¡Yondaime! ¿Se encuentran bien?

- Estamos bien. -Contestó Minato quién venía apoyado en su esposa.

Los ninjas los ayudaron y los llevaron al hospital, la herida que Minato llevaba en su brazo era bastante grave, Naruto al enterarse corrió inmediatamente al hospital, fué directo a la habitación donde estaban sus padres.

- Papá... -Naruto los quedó viendo- Mamá... -Se acercó a su madre y la abrazó.

- Qué grande estas, ttebane... -Mencionó Kushina abrazando a su hijo.

Minato permanecía recostado en una camilla, tenía su brazo vendado, pero aún así ambos rubios estaban felices por tener de nuevo a esa mujer, que tanto querían.

- La trajiste de vuelta, gracias papá...

- No tienes que agradecerme hijo, ahora acompaña a tu madre a casa, no es necesario que se queden aquí.

- Papá estás herido.

- Estoy bien, no es nada.

- No te dejaremos solo ttebane. -Kushina se sentó a un lado de la cama.

- Así es papá aquí nos quedaremos. -Mencionó Naruto permaneciendo cruzado de brazos.

Minato sonrió al ver a sus dos tercos amores, se parecían tanto, daría la vida por ellos.

En cuanto al equipo de Obito, aun seguía luchando, el mayor tenía arrinconado a Danzou, Sasuke y Sakura le hacían frente a Orochimaru, Hinata había logrado mandar a volar a espiral usando su nueva técnica.

- Malditos Uchihas... -Dijo Danzou, estaba bastante débil.- Moriremos juntos.

Danzou hizo unos sellos de manos y luego explotó, Obito salió sin ningún rasguño gracias a su kamui, luego fue a ayudar a Sasuke y Sakura, Orochimaru al verlo huyó.