Mi amada por ti me volveré un príncipe.

La dulce risa

En el otro lado de la galaxia.
Las dulces risas de la bebé Clair inundaban la casa, vestida con un vestido blanco con perlas y sus dos mechones de cabellos decorados con moños de color celeste, además de un gorrito diminuto de fiesta.

Seiya terminaba de preparar la decoración de la casa, apresurado de terminar de decorar el pastel y dejar unos cuantos regalos en la cama de ambos.
Serena fue mandada a comprar un poco de leche, así que no sospecho.

Cuando Serena regreso a la casa, una explosión de confeti casi logra tirarla al suelo y le aceleró el corazón, entre los presentes, Seiya sostenía el artefacto que uso y la bebé aventaba confeti de una bolsa.

Serena estaba acurrucada en la puerta, con lágrimas en los ojos y cuando se recuperó con una gran sonrisa, se apresuró en correr y besar a su esposo con gran alegría.
Seiya la sostuvo en brazos, dió un par de vueltas y después de besar su frente tiernamente, ambos fueron a sostener a la bebé que aún reía divertida por la situación.

-¡Ustedes dos!-

-¡Feliz cumpleaños, mi bombón!
Jamás olvidariamos una fecha tan especial, espero te guste.-

Seiya miro el suelo esperando un beso por si esfuerzo, Serena entendió y beso su mejilla con una risa.

-¡No me gustó!-

-¿¡Eh!? ¿Qué hice mal mi princesa?-

Serena jugo con su falda, sostuvo a Clair en sus brazos con una gran sonrisa y huyo a la cocina con una risa traviesa en busca de su pastel de cumpleaños, quería comerlo antes de que Seiya la detuviera.

-¡La comida de Seiya es la mejor y el pastel será todo mío!-

Seiya tardo en comprender las palabras, abatido por la idea que a su esposa no le gustará la sorpresa. Para cuándo reaccionó, más de 3/4 del pastel había desaparecido y la bebé estaba manchada de pastel hasta sus piecitos.

Las dos eran iguales a sus ojos, la bebé comiendo con sus manitas el glaseado y Serena con un cubierto. Al verlas, estallo en risa y corrió para sacar miles de fotos de ambas cubiertas del glaseado azul y blanco.
Cuando terminó de reírse, miro a la bebé.

-Oh, mi mini bombón está hecha un desastre.. cubierta de pastel y glaseado. ¿También participaras en las travesuras de mamá?-

Clair se rió dulcemente de nuevo, la sonrisa de esa niña alegraba a el matrimonio y les hizo suspirar.

-¡Cierto!-

Clair reaccionó un poco, miro a Serena.

-¡Clair te tenía un regalo, el más especial y lo practico muchísimo!-

Seiya se acercó a cargar a la bebé, Clair se preparó un poco y miro a Serena, está le miraba con tanta atención y la bebé sonrió de nuevo.

-¡MAMÁ!-

Serena se quedó en shock, cuando empezó a gritar conmovida y correr en círculos en la cocina.

-¡DIJO MAMÁ! ¡FUE SU PRIMER PALABRA Y NO PAPÁ!-

La alegría de Serena no pudo ser contenida, se acercó y beso las mejillas de Clair cubiertas de pastel.
Seiya sentía que moriría de tanta dulzura, así que las separó y fue a limpiar a Clair.

-Entonces... Ninguna de las dos, me guardo pastel. Me siento muy dolido.-

Serena y Clair se miraron en silencio, ahora pusieron unos ojitos para pedir perdón.

-¡No! ¡No!-

-Sei...-

-Me duele el corazón.-

-Ba...ba...-

-¡Ambas me hirieron!-

-te amamos.-

-¡Las perdono!-

Seiya se acercó a abrazarlas y mimarlas, su corazón jamás se podía negar en complacer a sus dos grandes amores.

La fiesta sorpresa de Serena fue un éxito, pequeña y privada.