Mi amada por ti me volveré un príncipe.

Desayuno 2/2

Serena

Despertó después de un par de minutos que Seiya, estaba aturdida y con frío. Había perdido a la fuente de comodidad y calor que había adoptado, de forma perezosa se levantó de la cama y fue a arreglarse.

Estar a su lado fue bueno, hace tanto que no sentía un abrazo...Desde que huí de mi casa.

No tardó demasiado, tan sólo se cepillo y colocó otra ropa. Se dirigió a la cocina por el olor a pizza, tenia hambre.

-La pizza me gusta bastante, sabes elegir. -Sonrió al chico de ojos azules que estaba sentado, fue a robar una rebanada y comer.-

La comida sabe mejor acompañada.

Se sentó a un lado del chico y sonrió, no dejo de comer mientras le arrebato el control.

Seiya -la dejo ganar, se estiro para imitarla y fue por la pizza para comer una rebanada. Estaba feliz de compartir ese tiempo con ella, hacia tiempo que soñó con esta situación-; Si renuncias a él, yo te amare aún más. Mi princesa, no tienes que atarte por alguien que no vale la pena.

Dejo de comer, su corazón dolió por las palabras del chico.

¿Estoy atada?, ¿No era el destino de ambos amarse por siempre?
Seiya tenía razón, pero aun lo amaba.
Ambos tenían una historia incluso antes, ahora solo debía permanecer a su lado.

No dijo nada.

Seiya -se frustró un poco, sabía que no debía incomodar la pero la situación le desespero-; Ese idiota te abandono, no lo has visto. Ya no te ama, yo te amo...Dame una oportunidad y no te fallare.
Mi princesa, no te haré llorar como él, no te dejare.

Aun no podía decir palabra, cada palabra era cierta y asesinaba sus esperanzas.
Pero la mentira siempre es más dulce, la esperanza de que vuelva todo a ser como antes y que nada paso.
No quería despertar, no.

-Seiya lo mejor será que te vayas.

Seiya -Negó y la tomó de las manos-; Por favor, dame una oportunidad.

Retiro sus manos, iba a comenzar a llorar...hacía mucho que rechazo al chico, pero aun permanecía allí.
Huyó de la él, se encerró en su cuarto para llorar sin que la viera.

Seiya -la siguió, cayó de rodillas frente a la puerta...el muro invisible era peor que solo la puerta-; Déjame amarte, no te fallare... -callo unos minutos- Me voy...

El chico de cabello negro desistió, no podía soportar escuchar el llanto de la chica que amaba...Tal vez otro día.

Una princesa no merecía llorar por alguien idiota, si era necesario sería el príncipe para su princesa.

Tan sólo espera.

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Atte; Rinni