Renacimiento

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Los días son pétalos de una rosa marchita, cayeron poco a poco dejando en decadencia la desesperación de un grupo de 5 chicas.

Buscar su labor, pero ya era demasiado tarde para elaborar o ejecutar sus planes. Sus poderes fueron arrebatados en el día 13, la debilidad de un cuerpo humano les hizo sentir tan débiles y la afinidad con su planeta desapareció.
Tenían un hueco tan terrible por dentro, pero su deseo superficial fue cumplido con total éxito.

Habían logrado ser humanas.
Para ellas, que odiaban el drama de morir y del dolor, no había mejor pesadilla que perder su esencia primordial.

Las princesas rebeldes que se negaron a cuidar de la Reina.

¿Qué otro castigo tan piadoso podrían recibir?

El brillo de la luna también fue opaco, como si estuviera guardando un profundo rencor o tristeza, tan profunda como su lado oscuro.
La maldición de la luna nueva ya había sido establecida y con ello, el robo de 5 semillas estelares que fueron plantadas en los planetas desolados.

Claro.

El resto de Sailors exteriores estaban cumpliendo con su trabajo, o al menos, eso podían creer ya que sus poderes no habían sido arrebatados.

Eso causó la ira de las anteriores sailors que las encararon, la discusión se sentía unilateral y con muchos sentimientos negativos.

-¿Por qué ustedes?- dijo Mina con lágrimas en sus ojos, sus palabras fueron interrumpidas por Michiru que negaba suavemente con su cabeza. Estaba temblando, no podía controlarse por completo y se sentía tan debil...

-¿Nosotras?, no es nuestra culpa.- Haruka lo dijo suavemente, no tenía interés en los asuntos de las sailor, no, de estas humanas que no entendieron su labor.

-¿De quién ha sido el pecado?- Michiru solto con una sonrisa, para abrazar a Haruka por el cuello mientras sentía la mirada de las demás.

Amy, Rei y Lita no podían creer en nada de lo que sucedía. Delante de las 4 mujeres no podían emitir una palabra o una platica coherente, tenían miedo.

-¿Y a ustedes les han comido la lengua?, bueno, es comprensivo.
La Reina ha aparecido demasiado enojada, lo he sentido en junto con Michiru.
Esta furiosa, jamás había visto alterada a nuestra Reina por el descuido de su princesa... Es una pena, ustedes son simples humanas con semillas comunes.-

Todas tocaron su pecho con desesperación, pero las 4 sailors exteriores tenían bastante claro que sucedía.

-¡Ustedes, la Reina no lo ha tenido claro con nosotras! ¡Estábamos cuidando de ella, ahora!- Mina volvió hablar con fuerza, golpeando con sus manos una mesa de madera y temblando aún más. Las lágrimas caían sobre la madera delatando su rencor hacia las sailor exteriores.

-Nosotras jamás hemos descuidado nuestra labor, hemos cuidado de la Princesa desde el exterior evitando las amenazas, no interviniendo en su vida o ignorando le.

Nuestra labor es no intervenir en la vida, la de ustedes era más sencilla, estar a su lado y no lo han logrado.- Setsuna habló después de mucho, suspirando molesta por la actitud de todas ellas.

-¿No era lo justo?, la Reina ahora va a crear 5 sailor nuevas para el resguardo de la nueva princesa y príncipe.
Igualmente, esta galaxia ya no será de importancia y seremos asignadas a las nueva, ustedes, bueno disfruten de su príncipe y la Tierra.- Haruka agitó su mano, antes de caminar hacia frente y desaparecer junto con el resto de sailor exteriores.

...

Era un eco suave en la profundidad del caldero primordial, las luces que se acurrucaban en el cálido seno de la Reina.
Nutriendose de su poder, su sabiduría y su nueva labor. Estaban creciendo tan rápidamente, con la ayuda del mismo caldero.

"¿Cuánto han de tardar en crecer las nuevas princesas?"

La voz del caldero se hizo presente frente a la Reina.
La Reina Serenity tenía los ojos cerrados, en sus manos estaban las nuevas semillas hasta que abrió los ojos mirando a la pequeña representación del caldero.

Ambas miraron las nuevas semillas, su brillo tan puro y su potencial pureza.
Ambas estaban satisfechas al escoger todas las semillas con máximo potencial, la pequeña representación del caldero tocó las semillas gentilmente.

"Serán grandes sailors, es una elección precisa para las nuevas princesas.
¿Usted volverá pronto a la Tierra?, no podemos dejar a la Luna y esa galaxia sin nadie."

La Reina asintió, ya era hora de salir del caldero.
Su tiempo había terminado, además, debía guiar en la lealtad a sus nuevas princesas y castigar al Rey de la Tierra.

Mi amada por ti me volveré un príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora