Una cena es una cena

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Seiya

La lluvia caía aun, el frío la acompaña haciendo que aquel departamento resguardara al dúo.

Él  se encontraba en la sala, reflexionaba sobre su decisión de haberse puerto la piyama de conejos.

*¿Fue una buena decisión?, era la única ropa que puedo ponerme.*

Un gran suspiro escapó de entre sus labios, examinó a fondo cada esquina del pequeño departamento donde se encontraba. La iluminación que era carente solamente la cocina contaba con su foco prendido, la sala de estar era cómoda y acogedora; nada del otro mundo.
Una televisión delante de él, una mesa de cristal delante con una pequeña planta que recién germinó, unos cuantas revistas de mangas, moda, chicas y trabajos, el sillón donde estaba que era negro y daba un toque extraño a tal espacio.

*Si ella lo decoro, esta bien para vivir sola.*

Sonrió en la oscuridad con un sonrojo que no se notó, su estómago dolía debido al gasto de energía anterior y que en la mañana no desayuno pensando que comería en el parque a media tarde...Media tarde arruinada por la lluvia.

El esperar se le hizo eterno.

*¿Qué estará haciendo?...Creo que no había nada aquí para comer, si es así deberíamos pedir algo para comer.*

-Bombón, si no hay nada ahí. Podemos pedir cualquier cosa para comer, yo lo pagare.

Se levantó del sillón con suavidad para provocar el menor ruido, se acercó a la cocina donde el ruido de las ollas y platos colocarse no correspondía a una sola persona allí.

-No debes apresurar te. -Serena salió con una gran sonrisa, señaló la mesa con dos sillas que había.- Ya prepare nuestra cena. -Tomó a Seiya de los hombros sentando lo a la fuerza, colocó una servilletas en sus piernas y sonrió de nuevo.- Disfruta la comida, no es mucho pero nos llenará.

Admiro aquella cena;

-Un vaso con jugo para cada uno.
-Una bola de takoyaki junto con un poco de cebolla.
-Y de postre fresas con crema.

-Una cena es una cena, gracias por la comida.

Le dedico una sonrisa a la rubia, sintió un estremecimiento de saber que ella se había agitado por preparar eso y que compartía una cena con la persona que amaba pero no le correspondía.

*Es un momento especial, me alegra haber venido a cuidarla. Quisiera estar toda la eternidad con este maravilloso ser.*

Serena -se sonrojo por las miradas tan apasionadas de Seiya, aun tenía en su mente el recuerdo de aquel que se fue-; Espero te guste, aunque no sea buena cocinando. -agachó la mirada, picaba la bolita hasta comenzar a comerla junto con el acompañamiento-

-Cualquier cosa que sea de tus manos sabrá bien, estoy feliz de compartir contigo una cena.

Término la bola, comenzó a devorar las fresas. El tiempo paso de forma espesa para los dos, las risas y los chistes no faltaron para alegrar una noche de tormenta.

Mi amada por ti me volveré un príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora