Esa desesperación

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Cuando lo vio, sintió que su aliento de vida se escapaba de su cuerpo mortal y era una alucinación por los días que vivía tan desesperado.
Quería gritar y detener a aquel hombre, pero sabía que era ridículo y había una posibilidad de que no estuviera involucrado...

Después de todo, había una galaxia de diferencia entre ambos. Uno era un futuro rey, ahora mismo, el príncipe de la Tierra.
Y él era una ella, una simple guardiana fingiendo en la Tierra.

Bueno, ahora mismo él, dos hombres que estaban enamorados de la misma mujer. Quizá, uno más profundo que otro.

Mamoru no pudo soportarlo, se acercó para sostener del brazo a Seiya que llevaba una maleta pequeña en su mano. Las miradas azules se encontraron, pero una brillo más que la otra, quizá con cierto orgullo.

-¿Lo conozco?-

Seiya fingió desconcierto mientras se quitaba de encima la mano de Mamoru, tallando su ropa como si la suciedad lo contaminará.
Mamoru no formulaba bien en su cabeza las preguntas, pero sentía la mirada de Seiya.

-¡Yo soy Mamoru!-

-¿Quién?-

Seiya replicó con molestia, fingía de nuevo, esa molestia y desconcierto.
Aunque guardando las ganas de presumir que su bombón era ahora su esposa, aguantaba las ganas, con una sonrisa de orgullo miraba al hombre delante de él.

No hagas nada que la bombón, no quisiera. Eres mejor Seiya, debes aguantar.

-Si bebe, entonces no moleste a los civiles.-

Seiya se abrió paso, caminando sin siquiera mirar a Mamoru que quedó congelado detrás con las palabras en la boca y la mano estirada.

La figura de Seiya se desvaneció entre la gente, el shock inicial, entonces se disipó pasadas unas horas cuando volvió a su casa y llamo a Rei.

-¿Mamoru?-

-¡Lo ví!-

-¿Qué?-

Mamoru de nuevo, estaba sobresaltado queriendo decir toda la información que había obtenido hoy.

-¡Era una sailor de otra galaxia!-

-¿Qué sailor?-

-No recuerdo su nombre, aquella de ojos azules y cabello negro. Pero era un hombre.-

Rei guardó silencio por un momento, recordó entonces a Seiya, pero ella era una mujer.
¿Era posible que estuviera en la Tierra de nuevo?

-Hablas de Seiya, si, ella solía ser muy popular aquí. Debió venir por sus cosas, era un idol masculino muy conocido.
¿Cómo ella se conecta con la desaparición de la princesa?-

Mamoru entonces pensó.

-Seiya amaba a Serena, es posible...-

-Mamoru, eres el único al que ella ama con locura. Incluso dijo que eras su verdadero amor, debe ser un berrinche de ella. ¿No ella rechazó a Seiya?-

-Es cierto.-

-Trata de descansar, tarde o temprano, la princesa va a aparecer.
Estás pensando demasiado las cosas.-

Mamoru colgó el teléfono, con una gran confusión aún en su mente y su cuerpo sintiéndose tan pesado.
Miro incrédulo por la ventana, la luna que antes se había visto tan brillante y hermosa. Ahora luce apagada y abandonada.

¿Su novia ahora mismo se sentía de esa manera, no era la Luna el reflejo de su estado de ánimo?

Mamoru sintió un gran peso en el corazón, como una sombra comiendo de si mismo y marchitara su vida.
Las noches no podía dejar de ver la luna, su luna que tanto amaba.

Mi amada por ti me volveré un príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora