Mi amada por ti me volveré un príncipe.

La bendición de la luna.

La crianza no es fácil, no cuando de un día para otro un bebé surge de un milagro para ocupar tu vida y la de tu pareja. No estaban listas cuando llegó la bebé, pero estaban muy decididas a ser los mejores padres para ella.

Los primeros días, quizá, fueron los más difíciles para las dos.
Seiya se mostraba impaciente por mostrar lo capaz que era, además de apoyar a su despistada esposa que comenzaba a llorar cuando la bebé lloraba. Ambas eran demasiado tiernas, daban un vuelco a su corazón cuando las miraba con sus lindos ojos llenos de lágrimas y la voz temblorosa de Serena que susurra palabras amorosas.

Conseguir las cosas para la crianza fue sencillo, la Princesa del planeta les dio su bendición y les colmó de regalos.
Ambas lo aceptaron, estaban tan agradecidas y conmovidas por la amabilidad de la Princesa les dio ánimo.

Esta tarde.

Seiya se encontraba haciendo la comida, con una sonrisa en los labios y tarareando una canción de su planeta natal, cortando los vegetales termino por mirar atrás.
Su sonrisa se volvió más brillante, un suspiro escapo de sus labios y negó. Casi como su sueño profundo que no termina, mirar a la mujer que ama y a su hija, le llena de tanta felicidad que las cosas cotidianas son divertidas.

-¿No estas consintiendo demasiado a nuestra pequeña princesa?-

Dijo con una suave voz, pero hizo saltar a Serena que sostenía a Clair mientras le contaba secretos de la luna. Pero la bebé, sólo estallo en risa por el rostro de espanto de su madre.

-Parece que he capturado algo, me pregunto, que le cuentas para ocasionar tan tiernas risas.-

-¡No es nada!-

-¡Buu!-

Seiya asintió.
Dejo el cuchillo en la barra, para acercarse a ambas y tomar a Clair en sus brazos, toco sus dos mochis como los de Serena y río.
La bebé volvió a balbucear, Seiya asentía como si entendiera y ambas miraron a Serena que se mostró algo nerviosa.

-Tienes mucha razón.-

-¿De qué hablan?-

-Oh, bombón es un secreto entre nosotras. ¿Sería correcto revelar un secreto entre dos personas?-

Serena hizo un puchero, miraba a ambas esperando la respuesta.

-¡Si! ¡Quiero saber que se comentan mi amor y mi miniamor!-

Seiya y la bebé se vieron, sonrieron de forma simultánea como si estuvieran satisfechas y luego asintieron. Ambas eran tan parecidas, que Serena creía que Clair era más Seiya que ella. Pero eso le calmaba, Clair con una personalidad fuerte y amable como Seiya; eso le traería menos sufrimiento a futuro.

Además, Seiya poseía un corazón tan noble y gentil.
Cualquiera quisiera el amor de Clair.

-¿Van a contarme?-

La voz de Serena fue tan suave como la seda y dulce como la miel, así nadie se negaría.

-Ah, bombón~
Hablamos de cuanto te amamos, así que no aflijas tu corazón en la preocupación. Jamás te ocultaremos algo. -

-¿Eso es cierto, Clair?-

-Guu...¡Ma!-

Serena sintió más calma, se fue a la cocina para terminar de cocinar la comida de todas en la casa.
Seiya y Clair se miraron, era difícil mentirle a Serena, pero esa fiesta sorpresa tenia que ser un éxito y hasta la más pequeña participaba dando trabajo a su madre.

-Bien hecho, Clair.
Pronto será la fiesta, hasta ahora no se ha dado cuenta. ¿Estas lista?-

-Buu...-

Con los balbuceos le bastaba, pero aun tenia que buscar un retrato de su princesa del antiguo imperio. Así que necesitaba la ayuda de la bebé, distraer a su esposa e ir rápido.
Ir y venir, pero la Luna está a un día de distancia.

Cualquier duda, comentario o sugerencia se agradece.
Atte: Rinni.