Cuando despertó no se espero para nada ver a Error en aquel cepo, cuando sus ojos se reencontraron, después de un mes sin verse, su pulso se acelero, dentro suyo sentía una pequeña pizca de felicidad por volverlo a ver, pero no esperaba verlo en esa situación, siendo un pequeño niño, con lagrimas marcadas en sus mejillas siendo retenido en ese lamentable cepo, pareciera como si su mirada rogara consuelo, un consuelo que no iba a llegar porque aun estaba herido por haber sido abandonado, y aunque sintiera punzadas en su corazón y un ardor en su garganta, se volteo y siguió su camino hacia los cultivos.
—Nightmare...
Su nombre fue llamado por el menor, haciendo aun peor el dolor en su corazón, ya no podía hacer nada por aquel que consideraba familia, ya no tenia confianza en nadie, era como Hate le había dicho.
—Aquí no existen familias.— Murmuro para si mismo, distrayendo el dolor de su corazón con el dolor físico que se hacia al apretar sus uñas contra sus palmas al mantener fuertemente un puño.
En cambio Error, cuando despertó, el miedo lo invadió, sus muñecas le dolían al mantenerse en una posición incomoda, su cuello era sujetado por aquel cepo evitando cualquier movimiento, lo único que podía hacer era llorar y llorar, quería estar con Ink, quería disculparse por haber cometido aquel accidente que los perjudico a ambos, si no se hubiera distraído estarían ahora mismo en aquel barco, podría haber sido libre, pero todo era culpa suya.
Momentos después, de las barracas salió Nigthmare, no sabia ni como mirarlo, se sentía tan avergonzado por haberlo dejado aquí con esas personas y de no haberlo llevado con el, sus lagrimas seguían bajando y las palabras no salían, quería abrazarlo, quería estar a su lado y contarle todo el plan que tenia Ink, que no era su intención dejarlo, de que iban regresar por el, cuando por fin pudo pronunciar su nombre, Nightmare le dio la espalda y se alejo.Sus ojos se agrandaron por el rechazo, sin Nightmare se sentía tan solo, el era su única familia con vida, no podía abandonarlo y no importaba cuanto rechazo recibiera, no iba a detenerse hasta explicar correctamente su error, hasta podía comprender que se lo merecía, porque era su culpa.
Mientras tanto Ink, veía desde la puerta de la habitación de su madre, a ella misma sentada al lado de la ventana, al lado del sillón en donde estaba, había un bastón, las lagrimas no tardaron en aparecer en sus cuencas, una de las sirvientas le había contado todo lo que ocurrió en su ausencia, de que su madre había salido lastimada por su desaparición y había terminado lastimada gravemente.
—Madre.
Cuando la llamo y ella volteo para observarlo, su pecho lo asfixiaba, tenia hematomas en su rostro, en sus brazos y cuello, su madre no mantenía una sonrisa como siempre solía tener, tenia un simple mueca, el brillo de sus ojos había desaparecido, solo mantenía una mirada vacía y oscura.
—Mi niño.— Dijo, alzando su mano. —Me alegra de que estés bien pero.— Cuando Ink agarro su mano lo atrajo hacia ella y lo abrazo. —Deberás ir al servicio militar, cuando tu padre te lo diga, no te niegues y haz caso, no quiero que salgas lastimado. ¿Esta bien?— La mujer acariciaba con tanta delicadez la cabellera albina de su hijo, pasaba las yemas de sus dedos por su rostro suave y pálido, aun estando débil, no le importaba dar la cara por cuidar de su hijo, no le importaba morir si era por el bienestar de su hijo.
—Pero madre...— Sus lagrimas caían en el hombro de su progenitora, su voz estaba un poco agrietada y cada vez que quería hablar sentía ese insoportable nudo en su garganta, le dolía ver a su madre en tales condiciones, estando muerta en vida, era doloroso. —No quiero dejarte sola con ese hombre...no puedo. ¡No me pidas que lo obedezca porque no lo hare!— Sus brazos rodeaban el cuerpo de su madre, la rodeaba como si fuera una muñeca de porcelana, que con solo un mal movimiento podría romperla, no quería dejar a su madre con aquel monstruo que le hizo tanto daño.
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❝ᴘʀᴏᴘᴇʀᴛʏ❞ ||【InkError】
FanficInk de niño no entendía, no sabia la razón por la cual su padre maltrataba a las personas de color, sus gritos, sus llantos, era perturbador ver como la sangre rodeaba sus espaldas por los latigazos. Esas personas eran propiedad de su padre según el...