Reloj de medianoche

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Tick, tack... El reloj marca las 10 de la noche.
Las estrellas brillan en el exterior más que antes, la luna es plateada y el cálido ambiente se extiende por la habitación.

Una mano se mueve gentilmente con un abanico de colores (azul y plata), refrescando a la pequeña bebé que yace dormida abrazada del brazo de su madre.
Sus balbuceos son tan tiernos, que llenan el corazón de ambos padres.

Sus pequeños labios se abren de vez en cuando, dejando salir sus balbuceos entre palabras que ya conoce y las que inventa.
Ese día había pasado demasiado tiempo con sus padres en la playa, disfrutando del sol y el mar hasta que se aburrieron.

Seiya dejó de abanicar cuando sintió la piel de la bebé demasiado fría, entonces, la cubrió con una manta y suspiro satisfecho de por fin hacerla dormir. Mirando a su esposa, esta tenía un rostro chistoso.
Serena frunció un poco el ceño, su brazo tenía una ligera sensación de hormigueo y frío. Clair llevaba demasiado tiempo recostada sobre el y ahora le estaba dando un calambre, pero no tuvo el valor de quitarlo.

-¿No crees que Claire debería estar en una almohada?, empiezas a hacer caras muy graciosas, princesa.-

-Uhm...-

Fue el único sonido que salió de Serena, presumiendo de su posición. Abrazo a su hija, acurrucandola en sus brazos y disfrutando de la calidez que le brinda aquella diminuta estrella mientras sonreía de forma traviesa.
Seiya no lo pudo explicar, pero un sentimiento de envidia le invadió un poco, también quería estar a su lado.

Aunque ya estaba a su lado, también quería abrazarlas... Pero sería un movimiento arriesgado, despertar a Claire sería estar una noche sin dormir.

(No puedo hacerlo, mover demasiado a Serena hará que se despierte la bebé. Eso significa que no va a descansar lo suficiente. Pero eso incluye a mi princesa, no quiero que no duerma.)

El debate de Seiya le llevo a pensar demasiado, hasta asumir la derrota y recostarse al lado opuesto donde descansaba Claire y abrazar por la espalda a Serena hasta rodear a Serena con su brazo.

-No creo que valga la pena despertarla, ella está muy cansada de jugar y está disfrutando de dormir, así me cueste el brazo... Soy su madre y puedo aguantar todo.-

-Entonces eres una madre muy valiente, que esta soportando todo por su bebé.
Pero tampoco te esfuerces demasiado, tienes otro en un vientre y debes estar bien.-

Seiya acarició el vientre de Serena, esta se sonrojo un poco y asintió. Serena puso su mano sobre la de Seiya, ambos estaban sonriendo al sentir la vida del nuevo miembro.

-Esto no es nada, podría soportar aún más... Además, siempre puedes hacer algo.-

Comentó Serena con un tono muy travieso, quito su mano de encima de la de Seiya y tocó en el medio de su pecho dos veces hasta lograr que brillará con un resplandor suave.
Seiya solo miraba con gran atención, la energía revitalizante del cristal de plata se sentía por todo el cuerpo de Serena, entonces entendió, río suavemente y aplaudió por el ingenio de su esposa.

-Eh, princesa.
Si que tienes las ideas más ingeniosas, usando el poder del cristal, puedes mantener tu cuerpo en buenas condiciones.. Jamás se me habría ocurrido hacer uso de mi cristal de esa forma.-

-No es solo eso, se llena de vitalidad a mis dos bebés. Les llena de dulces sueños y calma, la luz de la luna nos bendice para cuidar de la familia.-

-La princesa si que es sabia y muy astuta, además de gentil. Espero que nuestra hija heredé esa gran capacidad de su madre.-

-Y el gran corazón de su padre.-

Serena volteo por un segundo para besar a Seiya. Cuando ambos se miraron, el beso se profundizó aún más y se negaban a separarse hasta escuchar un 'gya' que los hizo separar y Claire ya estaba sobre el pecho de su madre apoyandose en sus piernas para jugar con sus padres.

El rostro de ambos se pusieron pálidos, al parecer, la bebé desperto por la platica de ambos y ahora llena de energía por el cristal de plata de su madre.

-Parece que tenemos una princesa que atender...-

Dijo Seiya en un tono amable, tomando en sus brazos a la bebé que balbuceaba  las palabras de sus padres.

Claire no dejaba de agitar sus pequeñas manos tratando de tomar los cabellos de su padre que estaba recogido en una coleta alta.

-Pareces más activa, debes tener la energía infinita de tu madre.. -

-¡Mamaaa!-

-Si, mamá.
Ya se, deberíamos leer algo juntos... ¿Te gusta la idea? -

La afirmación de la bebé fue mediante aplausos, Seiya fue por un libro sobre el cosmos y se sentó a leer. Claire estaba firmemente interesada en las fotos de la galaxia y los lindos colores, pero Serena parecía que aborrecia los libros y se quedó profundamente dormida en cuanto llegaron al segundo párrafo.

Dos horas pasaron hasta llegar a la mitad del libro, Seiya había parado para darle algo de comer a la bebé.

Dejo sentada a Claire en la cama, aún lado de su madre y con la instrucción de no moverse. La bebé era inteligente, así que se quedó abrazando la mano de su mamá hasta que volviera su padre.

Seiya estaba en la cocina preparando un poco de papilla para la bebé y un pudin tibio. Pero le llamó la atención, las risas de Claire se escuchaban.

-¿Serena se ha levantado?, usualmente duerme más horas.-

No sintió otra presencia, así que no se preocupo demasiado hasta que volvió a la habitación y vio una burbuja con lo que parecía un hada dentro.

-¡Mamá! -

Claire gritaba feliz con la burbuja en sus manos, la mujer de la burbuja sonreía ante la felicidad de la bebé.
Seiya entonces se alarmó y se acercó a verlo, pero la mujer dentro era idéntica a Serena y entonces se puso pálido.

-¡Reina Serenity!-

Serenity dedico una sonrisa a Seiya, pero levito hasta quedar frente a él.

-Han tenido una preciosa bebé, has cuidado bien de mi hija, pero me preocupa su seguridad.-

-Yo soy capaz de cuidarla.-

-Y jamás lo he puesto en duda, pero ahora eres padre de familia y sin ti, se desmoronaria todo. Nuevas guardianas serán dadas para ambos y sus bebés, estoy aquí para ustedes.-

Serenity volvió a sonreír, dejando un reloj de plata sobre la cama y que Clair tomó de inmediato como un juguete, abriéndole, dejó caer varias perlas de distintos colores que brillaron.

-Nuevas guardianas a su servicio, las más puras y leales. No tengo mucho tiempo, pero mi tiempo de volver será muy pronto.

Cuando el reloj de plata marque la medianoche y las guardianas despierten, sabrán que he vuelto y ustedes tendrán su nueva vida, sin responsabilidades de gobernar.-

Serenity se desvaneció como un Sueño, dejando a Clair jugando con las perlas y el reloj.

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Atte/: Rinni

Mi amada por ti me volveré un príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora