Mi amada por ti me volveré un príncipe.

¿Es válido?

Serena

Desde aquel día no había sido sencillo, había ya pasado una semana desde que su corazón no dejaba de doler por las palabras del chico.

El trabajo como camarera la distraía, le daba dinero y evitaba que se sintiera sola. Pero aquella felicidad no duraba tanto, después de una larga jornada al llegar a casa le partía el alma.

-Estoy en casa.

Muchas veces el silencio le respondía, podía oírlo y sonreía. Desde que había huido de casa, no pensó que la soledad podía ser tan dolorosa. La poca luz iluminaba la estancia vacía.

Se quitó los tacones, entro a la casa y se estiro un poco, había aventado su bolso en la entrada.
Suspiraba mientras se dirigía a la cocina y pensaba en pedir en algo para comer, a veces extrañaba la comida de su madre y el escándalo que había en la casa.

-¿Qué podría pedir para comer?

-Algo de Takoyaki.

-Pero estamos a dieta, no puedo comerlo.

-Nadia va a notarlo, es una promesa. Para acompañarlo una soda, te lo mereces.

-Tienes razón, me voy a dar un lujo de nuevo...Me lo merezco.

Sonrió al espejo con el que solía hablar, fue por su celular y pidió el takoyaki, tardarían una hora en entregarlo.
Miro de nuevo a su reflejo, le sonrió.

Busco en su celular la aplicación para chatear con alguna de sus amigas, si tenia razón tal vez podría platicar con Mina.

Chat

Serena (conectada)
-Hola Mina, ¿Cómo has estado? (>-<)

Mina (conectada)
Visto

Serena (conectada)
-Debes estar ocupada por tu trabajo de actriz, me alegro. Te vi la ultima vez en un comercial...Ese chico realmente era guapo.

Mina (conectada)
Visto

Serena (conectada)
-Entiendo, no te molestare...
Debes estar muy ocupada.
Espero que pronto nos podamos reunir para platicar sobre nosotras, conozco un buen restaurante.

Mina (desconectada)
...

Sonrió un poco, quería tratar de entender la situación de su amiga e imaginar que no era lo que pensaba.
Comenzó a revisar la bandeja de llamadas y mensajes, no había ninguno a destacar de su novio o amigas.

-Bueno ya es algo tarde, no debería molestar a los demás. No quiero que me ignoren.

...

Por esa noche ceno sola, el ruido del televisor la distraía. Ya había tomado la costumbre de dormir desde las 9, así que dormía mucho más tiempo.

El día siguiente 

Despertó por el molesto ruido del teléfono, con pereza lo tomo y contestó.

-¿Hola, hola?

-Me alegra que me contestaras, bombón.

-¿Bombón?

Se levantó y tallo sus ojos, aun estaba en el letargo.

-Siento mucho despertarte, pero pensé que podríamos desayunar juntos y salir a pasear.

-Eso suena bien.

-Me alegra que te parezca bien, iré por ti en 10 minutos.

-¡¿10 minutos?!

-Será tiempo suficiente para que te arregles...

La llamada se corto, se levantó de inmediato y corrió al baño a tomar una ducha con agua fría.
Fue un milagro que en diez minutos fuera capaz de bañarse, vestirse y elegir ropa linda.
El peinado ya no pudo ser completado, pero lo fundamental estaba bien y el sonido de la puerta le indicó que debía salir.

-Es imposible arreglarme en poco tiempo.

-No lo es, ya estas lista.

-Hice un milagro.

-Te ves bien, me gusta más tu cabello suelto.

Hizo una mueca de desaprobación, le saco la lengua y camino al coche. De alguna forma, le hizo sentir feliz que estuviera allí.
Esa emoción dentro de su pecho le hizo sentir bien, vivir de nuevo.

-¿A donde iremos?

-A donde tu quieras ir, hoy escoge la pequeña conejo.

-Quiero ir a el nuevo local de donas.

-Ese no es un desayuno bueno, pero esta bien.

Vio sonreír a el pelinegro, sonrió con él.
Quería ir allí desde hace tiempo, pero no tenía a nadie que la acompañará.

Seiya

Estaba feliz de ver a su amada princesa feliz, se había enterado sobre las horas extras que Serena hacia en el restaurante y a su vista se veía más delgada que antes.

Te deje durante una semana, pero valdrá la pena si veo tu sonrisa.
Mi amada princesa, no dejaré que vuelvas a estar triste.

-Oye bombón.

-¿Si?

-He estado muy solo...me preguntaba si podríamos irnos juntos al trabajo y después a nuestras casas.

-Por mi está bien.

Si era necesario usaría excusas para hacerle compañía.

-Perfecto, ahora estaremos juntos un poco más.

-Seiya, yo tengo novio.

La miro con cierta molestia, sabía que tenía razón.
Pero él le había abandonado, tampoco podía obligar a Serena a que le amara o que olvidará a ese idiota.

-Lo se.

-Yo lo amo.

-Voy a robarte el corazón, él no está.

-Pero...

-"Nuestra historia juntos esta desde el inicio de la constelación, debemos permanecer juntos. Nos Amamos." No me trago ese cuento. Es válido que te cuide, mime y trate de enamorarte. Ese hombre no está.

Y si es necesario voy a ir en contra de lo que dice la galaxia, incluso si no soy un príncipe,  por ti me convertiré en uno.

Serena no dijo nada más, sus ojos estaban cristalinos. No pudo saber si lloraba por su culpa.

Continuará...