El pobre joven de tez negra estaba inmóvil en el cepo, no le importaba si lo veían llorar, no podía dejar de hacerlo porque sufría al mantenerse parado, su amo lo había golpeado con el látigo en sus pantorrillas, siempre era en esa parte de su cuerpo, pues según no quería dañar alguna parte que su hija fuera a ver, el dolor era insoportable, esa fue la primera vez que había sido golpeado de tal forma, no sabia cual había sido su error, solo esa mañana despertó, estuvo con su ama, jugo con ella y de la nada se levanto, se coloco su sombrero con aquella tela fina y fue llorando hacia su padre, no sabía si seguirla o quedarse quieto, pero cuando escucho el grito de su amo se mantuvo en su lugar temeroso, después solo despertó en el cepo, con el dolor de sus pantorrillas.
—Crescent, despertaste...— Una adolescente, de tez morena y de orbes purpuras y pupilas amarillas, una mujer tan tierna que siempre llevaba una sonrisa, ahora tenía lagrimas en sus parpados con los labios casi temblando.
—Jammy.— Habló con dificultad, no quería que la mujer lo viera en tal estado, estaba algo avergonzado.
—Tranquilo, te sacaremos de ahí.
Un adulto, de lindos ojos color ámbar, se apresuro en liberar al pobre adolescente del cepo, uno de los capataces le dio el permiso de sacarlo y llevarlo a las barracas para sanar sus heridas, estaba algo furioso por el trato que recibió Crescente, pero lamentablemente no podía hacer nada y eso lo enfurecía más.
Con ayuda de Jammy lo llevaron a las barracas echándolo en una de las camas, Error dejo a la mujer cuidándolo un rato para ir a buscar a Nightmare, que era el que se encargaba de curar a los demás, pues tenía grandes conocimientos de medicina.
—Sus pantorrillas están heridas. ¿Hay algo que necesites? Para ir a buscarlo.
El de mayor estatura y de ojos verdes negó, con el paso del tiempo ya no entablaba conversaciones a menos que fuera necesario, solo se mantenía sereno en silencio, eso inquietaba al menor.
Sin nada más que hacer, se retiro donde los caballos para darles de comer.
Mientras tanto, en la hacienda del general, había una gran fiesta dándole la bienvenida a su hijo heredero, los demás dueños de las haciendas fueron invitados y asistieron vistiendo sus mejores ropas juntos con sus hermosas mujeres, también había una pareja que iba a ser presentada en la alta sociedad, que eran provenientes de Inglaterra.
Luego de tantos años, había regresado a su hogar, todo seguía como antes, tan sofocantes y repugnante, en los años que paso afuera, fue entrenado para heredar el puesto de general que su padre le daría, obviamente no iba a quedarse de brazos cruzados luego de todo lo que hizo su padre en el pasado, tenía un gran rencor, pero ahora debía mantenerlo en silencio y actuar con prudencia, tenía un plan para acabar con el desgraciado de su progenitor.
En su apariencia también había notables cambios, ya no le importaba el tener rasgos femeninos y refinados, había dejado que su cabellera creciera largo hasta la mitad de su espalda pero siempre la llevaba amarrada en una coleta, sus largas pestañas seguían igual de resaltantes, sus delgados y rosados labios atraerían a cualquier mujer u hombre, simplemente Ink mantenía su belleza intacta, con sus grandes sobresalientes orbes de diversos tonos de color.
Se había vestido para la ocasión, para su gran bienvenida que le habían preparado, lo que significaba que volvería a ver a Geno y otros amigos que tenia de niño.
"Error" Fue lo que pensó, también anhelaba volver a ver aquel dulce niño, que siempre lo abrazaba y esperaba con una sonrisa su siguiente encuentro, el salvarlo también era parte de su plan, ahora que era un adulto quería hacer las cosas correctamente, al final de todo, había hecho una promesa de poder hacer que Error sea libre.
—Querido.— Habló su madre desde el marco de la puerta, seguía igual de hermosa con algunas leves arrugas. —Ya es hora, vamos.
—Esta bien madre.— Con una sonrisa, fue donde ella besando su frente para luego ir hacia el patio teniendo a su madre agarrada del brazo.
Cuando ambos salieron, todos los invitados lo recibieron con grandes sonrisas, el albino también mostro una sonrisa algo falsa ante todas esas personas hipócritas, que solo estaban ahí por el beneficio que recibían al ser socios de su padre.
Su madre se alejo para entablar conversaciones con las demás esposas, mientras que Ink, fue hacia su viejo amigo de la infancia, Geno al parecer no había cambiado tanto, sus curiosos ojos de tonos carmesí seguían igual de llamativos, le alegro volverlo a ver.
—Hey.
—Ink, es bueno volver a verte.— Habló calmándose internamente, sus sentimientos hacia el albino aun seguían, tenerlo tan cerca pero tan lejos lo impacientaba un poco. —Te ves mejor que nunca.
Ink no evitó abrazarlo y palmear su espalda, al final tenía una pequeña esperanza de que el contrario lo ayudara con su plan, pero primero debía de ponerse al día y saber si era realmente de fiar.
Estuvieron un gran rato donde Ink saludaba a los demás, hasta que su padre, el general toco su copa con un utensilio para llamar la atención de los demás.
—Es una gran alegría tener de vuelta a mi hijo con nosotros, mi futuro heredero de mi título y hacienda, es un gran orgullo.
Ink incomodo pero disimulándolo, sonrió siendo observado por todos, los presentes estaban conmovidos por las palabras del general y eso le fastidiaba al albino.
—También el otro motivo por el cual pedí su presencia, fue para darle la bienvenida a los señores Death, el señor Reaper y su bella esposa, que vinieron desde Europa para realizar grandes comercios que nos favorecerán.
—Solo Reaper por favor.— Se rio vivazmente entrando al patio junto con su esposa que lo tomaba del brazo. —"Señor" me hace sentir viejo y no lo soy.
Un esbelto y alto hombre, de piel blanca, cabello negro y de orbes azules hizo presencia ante todos, junto con su esposa que se veía claramente mayor a él, de larga cabellera grisácea.
—My honey se llama Toriel.— La presento besando los nudillos de esta y soltándola para que fuera donde las demás esposas, ahora solo se dirigía hacia el albino. —Un gusto, Ink. ¿Verdad?
—Un gusto igualmente, agradeceremos tus servicios de comercio.— Bebió de su copa mientras analizaba aquel hombre, tenia grandes parpados levemente caídos, con una sonrisa relajada pero coqueta.
En cambio Geno, podía jurar que había cruzado miradas con aquel hombre, casi comparándolo con Ink, ambos tenían finos rasgos.
☁☁☀☁☁
Para ser sincero, ya no siento tanta emoción para continuar esta historia, a duras penas pude escribir este capitulo, trataré de continuarlo pero serán actualizaciones lentas, siento que me alejo del fandom, así que no tengan altas expectativas.(?
ESTÁS LEYENDO
❝ᴘʀᴏᴘᴇʀᴛʏ❞ ||【InkError】
FanficInk de niño no entendía, no sabia la razón por la cual su padre maltrataba a las personas de color, sus gritos, sus llantos, era perturbador ver como la sangre rodeaba sus espaldas por los latigazos. Esas personas eran propiedad de su padre según el...