Mi amada por ti me volveré un príncipe.

Opciones para todos.

Seiya

La mañana paso apacible para ambos, entre movimientos ajetreados preguntando por cursos para el examen de ingreso a la universidad y requisitos para universidades privadas.
Serena lució bastante estresada, el papeleo al final fue llevado por él.

Se hizo cargo de todo.

Trato de la mayoría de la situación encargarse de anotar todo el papeleo que se necesitaba, no quería agobiar a su querida princesa, hacerla sentir mal era un golpe en su corazón.
Después de todo, ya se había atrasado por un año a los demás y no parecía muy interesada en las opciones que le proponía.

Los folletos se acabaron junto con la mañana.
El atardecer era visto por ambos desde su coche, estaba feliz por que aceptará su invitación de comer hamburguesa.

Un ambiente calmado y silencioso.

-Bombón, si pudieras mencionar me cual de todas te pareció mejor para que estudies para el examen o una universidad para ingresar.

Dijo en un tono calmado para llamar la atención de Serena que miraba aún el atardecer.

-Yo estoy segura de algo, pero Seiya debe aceptar.

-¿Y qué es eso que debo aceptar, mi bombón?

Interrogó con una gran sonrisa, jamás podría negarle a el ser que más amaba. Ansioso esperaba su respuesta, Serena parecía algo tímida a lo que iba a decir, con sus manos en su pecho y sujetando un folleto.

-Quiero que Seiya estudie conmigo, soy algo torpe y no quiero estar sola en una universidad.

Guardo silencio por un momento.
No necesitaba de una carrera profesional como ella, pero aceptó a su idea. Una eternidad le quedaba delante y le daría más tiempo para estar con ella, cuidarle y protegerla.

La idea no era mala.

¿Adquirir nuevos conocimientos, era bueno?

Serena parecía bastante nerviosa mientras esperaba por una respuesta, colocó suavemente su mano sobre el hombro de Serena e hizo que le mirara a los ojos.

-Me parece una idea maravillosa, estudiaremos juntos una carrera profesional y nos divertiremos mucho.

-Seiya..

-¿Mande?

-Eres demasiado amable conmigo.

-Bueno, tenemos una eternidad que vivir y gastar mi tiempo a tu lado es lo que más me haría feliz en este mundo y en el siguiente. Estar con mi princesa, cualquier sonaría con estar para la persona que ama.

Le regaló una sonrisa a Serena que parecía no contener lágrimas, pico su nariz suavemente y volvió a mirar al frente.
El sol ya se había escondido por completo dejando que el manto nocturno se apoderara del cielo y las estrellas que tímidas se negaban a brillar aún.

-Serena, creo que ambos tratamos de vivir una vida que tal vez no nos pertenecía.

-¿De que hablas?

-Esto me hizo pensar, somos seres distintos a unos humanos. Vivimos una vida similar a ellos, somos como ellos y lucimos como ellos. Tal vez, por eso no eres feliz.

-¿Debería ser una princesa?...¿Princesa de la Luna?

-Creo que deberías ser tu misma, no una princesa o humana.
Que seas Serena, que el mundo te acepte por quien eres ahora y muestres esa sonrisa. No somos humanos, no somos estrellas...que seamos nosotros por un momento de nuestra vida. Deslimdarnos de un propósito primordial del cual nos crearon, no ser una guardiana y no siendo una princesa.

-¿Seiya?

La confusión en los ojos de Serena se contrastaba con la gran sonrisa que tenia, salio del auto y fue a la puerta de Serena, la hizo salir tomándola entre sus brazos.

-Tal como eres, se tu misma.

-Soy yo misma, eso creo, la mayoría del tiempo no pienso en esto.

-Está bien, no pienses en ello mi querida princesa. Dejemos que esta noche sean nuestros cuerpos los que nos guíen bajo el manto nocturno para encontrar nuestro camino, aquí y en otra galaxia.

-¿Iremos tan lejos?

Serena se entregó a las palabras de Seiya, permaneció en sus brazos hasta que comenzó un tímido baile por ambos.
Pasos torpes que eran guiados por él, alzándose por los cielos estaba una pareja que apenas conocían el amor mutuo.

Se sentían ligeros ante las estrellas, sus ojos se encontraban en el silencio y sonrisas pequeñas ante su escape de todo.

La noche se prólogo pronto.
La luna parecía brillante para todos.

El reino lunar recuperaba su vieja gloria.
Los pasos de ambos los guiaron hasta el centenario lugar, entre escombros del pasado bailaban sin detenerse.
El polvo se levantaba, pero no importaba.

La pareja no se detuvo hasta llegar a un lago de agua plateada, en el reflejo ambas estaban felices y Seiya se arrodilló para besar la mano de Serena.

-Seré tu príncipe, se que soy una mujer, pero seré tu príncipe. Prometo estar en todo momento, las estrellas permanecemos fieles a la Luna en todo momento.

-Aceptaré a tal príncipe con todo el honor que se merece.

Seiya beso la mano de Serena, una corona de plata en ambos se hizo presente dando cierre a la noche.

Cualquier comentario, voto o sugerencia se agradece.

Atte; Rinni Higurashi