Planes para tú...no...nuestro futuro.

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Seiya

Se había ausentado por unos días de ver a su querida, no había sido por gustó o alejarse. Realmente extrañaba a su querida, pero en esos días estuvo buscando cursos para exámenes a la universidad y arreglar su casa para llevarla con él.

Se apresuró a entrar al coche con su folder, lo dejo en el lado del copiloto y sonrió con emoción.

-Calmate, no debes parecer muy feliz por ver a Serena. Parecerás muy necesitada de amor, vamos calma...

Su corazón estaba agitado y sus mejillas sonrojadas, condujo con cuidado hasta el departamento de Serena y al bajar cargo el folder con los documentos de la Universidad.
Tocó la puerta con un poco de nervios, después de unos minutos, Serena le abrió y no evitó abrazarla con fuerza.

-Mi princesa, ¿me extrañaste?

Serena se sonrojo un poco por la pregunta, tal vez sería un si. Su corazón de nuevo dio un vuelco de la emoción.

-Está bien, yo también te extrañe y pienso recompensarte por la espera.

-Está bien, pasa.

Serena lo dejo entrar, se veía tímida.

Entró con calma a la casa, admiro el desastre que siempre era y se sintió como en casa. Quería realmente limpiar y mimar a Serena, pero se detenía por su bienestar.

-¿Acabas de despertar?, que horror imaginar perturbar el sueño de mi amada.

-Si lo hiciste.

Se sorprendió un poco, pero río por la honestidad de su amada y comenzó a limpiar olvidándose de la tarea de darle los folletos y la información de los cursos.

La tarde paso muy rápido, Serena descanso en el sillón mientras Seiya se apresuró a limpiar y dejar todo impecable.
Serena se lo tomo con calma, pero él solía estar acostumbrado a atender a su antigua princesa en todo y ahora su actual princesa lo necesitaba.

-Ya esta todo en orden, ahora mi princesa es hora de comer.

Fue a la cocina para buscar comida, de nuevo, estaba vacío. Suspiro un poco, sacó su cartera y miró su dinero por un tiempo, le hablo a Serena para ir a el mercado de la esquina y hacer la despensa.

Ambos fueron, se sentía como si fueran una pareja y sus actividades normales.
Serena se veía más alegre, él estaba feliz.

Las horas pasaron rápido dentro del mercado, el cargo todas las bolsas y fueron a la casa.

Serena

Miro a Seiya de reojo, su largo cabello estaba alborotado y sus ojos azules brillaban con algo especial, se veía cansado  y era por su culpa, pero estaba feliz.
Se sentó a su lado y tomó su mano con delicadeza, Seiya no se resistía, se frotó contra su mano enrojecida por el peso y sonrió.

Su mano era cálida y muy suave, se sentía bien el frotarse contra él.

-Yo te extrañe.

Susurro con voz baja y se recargo en su hombre, es cierto, no se había olvidado de Mamoru. Pero no lo pudo evitar, Seiya era más cálido y amoroso, sus promesas se cumplían hasta ahora y su corazón comenzó a sentir de nuevo.

-Seiya...

Lo miro de nuevo a los ojos y río cuando lo miro dormir, le pareció bello...Era su príncipe.

-Gracias por tu esfuerzo.

Con atrevimiento beso su mejilla y agarro productos de la bolsa para preparar para comer, ambos se morían de hambre y estaban cansados.

-Ahora la gran chef te hará una de sus mejores recetas.

Hizo de todo por hacer comida decente, algo de arroz, miso y pescado para comer, si lo comparaba con comida de la cárcel esta era mucho mejor.

-Seiya no va a querer comer esto.

Se deprimió por un segundo y fue al sillón, miro al chico que aún dormía y agarro el folder, las hojas en su interior cayeron y las recogió.

+Folletos de cursos a la Universidad.
+Universidades privadas.
+Papales de cambio de casa.

Su corazón se encogió, se pregunto cuando fue la ultima vez que se habían preocupado por ella además de su madre.

-Seiya...

Meneo con fuerza al chico y este despertó confundido.

-¿Bombón?

-¡Gracias!

Lo abrazo con fuerza, comenzó a llorar por los sentimientos encontrados y Seiya la abrazo con ternura.

-Así que te adelantas te, bueno el curso comienza el otro mes y para hacerlo más efectivo iré contigo...Eres una princesa y debes estudiar.

-Si...

-Este es el inicio de nuestro futuro juntos.

Serena pensó que el futuro era de roca, que no se podía alterar, pero este chico estaba labrando por encima de lo establecido.

Cualquier comentario, voto o sugerencia se agradece.

Atte; Rinni.

Mi amada por ti me volveré un príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora